A veces las ideas más simples son las más brillantes. Por muy chocantes que sean. Eso debía pensar el repostero Jordi Roca, el menor de los hermanos del restaurante El Celler de Can Roca, cuando decidió pasar del dulce al salado y embarcarse junto a su pareja, la mexicana Alejandra Rivas, en una aventura gastronómica que girará sobre el clásico sándwich mixto de jamón york y queso. Rocambolesc Bikineria acaba de abrir sus puertas en el centro de Girona, justo al lado de donde ya tiene una heladería y una confitería con el mismo nombre. La idea es que los tres locales se complementen.
El pequeño de los Roca apuesta por el bocadillo que gusta a todo el mundo y nunca pasa de moda. Y a precios asequibles, entre los 5,50 euros y los 7,50. Concretamente se despacharán cuatro tipos de sándwich. Al clásico, realizado una masa fina, esponjosa y crujiente, sin corteza, y generoso en el relleno, le acompañarán una versión de jamón ibérico con mozzarella fresca y trufa; y el vegetal, relleno de berenjena escalivada, queso y trufa. Todo con ingredientes de proximidad y cuidando al detalle el montaje y planchado.
Pero el bocadillo estrella, y el preferido por el propio Jordi, es el de pastrami, una propuesta rompedora que lleva ternera de Girona cocida durante 72 horas a baja temperatura, especias y su chucrut. La inspiración la encontró el chef en un plato que había en el menú de El Celler de Can Roca hace tres años, el pastrami de ternera con puré de apionabo y verduras encurtidas.
Para apoyar el proyecto, que Jordi y Ale no descartan llevar a otras ciudades, cuentan con colaboradores como Poma de Girona, una Indicación Geográfica Protegida de manzanas formada por tres empresas con más de 2.000 hectáreas de cultivo, que aportará unos zumos naturales que serán la apuesta fuerte en cuanto a bebida del nuevo establecimiento. Sin olvidarse de servir también agua y cerveza.
La innovadora propuesta se complementa con la presencia en un rincón de bikinis diseñados por la medallista olímpica Ona Carbonell, que pone por primera vez a la venta en este local de Girona su nueva línea de ropa de baño, que saldrá al mercado el próximo verano. A la nadadora le pareció divertida la propuesta que le hicieron y allí están sus bikinis, con una especie de probador para que cualquier visitante pueda comprobar qué tal le queda. ¿Rocambolesco? Bueno, de eso se trata.