El chocorrezno, el bocado que concentra más de 500 calorías: ¿de qué esta compuesto?

  • El chocorrezno con torrezno de Soria ya se comercializa con chocolate negro, blanco y con leche

  • Cada tableta es de 125 gramos e incorpora 10 gramos de crujiente de torrezno

  • El primer paso es hornear el torrezno a baja temperatura y desengrasarlo por completo

Hay mezclas de alimentos que parecen imposibles, pero en realidad casan perfectamente. Son productos que solos ya son deliciosos. Juntos generan una inmensa explosión de sabores en la boca porque despiertan todas las papilas gustativas. En Uppers hemos experimentado esto mismo al probar un chocolate con torreznos que lanzó al mercado este verano El Beato, una empresa familiar especializada en dulces tradicionales afincada en la localidad de El Burgo de Osma, en la provincia de Soria.

Pero, exactamente, qué es el chocorrezno. Según describen desde la compañía es un chocolate negro belga de la mejor calidad que intensifica su sabor gracias a un crujiente de torreznos de Soria. Conseguir este gran resultado ha sido posible gracias a la creatividad y a la experimentación. Tras múltiples pruebas han iniciado con mucho éxito la venta de tabletas de chocorrezno.

En un primer momento fabricaron solo 50 tabletas para probar con chocolate negro. Las distribuyeron en las cuatro tiendas de El Burgo de Osma que comercializan sus productos y quedaron a la espera del resultado. Vendieron hasta la última tableta y enseguida incrementaron la producción. Además, añadieron a la gama de torrezno dos nuevas líneas de producto: el chocolate con leche y el chocolate blanco.

Actualmente, los tres tipos de tabletas ya se distribuyen en toda la provincia y a través de la tienda online de esta empresa familiar. Su fama no ha hecho más que crecer por ser especialista en darle un punto original a la más pura tradición. El Beato era conocido por los Gamusinos y las Tetillas de monja, sus pastas artesanas más célebres.

Un chocolate de calidad con crujiente de torrezno

Desde la empresa explican cómo han conseguido mezclar el chocolate y los torreznos con éxito. Primero se cocinan en el horno a baja temperatura los torreznos en una cama de papel absorbente. De cada diez kilos de cerdo se obtienen cuatro, los otros seis kilos restantes es la grasa que se deshecha. Después se trocean los crujientes torreznos para mezclarse con mimo con el chocolate deseado.

El resultado final llega en forma de tabletas de chocolate con crujiente de torrezno de 125 gramos. Tras haber degustado los tres tipos esta es mi humilde opinión:

  • El de chocolate negro huele a chocolatería tradicional y te traslada a la infancia. En boca está muy bueno y su punto de sal intensifica aún más el sabor del cacao. Aunque parezca mentira no queda gusto a grasa porque es verdad lo que explican desde la compañía, toda quedó en el papel absorbente. Además, cada tableta solo incorpora un 10% de torrezno de Soria.
  • La gama de Chocorrezno con chocolate blanco sorprende, es sabroso y muy agradable. Me ha parecido muy rico aunque este tipo nunca haya sido de mis preferidos.
  • En cuanto a la tableta de chocolate con leche y torrezno destacaría que merece la pena probarlo y no es nada empalagoso partiendo de la base que el que siempre compramos en casa es el chocolate al 85%.

Carlos París, el responsable de El Beato, afirman que estos sabores se añade a los sesenta que ya comercializan y abre un gran abanico de nuevas posibilidades que probarán en breve. “Con picante, con frutos rojos o con otros alimentos de la tierra que nos propongan nuestros chefs de referencia de la región con los que siempre estamos en contacto”, concluye París.

El chocorrezno se convierte así en una rica opción para terminar una comida, darle un punto a un café o picar entre horas. Solo ten presente que no es bocado de diario porque sus calorías asustan como las de la mayoría de la repostería. Tal como indica la bibliografía en su versión de chocolate negro son 570,90 kcal por cada 100 gramos. En Uppers somos muy sanos, comemos estupendamente bien y somos muy deportistas. Creo que nos merecemos una onza de chocorrezno de vez en cuando.