Igual de buenas, mucho más sanas: la receta de las torrijas al horno

Si hay algo característico, gastronómicamente hablando, de la Semana Santa, son las torrijas. Una perdición que no son pocos los que las intentan evitar al ser una tentación dulce llena de calorías que luego toca quemar. Además, en la actualidad ya no solo está la torrija típica que hacemos en casa. Si pasamos por una pastelería o nos sentamos en un restaurante, es probable que vemos nuevos tipos de torrijas, con otros ingredientes que mantienen su esencia y siguen siendo una bomba calórica. ¿Cómo evitar tanta grasa? Prueba la receta de las torrijas al horno.

Hacer las torrijas al horno

Unas torrijas al horno van a seguir teniendo sus buenas calorías, pero no deja de ser la opción más saludable de este dulce al evitar que se impregnen de aceite y de grasa cuando las pasamos por la sartén. Por eso mismo, el horno nos permite rebajar considerablemente el aporte calórico sin que tengamos que renunciar a ese sabor que tanto nos gusta ni a su jugosidad.

Pero como siempre, es imprescindible utilizar un buen pan que permita que la porción se infusione bien, quede jugosa y no se rompa. Además, ese último paso de añadir un poco de azúcar por encima se deja a opción del consumidor que, ya que estás intentando bajar la carga calórica, mejor evitarlo.

¿Cómo prepararlas?

¿Cómo hacerlas al horno? En vez de calentar una sartén con aceite, hay que precalentar el horno a 200 grados en el modo grill en lo que empapas las rebanadas con la infusión preparada. Una vez las tienes listas colocadas en la bandeja, se meten en el horno hasta que se doran y se tuestan bien por ese lado. Entonces se les da la vuelta para repetir el proceso por la otra cara, unos diez minutos por cada lado.

Una vez termina, solo hay que acabar el proceso al gusto, espolvoreando un poco de azúcar, algo de canela, o añadir ese almíbar que le has preparado, aunque esto hará que ganen un par de calorías que habías intentado evitar utilizando el horno.