Los hombres salen a la calle pisando fuerte presumiendo de cortes y de peinados incluso más originales y vanguardistas que las mujeres. Casi cada barrio cuenta con su propia peluquería y barbería a la que el público masculino acude asiduamente para mantener a raya el degradado o el tupé. En Uppers hemos conversado con un experto capilar para que nos ponga al día y nos explique cuáles son los mejores peinados para hombre que son tendencia este 2024.
David Barreña Moreno, que en enero de 2023 ganó el oro como mejor peluquero de España, nos recibe en su centro de peluquería y estética en la localidad valenciana de Aldaia; nos cuenta cuáles son los peinados que están ganando adeptos de cara a esta temporada.
En la última edición, celebrada en enero pasado, del Campeonato Nacional de Peluquería y Estética, que cada año promueve la Organización Nacional de Belleza (ONB), David Barreña Moreno quedó en quinta posición en la categoría masculina. Sin embargo, confiesa estar tremendamente encantado con su posición. Destaca que “la llegada de nuevos talentos al sector nos hace crecer y demuestra la relevancia que va adquiriendo el cuidado capilar en hombres, un campo que hasta hace unas décadas lo acaparaba la rama femenina”.
Los hombres se han vuelto exigentes a la hora de cuidar su imagen poniendo el foco de atención tanto en el rostro como en el cabello. Barreña explica que en su centro atienden al público masculino de todas las edades, lo mismo que a mujeres. Tal como subraya “los jóvenes suelen tener muy claro el corte que quieren y cuál debe ser el peinado”.
Como profesional, uno de sus cometidos principales es el asesoramiento. “A cada forma de rostro, edad y complexión le encaja un tipo de corte de pelo u otro. Se añade la valoración de la calidad y las características del cabello. Sin embargo, el público de menor edad no suele dejarse aconsejar, le interesa ir a la moda, aunque en ciertos casos no favorezca en absoluto”, asegura David Barreña.
En cuanto a los hombres de mayor edad, las preferencias son otras y sí tienen la costumbre de seguir sus recomendaciones. Detalla Barreña que “la longitud del cabello es proporcional a la dedicación. Los cabellos largos cuesta peinarlos y que el resultados sea el deseado. A no ser que sean de carácter más presumido, lo habitual es que carezcan de tiempo y ganas para domar al cabello utilizando productos o dando forma con secador”.
A partir de los 30 años, en general, “es común que necesiten un corte de pelo funcional que les permita peinarse rápido tras la ducha para ir al trabajo o después del gimnasio”, apunta Barreña. No obstante, “casi todos se miman el cabello y apuestan por cosméticos capilares que aportan cuerpo con la intención de sacarle más partido”.
De cara a 2024, las tendencias en el mundo masculino siguen enfocándose hacia “cortes de pelo degradado o en pico texturizados con gomina”. De todos modos, es la personalidad de cada uno la que impone el corte y el peinado. “Los más clásicos, a los que todavía no se les ha empezado a caer el pelo por el envejecimiento natural, se lo dejan a capas y largo. También es una forma de disimular las entradas cuando empiezan a ser incipientes. En cambio, los de carácter fuerte y atrevido se rapan la cabeza”, destaca Barreña.
Este año, los cortes que más están pisando son el pompadour, el quiff, el undercut, el fade cut o el césar. Dan pie a peinarse de formas distintas utilizando ceras, pomadas y fijadores, por ejemplo, si se acude a un evento. Así, con los acabados que proporcionan los productos capilares se borda con un toque elegante el vestuario.
En el corte pompadour se eleva el flequillo y se arrastran las puntas hacia atrás y hacia el centro, para formar una onda suave o un elegante tupé. Barreña puntualiza que el corte admite una gran personalización ya que cabe la posibilidad de engominarlo y peinarlo de lado o hacia atrás, dejar el flequillo a un lado en vez de formar el tupé y terminar el trabajo con un efecto mojado o en seco.
Por su parte, el corte quiff, donde los laterales se dejan más cortos, se despeja la nuca y se mantiene el volumen en el centro o en la parte superior de la cabeza, permite igualmente diferentes peinados. Además, el corte se ajusta difuminando más el degradado de los laterales o provocando un escalón para dejar caer una capa más larga de flequillo.
“Lo que es importante es prestar atención al inicio del crecimiento del cabello pues tiende a salir demasiado pelo en los laterales y en la sien desajustándose el corte”, puntualiza. La ventaja del quiff es que también “se puede arrastrar hacia a atrás, hacer una raya bien marcada a un lado, formar una honda o despeinarlo por completo”, desgrana Barreña.
En el undercut, la longitud del pelo en la parte superior incluso ofrece la posibilidad de formar una cresta que encaja muy bien con el degradado o el rapado de los laterales. En cuanto al fade cut luce un llamativo tupé que se desvanece en los laterales con un degradado sutil que termina casi a ras. Barreña recomienda “extender cera en las puntas después de secarlo con el secador para incentivar el movimiento del corte y despeinar metiendo los dedos de raíces a puntas para un resultado desenfadado”.
Otro corte que “ofrece una gran personalización según se peine es el césar, en el que todo el pelo queda con la misma longitud”. Hay muchas opciones como bajar el flequillo para tapar entradas y levantar las capas sucesivas en la misma dirección o en distintas.
David Barreña recuerda que para peinar cualquier corte es importante aplicar correctamente el producto capilar que se requiera. Por una parte, están las pomadas que proporcionan un acabado limpio, pulido y un brillo sutil o un aspecto mojado y brillante. Están formuladas a base de agua, para un retoque diario y ocasional, o a base de aceite, que dejan un cabello más rígido y una fijación duradera ideales para un pompadour. En su aplicación el consejo del experto es que menos, es más, ya que conviene empezar por una pequeña cantidad para distribuirla uniformemente por el cabello seco o ligeramente húmedo con los dedos o un peine.
Por otra parte, las ceras aportan textura y definición, pero no brillo y tampoco apelmazan. Además, proporcionan volumen a los cabellos finos. Se utilizan “para looks más naturales y menos elaborados”. Para su aplicación, “primero se calienta la cera en las manos y después se extiende solo en las puntas. A continuación, se meten los dedos entre el pelo desde la raíz a las puntas para terminar con un toque desenfadado y despeinado sin restar volumen”, explica Barreña
Por último, se puede aplicar gomina o fijador si se pretende mantener el cabello en su lugar con una fijación firme y duradera, sin embargo, resta naturalidad. Igual que con los demás cosméticos, la recomendación de uso es utilizar una pequeña cantidad y extenderla en el pelo húmedo o seco hasta que se distribuya en su totalidad y de forma uniforme.