Cada vez aumenta más el número de personas que tiene en el punto de mira el aspecto de sus ojos. El rejuvenecimiento de la mirada es importante, ya que los ojos son una de las zonas donde se muestra de forma más evidente el paso del tiempo. La mirada despejada y fresca es signo de juventud.
La piel del contorno de la mirada es la más vulnerable y frágil de nuestra anatomía ya que es un 40 por ciento más fina que la del resto del cuerpo. Con los primeros signos de envejecimiento, las estructuras faciales que rodean los ojos pierden volumen y posición, disminuye la capacidad de formar colágeno y retener agua y aparecen también los daños producidos por el sol, el tabaco, el estrés y la mala calidad del sueño.
La blefaroplastia, la intervención de cirugía estética que corrige los signos del envejecimiento de los ojos, es una de las más demandadas actualmente para rejuvenecer la mirada, ocupando el segundo lugar de las intervenciones más realizadas, con 31.062 casos, detrás del aumento de pecho y superando, incluso, las liposucciones, según los últimos datos de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE). Así, la blefaroplastia es el tercer procedimiento estético más solicitado por las mujeres y la segunda por los hombres, según datos facilitados por la misma sociedad.
Con el paso de los años se ralentiza la microcirculación sanguínea y linfática de la zona, produciendo una retención de líquidos que provoca una hinchazón de los tejidos formando las bolsas. La piel del contorno de ojos tiene muy poco colágeno y elastina, lo que hace que sea más susceptible a la flacidez de los tejidos. Las consecuencias son una caída de las cejas, un exceso de piel en los párpados, y la aparición de arrugas y bolsas debajo de los ojos. En definitiva, una apariencia cansada que repercute en la expresión de la mirada.
Cuando en el párpado superior se produce laxitud cutánea por exceso de piel presentando un descolgamiento severo, puede llegar a afectar a la funcionalidad del ojo, dificultando incluso la correcta visión. Otro elemento importante que influye en el aspecto más o menos envejecido de la mirada son las cejas. A medida que la edad avanza su posición varía: la cola desciende y se reduce la distancia entre la ceja y el ojo, lo que le da un aspecto de cansancio y envejecimiento.
Cuando te das cuenta que la piel no se recupera tan fácilmente de los excesos y empiezas a concentrarte en combatir los primeros signos de envejecimiento, pero no quieres someterte todavía a una técnica quirúrgica, existen tratamientos de medicina estética muy eficaces para prevenir los primeros signos de pérdida de juventud de esta zona.
Para corregir la atrofia de los párpados superiores, existe un tratamiento que consiste en la infiltración de una pequeña cantidad de ácido hialurónico específico en la parte interna del párpado superior para definirlo y rejuvenecerlo, eliminando la laxitud de la zona, disminuyendo las bolsas y las arrugas, y mejorando visiblemente la retención de líquidos del contorno de los ojos.
Para elevar la cola de la ceja se puede realizar un tratamiento con bótox (toxina botulínica) para relajar el arco de la ceja y elevar la zona. Si además se aplica en el tercio extremo, debajo de la cola de la ceja para elevarla. Durante el mismo procedimiento se puede aprovechar para aplicar la toxina botulínica en las patas de gallo, y borrar así esas líneas de expresión.
En cuanto a la corrección de las cejas caídas, contamos con una técnica que utiliza unas suturas compuestas de un material de relleno reabsorbible (ácido poliláctico), que al introducirlas con aguja en la zona, la elevan de forma natural y consiguen una regeneración paulatina del colágeno con resultados eficaces de firmeza y turgencia cutánea.
Si queremos corregir las arrugas dinámicas o de expresión de la zona de los ojos, el tratamiento con bótox es una buena solución. Se introduce en las arrugas dinámicas o de expresión de la mirada, no solo para prevenir que se marquen, sino que combinado con la infiltración de ácido hialurónico reabsorbible y de bajo peso molecular, conseguimos disimular las arrugas que ya se han hecho especialmente visibles.
En definitiva, si queremos rejuvenecer la mirada, combatir los signos de la edad que hace que nuestros ojos parezcan más pequeños, con menos vida y más cansados, y recuperar la firmeza y la juventud de nuestra mirada sin llegar a pasar por quirófano, los tratamientos de medicina estética son nuestros mejores aliados.