En las noches de verano, también es apetecible un plan de película, pero literal. Si bien es cierto que hay pocas experiencias más satisfactorias que disfrutar de una buena película en la gran pantalla, un plan de cine en casa puede ser la alternativa ideal para pasar un buen rato rodeado con los colegas, especialmente ahora que los servicios streaming ponen a nuestra disposición tantos contenidos con los que disfrutar.
En estos planes caseros, no puede faltar el acompañante perfecto: las palomitas, ya sean en su versión salada, en su versión dulce o en combinación de ambas. Y es que ¿qué es una sesión de cine sin su buena dosis de palomitas?
Hacer palomitas es algo especialmente sencillo: tan solo hay que coger uno de los paquetes, meterlo en el microondas y seleccionar el tiempo y la temperatura adecuada para que se abran todos los granos de maíz. Transcurridos un par de minutos, podremos disfrutar de ellas y elevar nuestra experiencia cinematográfica casera para hacerla más semejante a la de las grandes salas, pero en este proceso podemos darnos de bruces con un elemento un poco desagradable que podría cortarnos el rollo: los pipos que no se han abierto por el calor y que se acumulan en la parte inferior de la bolsa.
Cuando hacemos palomitas, a nadie le gusta encontrarse con un grano de maíz duro, y en la oscuridad propia de una sesión de cine casero, es habitual que nos encontremos con alguno de ellos mientras miramos la pantalla con concentración. Por suerte, existe un truco muy sencillo con el que podremos eliminar todos estos granitos para no llevarnos ninguna sorpresa desagradable mientras vemos nuestras pelis.
Generalmente, cuando hacemos palomitas caseras, lo habitual es que al sacar la bolsa del microondas dejemos que repose durante unos minutos para que se enfríe un poco y podamos moverla y abrirla sin miedo a quemarnos. Pasado este tiempo, lo normal es que abramos la bolsa y vertamos todo su contenido en un cuenco o bol o, en su defecto, que hundamos la mano para empezar a comer palomitas directamente de ella.
Si queremos sacar todos los granos de maíz que se han quedado sin abrir, sin embargo, debemos tener paciencia y no verter todo el contenido de la bolsa una vez haya perdido calor. Tras sacar la bolsa de palomitas del microondas, veremos que se ha abierto una pequeña obertura para que el contenido pueda respirar. Esta apertura será lo que nos permitirá sacar los granos de maíz sin hacer y, para ello, tendremos que dejar la bolsa cerrada, al menos durante unos segundos.
Así, una vez el microondas haya pitado y la bolsa haya reposado, lo que haremos será ponerla boca abajo y empezar a sacudirla para que todos los granitos vayan cayendo por la abertura. Este proceso puede llevarnos unos segundos, pero, una vez lo hayamos llevado a cabo, podremos disfrutar de nuestras palomitas sin temor a chocar con algún incómodo grano de maíz. Fácil, ¿verdad?