Dabiz Muñoz es uno de los cocineros patrios más conocidos, también fuera de nuestras fronteras. El chef lleva unos días de vacaciones al otro lado del charco, en México, donde lejos de posturear en sus redes sociales de playas paradisiacas y paisajes exóticos, las está llenando de fotos y vídeos de él mismo probando la gastronomía local, y eso que una de sus últimas publicaciones ha dicho que solo publica aquello que le gusta mucho, pero echando un vistazo a su Instagram, ¿hay algo que no le haya gustado? Nos vamos de ruta gastronómica mexicana con el chef.
Cualquiera que siga al chef y preste atención a su contenido se le habrá hecho la boca agua con todos los platos que ha probado y sus comentarios, probando lo más típico de los puestos callejeros hasta otros platos de alta cocina que eran de parada obligatoria. “Comemos como jabalíes y probamos mil cosas cada día. Esto es la jodida gozadera. Comida y sabores cósmicos, nirvana hedonista”, escribía en una de sus últimas publicaciones.
La comida callejera es una de sus pasiones que ha aprovechado para probar en su visita a México. “Lo mejor de comer en la calle es el olorcito que se te queda en los dedos, ese rancio del chicharrón de cerdo, sabe a cerdo a la brasa”, relataba en uno de sus vídeos tras comer en uno de los puestos callejeros.
En el restaurante Sud 777 disfrutó de un menú degustación no apto para todos los públicos, pues como mostró en su Instagram, probó las hormigas chicatanas, una delicatesen mexicana por la complejidad que requiere obtenerlas. “Solo salen una vez al año, las cogen con redes, les quitan las alas y aguijón y luego las secan y las tuestan con un poco de especias y sal. ¡Viva México cabrones!”, dijo después de probarlas.
El chef está maravillado con su ruta gastronómica por el país latinoamericano, sorprendiéndose de la gran calidad y diversidad que existe, señalando que “hay mucha cultura gastronómica” en México.
Aunque a México le asociamos lo picante, hay todo tipo de sabores, así lo ha constatado probando el Mamey, una fruta tropical del sudeste del país que ha catado por primera vez. “Me parece brutal. Tiene un color y una textura de locos. Tiene un sabor un poco como a amareto, me flipa. Lo que le va muy bien es el tequila”, decía para acto seguido tomarse un chupito de la bebida más famosa de México.
Ha probado otras mezclas que probablemente no se nos ocurrirían a nosotros, como el “elotito con sal, chile, limón, mayonesa y queso. Qué puta gozadera de ciudad”, decía sobre su visita al barrio Coyoacán de Ciudad de México. Estas son solo algunas de las delicatesen que el chef ha ido probando a lo largo de su viaje, un sinfín de sensaciones gastronómicas que han terminado por acabar de enamorar a Dabiz Muñoz de México, que hasta afirma que no le importaría quedarse a vivir en él.