El interiorismo de la década de los 70 vuelve a estar de moda y se ha convertido en una de las tendencias mejor acogidas. El aire optimista, ligero y natural de sus ambientes está detrás del regreso de una decoración que los mayores de 50 recuerdan muy bien porque es el ambiente de su niñez. Los más jóvenes también pueden identificarla gracias a series como 'Cuéntame' o 'Mad Men'.
La prueba de que la tendencia es imparable es que Ikea, el gigante de la decoración, acaba de sacar una línea inspirada en esta década. Cuando un estilo decorativo llega al emporio sueco no es que sea 'mainstream', es que la clase media va a adoptarlo con entusiasmo.
De los colores alegres hasta los estampados psicodélicos, los 70 fueron realmente impactantes en la decoración de los hogares. Logró romper con muchos paradigmas y reglas de interiorismo. Unir la cocina al salón (lo que empezó a llamarse cocina americana), el uso de colores en espacios tradicionalmente austeros como la cocina o el baño o la llegada de las plantas al interior de la casas fueron algunos de sus hitos más destacados. Algunos de ellos no se han ido en estos 50 años y otros han vuelto con fuerza en pleno apogeo del estilo maximalista y ecléctico de estos nuevos años 20.
El estilo decorativo de los setenta traía aires de disfrute, bohemia y libertad. Por eso, muchos artistas y famosos de la épocas no dudaron en vestir sus casas en modo setentero. En cierto modo, correspondía a la traslación decorativa de su estilo de vida.
Dar el aire setentero a casa no es complicado. Como explican los expertos de Northdeco, tienda online de muebles de diseño, introducir materiales como el ratán y el mimbre ya sería un primer paso. No es necesario irse a las butacas estilo 'Emmanuelle', otro clásico de este estilo decorativo, que se adoptó en los hogares de medio mundo, incluido el de Julio Iglesias, que también lo usó para algunas de las portadas de sus discos.
Al margen del ratán en formato maxi, el estilo de los 70 sí pretende hacerle un guiño a los materiales naturales que traen el exterior al interior de las casas. ¿Qué otros recursos ayudan a dar el toque setentero a nuestras cosas?
El animal print es una de las tendencias más destacadas de los años 70, y su presencia en textiles como alfombras, cojines o tapicería puede darle a cualquier espacio un toque distintivo. Leopardos, cebras o serpientes, estos estampados aportan un toque salvaje y, al mismo tiempo, elegante.
La paleta de colores de los setenta es conocida por su audacia y vitalidad. Optar por tonalidades vibrantes como naranjas, amarillos y verdes puede transformar instantáneamente la atmósfera de cualquier habitación. Es interesante combinar colores contrastados para lograr un impacto visual auténtico.
El cuero fue un material icónico de la década de 1970, y su presencia aporta un toque de sofisticación y durabilidad. Sofás, sillones o accesorios en cuero, en colores terrosos como el marrón, contribuyen a la creación de un ambiente cálido y acogedor. De finales de los 60 es la silla Riaza, una de las creaciones más recordadas del decorador Paco Muñoz, artífice de la mítica tienda de decoración Casa y Jardín. Junto a las fibras naturales ya apuntadas, el cuero en tonos naturales y en su forma más rústica ayuda a crear ambientes relajados, naturales y alegres... puro años setenta.