Durante toda esta semana los ojos de medio mundo se han ido posando poco a poco en Londres, donde todas las miradas estarán atentas este sábado, durante la coronación de Carlos III como rey. Han sido meses de preparativos para que salga todo perfecto en unos actos que están perfectamente medidos, marcando diferencias con la coronación de su madre, Isabel II. La abadía de Westminster se viste de gala para recibir a los cientos de invitados que acudirán a presenciar los actos. Una jornada que estará llena de curiosidades, una de ella, con firma española.
Uno de los aspectos más destacados es que la lista de invitados, aunque abultada, será menor que la de la coronación de Isabel II, tan solo 2.200 invitados. Además, por orden del propio Carlos III se ha intentado hacer más sostenible toda la coronación, como las invitaciones, creadas en papel reciclado, así como el aceite en el que el arzobispo unge al monarca, que será vegano.
No obstante, la coronación tendrá toque sevillano. La sombrerería Fernández y Roche, que cuenta con más de 135 años de historia, fabrica sombreros para todo el mundo, incluido Reino Unido, hacia donde han salido unos 200 para la ceremonia de este sábado, donde muchos invitados lucirán sus chisteras.
“Un 20% de las chisteras que se vean están hechas aquí”, comentaba con orgullo Abraham Mazuecos, director general, a Nius. La única condición que se les puso es que debía llegar antes del 6 de mayo, día de la coronación, por lo que les “dio la pista de que van destinadas a ese evento”. Lo lucirán aquellos hombres que acudan con chaqué de día, antes de entrar a la abadía de Westminster.
Sus sombreros están hechos a partir de fieltro de pelo de conejo, liebre o castor que se somete a un proceso artesanal, a mano, que pasa por diferentes fases, como el entallado, el prensado o el planchado, para obtener el resultado final: unos sombreros que pueden alcanzar un precio de 800 euros.
No obstante, los sombreros no han sido entregados directamente a los invitados, sino a dos sombrererías londinenses con los que Fernández y Roche tienen exclusividad, tiendas de las que, además, la casa real británica son clientes. No obstante, cuenta con otros clientes, los principales son los judíos ortodoxos, aunque también han tenido más de un sombrero de cine: el de la cuarta entrega de ‘Indiana Jones’ fue obra suya.