Casi todos lo hemos sufrido alguna vez. Están entre las pequeñas molestias diarias, a las que no damos importancia pero que están ahí. Nos referimos al temblor de párpados, algo que sucede sobre todo entre las personas mayores y con el auge del teletrabajo. No es grave, pero sí molesto. ¿A qué se deben esos espasmos incontrolables que sentimos en los párpados? Vamos a intentar explicarlos.
Seguramente lo hemos experimentado de la misma manera. Sin venir a cuento, durante algunos minutos, uno de los párpados -raramente los dos- se pone a temblar. Afortunadamente, la visión queda intacta. Pero nos sentimos incómodos con ese pequeño espasmo y la sensación de que todo el mundo lo ve. Sin embargo, si nos miramos en el espejo, no observaremos movimiento en el párpado a pesar de sentir el movimiento involuntario.
Este temblor puede estar acompañado de otros síntomas como la sensibilidad a la luz o visión borrosa. Cuando el temblor en el ojo no es intenso, afecta únicamente a algunas fibras del músculo orbicular.
Científicamente, se trata de un fenómeno llamado fasciculación y blesfaroespasmo. Se trata de una contracción del músculo orbicular que no podemos controlar, algo así como el 'hipo de los ojos'. La contracción, normalmente benigna, puede alcanzar otros órganos como los labios.
No es un fenómeno que esté muy documentado, pero todos los estudios están de acuerdo en que es una señal de alarma emitida por el cuerpo. Además, hay otras causas que pueden explicarlo. Entre ellas,
Reducir o suprimir el desagradable temblor de párpado puede hacerse con algunos gestos sencillos. El primero podría ser pedir a nuestro médico un análisis de sangre para detectar si tenemos carencia de algunos micronutrientes (hierro, magnesio, vitamina B). Si es así, la ingesta de un complemento alimenticio y la ingesta en la dieta de pescado, carne, mariscos y huevo, especialmente la yema, serán muy beneficiosos.
Para preservar la salud ocular, es fundamental mantener los ojos hidratados con el aporte, si es necesario, de lágrimas artificiales. También es aconsejable hacer periodos de reposo y practicar una gimnasia ocular. Dormir las horas suficientes, evitar el consumo de alcohol, café o cualquier alimento excitante (por ejemplo, un zumo de naranja natural a partir de las seis de la tarde) pueden ayudar a eliminar los temblores.
En algunos casos, cuando el fenómeno se produce de manera frecuente y reiterada, podría recurrirse, siempre que el médico lo aconseje, a inyecciones de bótox para bloquear estos movimientos.
En principio, los temblores de párpado no requieren ningún tratamiento médico. Si vamos al médico por ellos, lo habitual es que nos indique que realicemos algún cambio en nuestro estilo de vida o nuestra dieta, sobre todo en lo que respecta a la gestión del estrés o la ingesta de magnesio.
Sin embargo, si los temblores son recurrentes, el médico o el oftalmólogo pueden recomendar algunas pruebas para descartar un origen patológico, derivado de la esclerosis lateral amiotrófica, o algunas otras patologías.