Hasta hace unos años, la restauración era la inversión favorita de las celebridades. Antonio Banderas tuvo una importante cadena de restaurantes en Málaga y Robert de Niro, otra no menos importante, con el famoso italiano ubicado en el barrio de TriBeCa, en Nueva York, como principal enseña. El actor norteamericano ha dado un paso más hacia el mundo del turismo.
El protagonista de 'El Cabo del miedo' o 'Taxi Driver' y sus socios, el chef japonés Nobuyuki Matsuhisa y el productor de cine Meir Teper se han unido para crear un nuevo emporio turístico: Nobu Marrakesh. Para ello ello han renovado el hotel The Pearl Marrakech, uniendo la experiencia local con diseños modernos. Se trata de un complejo de lujo cuyas suites sobrepasan los 500 euros la noche.
Nobu ha publicado un vídeo en Instagram en el que se muestra su apertura con paisajes emblemáticos y artesanía típica marroquí para atraer a los clientes, que, además, pueden disfrutar de paquetes especiales en el primer mes de su inauguración.
El nuevo hotel de De Niro destaca por su planta circular con una azotea panorámica y uno de los mayores spas del mundo en el corazón de la medina, muy cerca de la mundialmente famosa plaza Jemaa el Fna de Marrakech. Ofrece 71 suites de primera categoría que combinan elemento decorativos japoneses contemporáneos con la artesanía marroquí y obras de arte locales repartidas en tres plantas. El propósito de la decoración es reflejar la la filosofía japonesa del Kokoro: la armonía de corazón, mente y alma.
Desde su espectacular azotea se puede disfrutar de una panorámica de 360 grados con impresionantes vistas a las montañas del Atlas o a la Kutubía, una de las mezquitas más importantes de la cultura musulmana, 'hermana' de La Giralda sevillana. Para acompañar las puestas de sol, ofrece sesiones de DJ y artistas locales. Quienes prefieran otro tipo de ocio, el hotel también dispone de un club nocturno.
Estando en Marrakech, es fácil aprovecharse de la exuberancia local. El hotel alberga un jardín urbano y un elegante club de playa, diseñado en torno a una piscina circular para todas las estaciones, cabañas, solárium y relajadas zonas de comedor y bar. El restaurante servirá los mejores platos de la cocina japonesa, aunque también incluirá especialidades de la delicada gastronomía marroquí.
Por su parte, el comedor permanece abierto todo el día y sirve un menú internacional con las creaciones exclusivas del chef Nobu Matsuhisa. La cultura japonesa aparece en el mismo vestíbulo del hotel, donde se ubica un bonsái de enormes dimensiones.
Un hotel de esta categoría tiene que ofrecer un spa a la altura. Para ello, los responsables del establecimiento han contratado los servicios de La Perla: más de 2.000 metros cuadrados, 14 suites privadas para tratamientos, una piscina subterránea de mosaico y una zona hamán equipada con su propio salón, bañera de hidromasaje, baño de vapor y sauna.
En la parte fitness destacan los equipos Technogym de última generación, entrenamiento con pesas, clases en estudio, varios cursos de baile y entrenamiento personal.
Los eventos son también una de las propuestas destacadas del hotel. Pueden celebrarse bodas y fiestas de todo tipo. “Cada reunión que organizamos se convierte en nuestra máxima prioridad, garantizando que todos sus invitados reciban un servicio amable en cada momento, experimentando una verdadera fusión del sinónimo de hospitalidad de Nobu con la calidez marroquí para que su día sea sencillamente inolvidable”, explica la web del hotel, cuya construcción también responde a la estrategia del gobierno marroquí por posicionar a Marruecos como uno de los destinos favoritos del turismo de lujo.