Fue un icono de la moda punk en los años 70, y en los 90, una gran dama de la moda. Un recorrido así solo podía hacerlo Vivienne Isabel Swire, el nombre real de Vivienne Westwood, fallecida a los 81 años en su casa de Clapham, al sur de Londres. Fue su propia firma de moda la que anunció su muerte a través de las redes sociales, compartiendo que murió en paz y sin explicar la causa de la muerte.
Los Sex Pistols fueron los músicos por antonomasia de la cultura punk, mientras que Vivienne Westwood fue la encargada de vestirlo con el estilo que lo ha identificado hasta nuestros días: camisetas rotas, tachuelas, frases provocativas, colores neón combinados con estampados imposibles y todo aquello que implicara la ruptura con las convenciones.
Vivienne Isabel Swire nació en el condado inglés de Derbyshire el 8 de abril de 1941. Se casó en 1962 con Derek Westwood y en sus primeros años de casada trabajaba en una escuela de primaria mientras hacía sus propias joyas y las vendía en un puesto de Portobello Road. En esos años conoció a Malcolm McLaren, representante de los Sex Pistols, con quien fundaría la tienda Let It Rock en la calle King’s Road. Desde ese pequeño establecimiento revolucionó la forma de vestirse en los años más punkies, cuando ese estilo provocador conquistó al mundo. La tienda fue rentable durante muchos años, adoptando nombres tan provocadores como Too Fast To Live, Too Young To Die (Demasiado rápido para vivir, demasiado joven para morir), o Sex, escrito en un enorme neón rosa.
El cuero motero, los estilismos de los bajos fondos o el fetichismo inspiraron el estilo de Westwood. La estética punk llegó al máximo apogeo tras el primer concierto de los Sex Pistols en 1975, donde Sid Vicious y el resto de la banda lucieron modelos de la diseñadora, con cadenas, alfileres y cuchillas de afeitar, dando lugar a la imagen antisocial y transgresora ligada desde entonces al punk.
Poco a poco, el estilo de Westwood se consolidó, participando cada vez más en pasarelas exclusivas, como la del London Olympia, en 1979, donde Westwood y McLaren presentaron la colección Piratas, que se convirtió en efigie de los Nuevos Románticos. En los años 80, la diseñadora obtuvo el respaldo de los grandes de la moda, como Karl Lagerfeld, Jean-Paul Gaultier o Lacroix.
La diseñadora llegó a ser la marca preferida de muchas estrellas de la música, entre ellas, Marta Sánchez, a quien diseñó su traje de novia. Hoy, las redes recuerdan el parecido de ese traje nupcial con el de la cerdita Peggy en su boda con la rana Gustavo, también creado por Westwood.
Con desfiles triunfales en Londres, París, Milán y Nueva York, Vivienne Westwood se convirtió en sinónimo de estilo y también fue un referente social. Prestó su apoyo a distintas causas, como el cambio climático o el edadismo. De hecho, una de sus últimas colecciones fue la llamada 'Genderless', formada por prendas creadas para ser vestidas, independientemente de la edad o del sexo de sus portadores.
Paradójicamente, al igual que otros miembros de la cultura punk, la mujer que en sus inicios había despreciado el 'establishment' británico finalmente se convirtió en uno de sus principales referentes. Fue condecorada con la Orden del Imperio Británico por la reina Isabel II en 1992, entre otros distinguidos títulos otorgados por la soberana. Nada de ello le impidió seguir siendo la eterna rebelde, la actitud que terminó siendo su marca.