Planificar una barbacoa no es cosa fácil. Organizarse entre amigos y familiares para saber cuántos invitados asistirán y determinar qué traerá cada quien casi siempre resulta complicado. Siempre hay invitados de última hora o surgen imprevistos que hacen que haya que sacar la carne congelada a toda prisa y no de tiempo a qué se descongelen de la manera correcta. ¡Que no cunda el pánico!
Resulta que cocinar la carne congelada sobre una parrilla es aún mejor que si se hiciera de la forma tradicional. Está comprobado que al estar a muy bajas temperaturas, el filete se cocinará más lento y el interior quedará rosado y tierno como a todo el mundo encanta. En Uppers te contamos cuáles son las claves para cocinar carne congelada en la parrilla.
No se trata solamente de poner el filete en el congelador y sacarlo horas después para echarlo a la barbacoa. Hay que ser un poco más cuidadosos. Toma nota de estos consejos:
Debemos también en cuenta que hay un periodo de tiempo de congelación segura para cada tipo de carne.
Recurrir a esta técnica con filete fino sería un desperdicio. Precisamente, el truco de cocinarla congelada es que su cocción sea mucho más lenta, de modo que queda bastante dorada por fuera y roja por dentro, gracias a que el interior es la zona que menos calor recibe. Si se utiliza un corte fino, la carne se cocinaría muy rápido y probablemente quede demasiado hecha. Por ello, un corte de al menos tres centímetros de grosos es el ideal para este métodos.
Otro truco es el de tener dos zonas con distintas temperaturas en la parrilla. En otras palabras, se requiere que en uno de los lados el calor sea bastante intenso para colocar en un principio el trozo de carne y dejar que se caramelice por fuera. Luego, lo recomendable es moverlo hacia una zona de menos calor para que continúe lentamente la cocción.
Un filete congelado jamás podrá sazonarse, pues la sal y otros condimentos no se adhieren tan fácilmente a la piel en este estado. En vista de tal aspecto, se debe colocar el filete sin sazonar sobre la parrilla, en el lado de mayor temperatura. Cuando se le vaya a dar vuelta para colocar del otro lado, se agregan la sal y la pimienta u otro condimento sobre el lado que ya esté cocido. El calor ayudará a que la sal se derrita y realzará el sabor de la carne.