La cara es nuestra carta de presentación, por eso la cuidamos, especialmente las mujeres que mantienen una rutina muy marcada para su cuidado facial. Cada vez son más los hombres que se deciden a cuidar su cara e ir entrando poco a poco en una rutina de cuidado facial. Puede que por pereza o desconocimiento no te atrevas a mantener una rutina de lo más sencilla que puede ayudarte a mantener tu piel de lo más cuidada y que no te va a robar demasiado tiempo de tu día a día. ¿Quieres aprender a mantener tu rostro perfecto?
Lo primero que debes hacer es detectar qué tipo de piel tienes. Según los años pasan la piel cambia, y mientras en la juventud la piel tiende a ser más grasa, a mayor edad la piel se reseca, aunque se puede llegar a la madurez con la piel grasa sin problema alguno, y en ello tiene mucho que decir la genética. Así que con el tipo de piel detectado, podrás elegir las cremas y el resto de productos indicados para tener un rostro resplandeciente a cualquier edad.
Empezamos por la higiene, lavarse la cara es clave con un buen jabón que al final hará de exfoliante para retirar todas las impurezas del rostro. En muchos casos, especialmente para las pieles secas, se aconseja el uso de agua micelar que puede ser muy buena si además nos encontramos ante una piel atópica. Esta rutina debería hacerse cada mañana y cada noche y, si eres de los que se afeita, usa algún tónico para mantener el PH y la elasticidad de la piel. Eso sí, aplícalo sin frotar, hazlo con pequeños toques con un algodón empapado.
Ahora viene la crema hidratante, que las hay especificas para hombre y para todo tipo de pieles, así que no hay excusa alguna para que cada mañana y noche comiences y termines el día evitando la sequedad y retrasando la aparición de esas arruguitas que ya empiezan a hacerse notar. Puedes tener dos, una de mañana y otra de noche, pero recuerda aplicarla por todo el rostro y si no hay barba también por el cuello. En concreto para la de mañana sería ideal que tuviese protección solar, pues la piel no solo sufre con la radiación veraniega, también con la invernal, por eso hay que protegerla siempre.
Los ojos, y más ahora que es lo que se ve sobre la mascarilla, dicen mucho de nosotros, por eso cuidarlos con un contorno de ojos es lo ideal porque hidrata específicamente esa zona y mantiene la cantidad de colágeno. No solo eso, son muy beneficiosos para evitar esas arrugas llamadas patas de gallo que traen a más de uno por el camino de la amargura. Además, suelen ser muy efectivos para descongestionar las ojeras o reducir las bolsas, así que es un imprescindible para un rostro despierto y claro.
Puede que no sea el más usado, pero si quieres tener la cara perfecta puede convertirse en tu gran aliado. Es un líquido ligero que con una gotas es suficiente y que actúa sobre las imperfecciones. En relación a como se aplica ya te hemos dicho que unas pocas gotas, pero siempre antes de aplicarte la crema hidratante.
Esto que te hemos contado es una rutina diaria de lo más sencilla que no te va a robar demasiado tiempo. Aún así de vez en cuando puedes optar por tratamientos extra, como las cremas antiarrugas o antiedad que deberían aplicarse por la noche. Así mismo, las mascarillas (no las anticovid-19) pueden convertirse en tu ritual cada cierto tiempo. Las hay de todo tipo y para todas las necesidades: para una mayor hidratación, para mejorar la limpieza, con efecto exfoliante o para ganar luminosidad en el rostro.
Si quieres tener un rostro cuidado y también frenar los efectos del paso de la edad tener estos productos en tu baño y seguir paso por paso tu rutina diaria, que ya vez que no te va a robar mucho tiempo, va a ser clave para conseguir un rostro iluminado, una piel tersa y una mirada limpia.