La paella es uno de los platos más reconocidos de nuestro país. Aunque su origen es valenciano, su consumo se ha extendido por todo el territorio y se ha innovado con respecto a sus recetas. Si consultamos a alguien que venga de fuera sobre una comida típica española, seguramente entre las tres primeras aparezca la paella. Si además consultamos con algún español, experto en gastronomía, como puede ser el chef Dabiz Muñoz, nos dirá que es un plato imprescindible. Al famoso cocinero no solo le gusta prepararlas, en su cocina o en la terraza de su casa, también tiene muy claro, dónde se come la mejor paella del mundo: según él es en 'Casa Carmela', Valencia.
'Casa Carmela' comenzó siendo una barraca que servía de cambiador a los bañistas ocasionales de la playa de Valencia, allá , por los años veinte del siglo pasado. Corría el año 1922 y al negocio, su dueño, le puso el nombre de su esposa, Carmen. Con el tiempo, además de dar refugio a los bañistas, en Casa Carmela también se daban comidas y acogían huéspedes.
El tío Toni y Lola ‘la Rialla’, los hijos de los fundadores, criaban sus propios animales de granja, en el corral trasero, y se traían las verduras y las frutas de la huerta familiar, la de Vera. Con estos ingredientes y el pescado que cada día traían las barcas, se hacían los guisos del día para los paseantes ocasionales, y sobre todo, para su asidua clientela.
En los setenta, Lola, Alfonso, Carmen y Jesús, la siguiente generación, tomaron definitivamente las riendas del negocio, se reformó el establecimiento, se construyeron los paelleros a leña y Casa Carmela se especializó en arroces. La paella se hacía, igual que hoy, una por mesa, tantas como grupos de comensales, la capa de arroz muy fina y el socarrat, ahumado por el fuego de la leña, en su punto. El local se fue ampliando, la terraza se incorporó al salón, las paredes se recubrieron con cerámica de Manises típicamente valenciana y se modernizaron los paelleros y la cocina.
Con el nuevo siglo tomó el relevo Toni Novo, que, al frente de la empresa y desde 2011, se empeña en innovar, buscar nuevos retos y, a la vez y sobre todo, poner en valor su tradición familiar. 'Casa Carmela' mantiene su cocina centenaria, el sabor ahumado de las paellas a leña como las de su bisabuela y, en definitiva, lo mejor del mar y de la huerta valencianos con un trato familiar.
En 'Casa Carmela' siguen preparando la paella valenciana según los ritmos que marcó la bisabuela Carmen. Siempre con leña de naranjo y solo con ingredientes de la tierra para llegar a esa fina capa de arroz y ese sabor ahumado del fuego que han hecho que este plato se convierta en un icono de la gastronomía valenciana.
La carta la marcan los productos que el mar y la huerta frescos a más no poder. En 'Casa Carmela' solo trabajan con pescados y marisco fresco que les traen directamente de la lonja: gamba de Dénia, langosta de playa, almejas de carril, clotxina valenciana, tellina de playa… Para el pollo, el conejo y el pato siguen confiando en su proveedor de toda la vida, y tanto el garrofó como la ferradura (judía blanca y judía verde) que utilizan en sus paellas son variedades autóctonas.
El arroz del Senyoret, la paella de bogavante o la de langosta de playa son las más demandas, y la valenciana solo se hace por encargo, ¿lo mejor? Comerla a la antigua usanza de la paella y con cuchara de madera.