La rutina tiene sus cosas, y una de las que más marcan es el menú del día a día, pues al final terminas comiendo casi siempre los mismos platos, aunque de vez en cuando no podemos negar que seguro que tienes alguna que otra innovación para probar nuevos sabores. Pero eso no basta, hay que aprovechar para darse a uno mismo algún capricho al paladar. Con los años se va ganando experiencia en todos los sentidos, y las papilas gustativas saben cuando están ante un producto de calidad, como podría ser el caviar. Ese ansiado producto tan selecto que en ocasiones puede que te hayas llegado a cuestionar su verdadera existencia.
El caviar no es otra cosa que las huevas del esturión, aunque con el tiempo las variedades han ido creciendo y se pueden conseguir de otros pescados y alimentos diferentes. Se dice que el de mayor calidad es el que proviene de Rusia, a pesar de que como en todo, el mejor depende del gusto de cada uno. Aún así, los grandes expertos matizan que su calidad se estipula según el tamaño de las huevas, el color o su método de producción. Eso sí hay bastante variedad de caviar, las más importantes, por supuesto, también son las más demandadas.
No nos referimos al cetáceo, sino al esturión de beluga, que produce el que se dice que es el mejor tipo de caviar que se puede encontrar en el mercado, en parte por su precio, pues es el más caro debido a que al año se capturan alrededor de 100 ejemplares, lo que puede hacer que un solo kilo de caviar de beluga salga por más de 30.000€. Un manjar que está hecho para cualquier paladar, pero no para todos los bolsillos.
En apariencia son como unas pequeñas perlas por su forma redondeada y ese color grisáceo. Quienes han tenido el placer de probarlo dicen que su textura es suave y delicada. Pero la cosa no queda ahí, dentro del caviar de beluga hay más de un tipo. El 000 es el más selecto y apreciado, con un tono gris más claro. El 00 tiene un tono medio, mientras que el 0 es el más oscuro, el “peor” dentro de los tres tipos. Aunque qué vamos a decir, cualquiera de los tres debe ser un manjar que hay que probar al menos una vez en la vida.
También esta el caviar almas, que también proviene de la beluga, pero no de una cualquiera, sino de las albinas, por lo que ya podemos imaginar su exclusividad. Sus huevas son de un color amarillo claro y pueden superar los 20.000€, es más este caviar se envasa en una lata de oro de 24 quilates. Desde luego un lujo al que solo los sibaritas más top pueden acceder.
Esta claro que el de beluga es el caviar más demandado, pero existen otros de gran calidad pero algo más “baratos”, pues no deja de ser un alimento de máxima exclusividad. El de osetra es uno de esos manjares, que según dicen tiene cierto sabor a nuez, y cuenta con dos tipos. Uno es de un color grisáceo, lo que más pequeño que el de beluga, y otro que, a pesar de no tener un sabor diferente, es más caro, pues es muy raro de encontrar, con un color ámbar y ciertos matices de oro.
Luego está de sevruga, uno de los tipos de caviar más comercializados, ya que es de los más sencillos de conseguir, lo que no quiere decir que sea extremadamente barato, pues 500 gramos pueden superar ampliamente los 700€.
Hay un tipo de caviar que últimamente está de moda debido a que su procedencia no es del mar, es más, viene de los cítricos, del llamado dedo de lima, que da un fruto donde su interior está repleto de esferas similares al caviar. Los restaurantes más reconocidos, como el DiverXO de Daviz Muñoz, ya lo utilizan en sus cocinas por lo bien que combina con la mayoría de productos. Y lo mejor, es mucho más económico que cualquiera de los que hemos nombrado. Lujo sí, pero adaptado a cada bolsillo.
No cabe duda de que el caviar es un producto que, si se consume, es en una ocasión especial. Pues ya su producción es complicada, por lo que su precio final, debido a la poca cantidad que existe, es bastante elevada. Pero oye, es un capricho al paladar que hay que probar y saborear cada segundo al menos una vez en la vida, ¿no crees?