En abril de 2016 Macarena Olona era una flamante jefa de abogados del Estado del País Vasco. Su trabajo consistía en detectar indicios de corrupción en las grandes operaciones mercantiles. Ese mismo mes, las autoridades de Andorra entregaban a la policía española un prófugo de la justicia. Este prófugo había logrado huir en un permiso penitenciario y era una pieza clave para entender la actividad de los Pujol en el paraíso fiscal de Panamá. Su nombre: Pablo Olona, padre de la mujer que investigaba delitos como el suyo, la mujer que pocos años después sería uno de los activos de Vox.
Macarena Olona ha hablado en contadas ocasiones de su padre. No se escabulle de temas espinosos, aunque las espinas se adentren su vida personal, como ha mostrado en la entrevista mantenida con Jordi Évole.
Su abrupta salida de la política no ha impedido que esta abogada siga generando interés. Su perfil mediático creció cuando, apenas unas semanas después de tomar posesión de su puesto como diputada del Parlamento de Andalucía, anunció que dejaba el partido, por "razones médicas". Desde entonces, no ha dejado de marcar distancias con la que fuera su formación, a los que tacha de "querer hacer negocio con la bandera de España". Además de las diferencias ideológicas con Vox, su entorno personal, explica algo de esta desconocida Macarena Olona.
Antes de saltar a la opinión pública, Macarena Olona supo lo que era crecer sin la figura paterna. Su padre, Pablo Olona, abandonó a la familia cuando ella era una adolescente. Olona de dedicaba al sector inmobiliario en Alicante, de donde es la familia y donde regentaba la empresa familiar. Tuvo negocios con los Pujol y con Javier de la Rosa. Además, fue condenado por insolvencia punible y por ayudar a la familia Pujol a introducirse en Panamá, uno de los paraísos fiscales que más aparecen en las investigaciones por blanqueo de dinero.
Toñi Choclán, la madre de la política, tuvo que hacerse cargo de la familia mientras trabajaba en la agencia inmobiliaria. "He tenido la fortuna de tener una madre que es una leona, que nos sacó adelante ella cuando mi padre se fue de casa. Yo tenía 13 años y mi hermana, 6 años", explicaba Olona en una entrevista para Diario Sur.
Pero lo más significativo no fueron los problemas de su padre con la justicia, sino sus adicciones. Como reconoció la política en la entrevista de Évole, fueron las drogas, el alcohol y la cocaína, lo que rompió los vínculos familiares. Hoy, según sus declaraciones, lo ve, incluso, como una señal de dignidad por parte de su padre. Sin embargo, en plena adolescencia, la falta de figura paterna le hizo entrar en una etapa de rebeldía.
Con los años, sin embargo, no ha querido guardar rencor a su padre. Con motivo de su fallecimiento, le dedicó unas emotivas palabras en redes sociales: "Anoche me comunicaron que mi padre, Pablo Olona, ha fallecido. Cargo ahora mismo con mi corazón para ir a buscarle y acompañarle a casa. Luchó hasta el último aliento. Sólo me consuela saber que por fin descansa. Se acabó el sufrimiento, papá. Te quiero".
Con la llegada a la universidad, Olona logró centrarse en sus estudios. La exdiputada de Vox se licenció en Derecho en la Universidad de Alicante en el año 2003, logrando ser Premio Extraordinario de carrera gracias a sus excelentes calificaciones.
Tras la vida universitario, llegó la vida de opositora. Macarena Olona empezó a estudiar la oposición para ser abogado del estado; necesitó cinco años para aprobar esta prueba, una de las más complejas de la Administración. Ingresó en el Cuerpo de Abogados del Estado en 2009, ejerciendo en Burgos y en Bilbao. Años más tarde daría el salto como secretaria del consejo de administración de Mercasa, la empresa pública que gestiona los grandes mercados mayoristas. En esos años, formó parte de la investigación de presuntas comisiones ilegales.
Su incursión política vino de la mano de Vox, cuando Santiago Abascal la eligió para convertirse en cabeza de lista por la provincia de Granada. Tres años más tarde, se presentó a la presidencia de la Junta de Andalucía y obtuvo un total de 14 escaños. Razones personales y discrepancias ideológicas hicieron que Olona dejara su puesto y volviera a su trabajo como abogada del Estado, después de insinuar que podría fundar una formación al margen de Vox, algo que aún no se ha concretado. Así respondió en redes a los que afirmaban que quería seguir viviendo de la política. "Te dicen que todos somos iguales. Que ahora solo busco seguir viviendo de la política. La realidad es que yo elijo seguir sirviendo a los españoles. Desde mi independencia. No. No todos somos iguales!, escribía en Twitter, junto a su sueldo 7.850,94 euros.
Macarena Olona ha mantenido su vida privada al margen del foco público. Solo se sabe que es una mujer de relaciones largas y estables. Después de terminar un primer noviazgo de diez años, se casó con un economista al que conoció en el Instituto de Empresa de Madrid. El matrimonio duró cinco años.
En 20219, a los 41 años, tuvo a Diego, su único hijo. El padre es su actual pareja: un guardia civil de "brillante trayectoria", según se ha publicado en algunos medios.
La maternidad trajo consigo un reposicionamiento vital que hoy es patente. De ser la peor crítica del feminismo y de la izquierda, es ahora portavoz de la violencia machista o la discriminación a los homosexuales o a los trans; entre ellos, Samantha Hudson, a la que no duda en calificar de "valiente" en sus redes.
Pero, además, se muestra empática con los distintos modelos de familia -como lo fue la suya propia- y afirma que en Vox nunca tuvo una posición relevante precisamente por su entorno familiar. A juzgar por sus declaraciones, tendremos Olona para rato: "¿Y ahora qué? Ahora a seguir luchando. Como todos vosotros. Porque nadie puede quitarnos el derecho a no resignarnos", afirma en su último post de Instagram.