Del Roscón de Reyes al turrón o el mazapán: ¿cuál es el dulce navideño que más engorda?

Con la época navideña instalada ya en nuestras vidas, llena de reuniones familiares y de amigos, llegan también a nuestras vidas los dulces de Navidad, lo que, en la mayoría de los hogares, se traduce en un maratón de atracones endulzados con postres y dulces variados. 

La Navidad es una época de celebración, de compartir y, sobre todo, de comer. Estas fechas se caracterizan en España por las mesas llenas de una gran variedad de platos de comida. Las estanterías de los supermercados están llenos, desde hace meses, de dulces navideños de todos los tipos y sabores y, aunque son productos que se disfrutan durante poco tiempo, debemos tener en cuenta que tienen una gran cantidad de azúcares y no debemos abusar de su consumo, pero ¿quién puede resistirse a ellos? 

Los especialistas recomiendan la moderación pero, ¿sabes lo que engorda cada uno de estos dulces? Te contamos los que más y los que menos aporte calórico contienen.

¿Sabes lo que engordan cada uno?

  • Roscón de Reyes. Es, sin duda, el que menos calorías tiene de la amplia oferta de la repostería de estas fechas. Aportan, unas 300 calorías cada 100 gramos. Por ración, de unos 50 gramos y sin nata u otro relleno, habría que contar unas 150 calorías.
  • Panettone. Este dulce típico de la Navidad y que tiene su origen en Italia, concentran 256 Kcal por porción de 80 gramos. Es muy poco saciante ya que ofrece harinas refinadas, azúcares y grasas en elevadas proporciones sin aportar casi proteínas ni fibra por lo que con un trozo no será suficiente y siempre querremos comer más. 
  • Polvorones. Los polvorones cuentan con 186 Kcal por unidad. Están hechos con harinas refinada y azúcares en elevadas proporciones. Por lo tanto, ofrecen hidratos de escasa calidad nutricional que se acompañan de grasas en apreciables cantidades. Además, poseen escasa cantidad de fibra y de proteínas y por lo tanto, no sacian con facilidad sino por el contrario nos incentivan a comer más y más.
  • Mantecados. Son alimentos concentrados en calorías con nutrientes como los hidratos de fácil asimilación y grasas. Aportan poco más de 160 calorías por unidad de 30 gramos, y por lo tanto no son un dulce ligero ni ofrecen nutrientes beneficiosos para el organismo.
  • Turrón de chocolate. El turrón de chocolate en relación a los otros dulces navideños es una alternativa que concentra muchas calorías, superando las 156 calorías por ración de 30 gramos. Si bien tiene algunos ingredientes beneficiosos para el organismo como las almendras, también ofrece grasas saturadas en apreciables cantidades y azúcares. 
  • Turrón blando. El turrón blando, al igual que el turrón duro se elabora a base de almendras y por lo tanto es una opción concentrada en grasas beneficiosas para el organismo. Es fuente de hidratos de fácil asimilación y aporta 155 kcal por ración de 30 gramos, siendo de las alternativas más sanas que podemos consumir en esta Navidad. 
  • Mazapán.Ofrece una alta proporción de hidratos simples y concentra 147 Kcal por ración de 30 gramos. Aunque la porción que ingerimos es muy pequeña y ofrece un mínimo de proteínas y grasas sanas, así como de fibra, el mazapán posee una alta proporción de calorías derivada de azúcares libres o añadidos que se recomiendan reducir la dieta habitual.
  • Galletas de jengibre. Las galletas de jengibre son un clásico en la mesa de Navidad. Elaboradas con harina, huevo, levadura, azúcar y extracto de jengibre, suelen aportar unas 400 calorías por cada 100 gramos. Aunque seguirán siendo calóricas, si te apetecen prueba a hornearlas en casa, así podrás controlar la cantidad de azúcar y evitar los aditivos industriales.
  • Peladillas. Las peladillas son almendras confitadas propias de Valencia, aunque su consumo en Navidades se ha extendido al resto de España. Una porción de 30 gramos, es decir, unas 8 peladillas, aportan 150 calorías.
  • Yemas. Las conocidas como yemas de Santa Teresa se elaboran con yemas de huevo y un almíbar reducido de agua y azúcar con limón y canela. Aunque no es demasiado calórico -un par de yemas contienen 160 calorías- este postre contiene una importante cantidad de azúcares y grasa, por lo que conviene reservarlo para ocasiones especiales.

El fin de la época navideña es sinónimo de volver a la rutina y recuperar los horarios de las comidas. Una vez hayan acabado los días navideños es un buen momento de decirle adiós a los excesos y alejarse de las comidas copiosas. Puesto que los azúcares añadidos son protagonistas de muchos dulces, también es una buena opción apartarlos por un tiempo.

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