Nos gusta para mojar pan, aliñar y cocinar. El aceite. Y no cualquiera. Aceite de oliva. En España un 90,6% de los mayores de 40 años lo utilizan en su cocina, según la última Encuesta Nacional de Alimentación. El oro líquido lleva en nuestra dieta toda la vida pero hay una serie de errores que muy probablemente lleves décadas cometiendo al consumirlo.
Es un error muy común pensar que el mejor aceite es solo para consumos crudos. El aceite de oliva virgen extra (AOVE) solo contiene zumo de aceituna de máxima calidad y menos de un grado de acidez. Y sí, es perfecto también para cocinar ya que ayuda a potenciar el sabor de los alimentos y a mantener mejor sus propiedades.
Eso sí, hay que tener en cuenta que el aceite debe estar siempre a menos de 180 grados o se quemará. Para evitar esto es conveniente echar el AOVE en la sartén cuando esta ya está caliente. Y, ¡ojo!, si quieres freír un alimento pon mucho aceite en el fuego. Para que un frito quede lo menos aceitosos posible, lo mejor es sumergirlo en su totalidad en aceite de oliva muy caliente.
Hojiblanca, cornicabra, picual y arbequina son las cuatro variedades que más se utilizan en nuestro país. Cada una de ellas es diferente por el tipo de aceituna del que se extrae, el clima y suelo del olivar en el que se plantaron, criaron y recogieron. En general, la variedad picual se usa para freír y la hojiblanca o cornicabra es más recomendable para elaboraciones en crudo, debido a su intenso sabor con un toque picante.
Lo ideal es que el aceite se guarde en un lugar fresco (entre 18 y 24 grados) y oscuro. Esto se debe a que la exposición directa a la luz afecta a la composición del producto. Además a medida que pasa el tiempo, el AOVE se va oxidando y adoptando un sabor rancio, por lo que es recomendable agotarlo antes de su fecha de consumo preferente.
Es importante también tenerlo alejado de los fogones, aunque sea reutilizado. Este oro líquido actúa como una esponja y absorbe todos los olores y sabores por lo que su contacto con los humos lo irán estropeando con el paso del tiempo. Si decides comprar el aceite en garrafas ten en cuenta cuánto tiempo vas a tardar en consumirlo para no pierda su sabor, aroma y cualidades.
Es una acción muy común. En España se estima que dos tercios de estos residuos acaban en las alcantarillas. Pero, ¿sabías que solo un litro de aceite contamina hasta mil litros de agua? Además, a las depuradoras les cuesta mucho separarlo, por lo que esta simple acción tiene un efecto medioambiental nocivo.
También es perjudicial para las tuberías de tu casa. Este producto tienda a adherirse y solidificarse por lo que puede terminar provocando una obstrucción. La mejor opción es ir almacenándolo en un recipiente grande, como una garrafa usada, y llevarlo al punto limpio más cercano para reciclarlo.
El aceite tiene una gama de color que puede variar entre verdes, naranjas o amarillos. Esto solo indica el grado de maduración de la aceituna en el momento de la recogida y prensado. Cuando los frutos están verdes tienen más clorofila y sin embargo, al madurar aumentan sus carotenos que son los responsables del tono amarillo.
Los verdes tienen un precio más alto y suelen tener tonos afrutados y amargos, por lo que son ideales para ensaladas o tostadas. Los amarillos, sin embargo, se realizan con aceitunas maduras y aportan matices más dulces, por lo que es mejor para cocinar.