Sun Valley, una pequeña ciudad del Estado de Idaho de apenas 1.500 habitantes, está repleta de aviones privados. En estos días la élite del mundo de los negocios, las finanzas, los medios de comunicaciones o de la industria tecnológica se reúne en la ciudad en una especie de campamento veraniego para los grandes millonarios del planeta donde celebran diferentes conferencias sobre negocios y economía. Comenzó ayer y tiene una duración de cinco días y no todo va a ser charlar sobre negocios o política, también hacen caminatas o juegan al golf.
Según Variety, este año entre los participantes de este evento organizado y financiado por Allen & Company desde 1983 están Mark Zuckerberg, Bill Gates, Oprah Winfrey, el presidente de Netflix, Reed Hastings, o Tim Cook. Pero la puesta en común de sus ideas sobre los distintos temas que tratan en las conversaciones no es lo más interesante. Quizá lo es más la lucha de egos entre ellos y los acuerdos que pueden llegar a cerrar durante estos días.
La primera guerrilla empieza cuando no han llegado, una lucha por el especio aéreo, por aterrizar sus jets privados en el aeropuerto Friedman Memorial y colapsar la ciudad una vez al año, probablemente el lugar con más millonarios por metro cuadrado. Todos ellos pasan por el centro neurálgico de todo esto, el resort Sun Valley Lodge, que cuenta con más de 100 suites de lujo, un inmenso spa, restaurantes, salones, salas de conferencias y lugares idílicos en los que se cerrará más de un acuerdo, hasta haciendo pesca de mosca.
¿Cuál? Eso todavía está por ver, pero en años anteriores fue allí donde Jeff Bezos formalizó la compra del Washington Post tras reunirse con Donald Graham durante esas jornadas, o la compra de Comecast a NBC Universal, que empezó a fraguarse en su campo de golf.
Hay hasta código de vestimenta, por así decirlo. Ya hemos hablado en más de una ocasión del lujo silencioso que la serie ‘Succession’ ha puesto en tendencia, la propia serie basa uno de los capítulos en una especie de Sun Valley. En el real todos los invitados reciben algún que otro regalo textil y visten, en general, de una forma bastante informal.
¿Qué se fraguará este año dentro de las instalaciones del Sun Valley Lodge? Lo sabremos a su debido tiempo, ya que si por algo destacan estas jornadas es por su discreción, que para algo son los grandes millonarios del planeta, sobre todo por los acuerdos que pueden llegar a cerrarse. Eso sí, puede que alguno de los paparazzi que cada año se acercan a la zona para intentar descubrir alguna información nos despejen las dudas en los próximos días de lo que ocurre allí este año entre los grandes magnates del mundo.