La gastronomía nos define como país. Es, sin duda, uno de nuestros mayores atractivos y hay pocas cosas que disfrutemos más los españoles que sentarnos, bien acompañados, alrededor de una buena mesa. Por eso, nuestros chefs son reconocidos a nivel mundial año tras año. La lista de los 50 mejores restaurantes del mundo ha vuelto a poner varios puntos en nuestro mapa. Concretamente, siete. Y entre ellos, tres en el ‘top ten’. Mirazur, en Francia, se ha convertido en el nuevo mejor restaurante del mundo, seguido de Noma, en Dinamarca y Etxebarri, en España. Nosotros nos quedamos con los nuestros y proponemos un menú con un plato de cada uno.
El chef Bittor Arguinzoniz ocupa la tercera posición en esta lista. Abierto desde 1990 en Axpe Achondo, Vizcaya, este asador se caracteriza por el uso de maderas de encina, para cocinar sus pescados y mariscos y de viña y olivo para sus carnes. Partiendo de la tradición, ha pasado de hacer a las brasas los productos más tradicionales, a otros como caviar, angulas e incluso postres. Arguinzoniz cuenta con una estrella Michelín. Y más allá de la carne, su carta cuenta con propuestas como su famosa 'Mozzarella', realizada con leche de búfalas italianas, criadas y ordeñadas por el propio cocinero a escasos 50 metros del local.
Foto: 'Mozzarella' (restaurante Etxebarri)
También en el País Vasco, en un caserío de Errenteria, Guipúzcoa, este restaurante ocupa la posición 7 del ranking. Andoni Luis Aduriz, con dos estrellas Michelín, abrió el restaurante en 1998. Un local con una capacidad para 50 comensales y con un precio medio de 165 euros, que cierra cuatro meses al año para elaborar menús con apuestas como 'Suspensión, seda de chipirón', un pañuelo con el más puro sabor de este producto de mar, decorado, como si de pinceladas se tratase, con finas flores. Una reinterpretación de un plato tradicional preparado con las técnicas más complejas, que se fusionan en boca.
Foto: ‘Suspensión, seda de chipirón’ (restaurante Mugaritz)
Este restaurante barcelonés, abierto el 2014 por Mateu Casañas, Oriol Castro y Eduard Xatruch, se alza en la novena posición. Su oferta gastronómica, ofrecida a través de menú de degustación, invita al comensal a descubrir un mundo de sabores que redefine los términos de tradición y vanguardia. El plato 'Nuestros macarrones a la carbonara' se ha convertido en una de sus recetas más emblemáticas. Una creación donde un producto tan nuestro como es el jamón ibérico, juega un papel protagonista y en el que la pasta, es muy diferente a la que tienes en mente.
Foto: 'Nuestros macarrones a la carbonara' (Francesc Guillamet, restaurante Disfrutar)
Con tres estrellas Michelín, su chef Eneko Atxa se posiciona en el puesto 14. Abierto en Larrabetzu, Vizcaya, desde 2005, ofrece cocina de vanguardia en dos menús de degustación. Uno de cocina puramente innovadora, que incluye las últimas creaciones de Atxa. Y otro, bajo el nombre de 'Las raíces' con los platos más representativos del chef. Con la sostenibilidad como punto de partida, este restaurante consigue mezclar naturaleza y arquitectura, tanto dentro como fuera de sus creaciones. La propia estancia y los interiores del restaurante marcan a menudo el diseño de sus propuestas. Su famosa 'Sopa de ajo' ha deleitado multitud de paladares por su mezcla de texturas, que recuerdan a la tierra, con un toque crujiente y fresco.
Foto: 'Sopa de ajo' (restaurante Azurmendi)
En Barcelona, Fran Agudo redefine la alta gastronomía española a través de 'la vida tapa'. Cocina nacional e internacional en pequeños bocados, donde la manera de comer juega un papel protagonista, según afirma el chef. Sus reinterpretaciones ocupan el puesto 20, y su 'Vaina de guisantes lágrima al Josper' merece estar en este menú. Una composición crujiente y sabrosa, ofrecida como entrante con una ligera salsa para tomar con los dedos y de un solo mordisco.
Foto: 'Vaina de guisantes lágrima al Josper' (restaurante Tickets)
La tradición de Getaria también se hace hueco en la lista, en el número 30, de la mano de Aitor Arregi. El pescado del cantábrico es su protagonista indiscutible y las brasas su mejor cama. Los productos de temporada marcan el calendario de una carta en la que no puede faltar el 'Rodaballo a la parrilla', bautizado con 'agua de Lourdes', el secreto mejor guardado de la casa. Un aliño templado que da acidez a la textura gelatinosa de ese pescado y que ha conseguido que la mayoría de críticos se deshagan en halagos al probarlo.
Foto: 'Rodaballo a la parrila' (restaurante Elkano)
En el puesto 32, Josean Alija, cuyo restaurante se encuentra dentro del Museo Guggenheim Bilbao. Define el estilo de su propuesta como ‘Muina’ (en euskera núcleo, meollo o esencia). Con su 'Mochi de bollo de mantequilla' cerramos este menú confeccionado por los mejores cocineros del país. Una fusión del producto japonés con otro típico bilbaíno. Su contraste de texturas encuentra equilibrio entre una amasa elástica y un relleno cremoso que traslada al comensal a su niñez en un solo bocado.
Foto: 'Mochi de bollo de mantequilla' (restaurante Nerua)