Las cinco claves de Monica Bellucci para una buena vida a los 59: "Siento pasión por lo que hago"

A punto de cumplir 60 años, Mónica Bellucci está inmersa en numerosos proyectos. Además, como muestran las redes sociales brilla como una joya más en su papel de embajadora de Cartier. La legendaria jojería francesa ha elegido a la veterana actriz y modelo como embajadora de sus nuevas creaciones. Las primeras imágenes de la campaña muestran a una Bellucci espléndida, en la plenituz de su madurez. Además de su evidente belleza, las fotos de la actriz muestran a una mujer empoderada, conforme con su experiencia y profundamente serena. El ejemplo perfecto de una vida bien vivida. ¿Cuáles son sus claves?

El exterior: la dieta justa

La italiana sabe perfectamente lo que significa e implica envejecer y ella lo hace de una manera fluida, sin oponerse a ello, aceptando su edad y cuerpo, además de evitar los entrenamientos rigurosos y las dietas estrictas. Ella misma ha revelado en algunas entrevistas que haciendo honor a sus raíces italianas, come habitualmente vino y pasta, aunque esto puede tener 'truco': limitar la cantidad. Beber dos copas de vino al día, en el caso de las mujeres, no se considera consumo abusivo y, aunque es mejor no tomar nada de alcohol, no tiene las mismas consecuencias que un consumo mayor. Respecto a la pasta, si se toma al dente, como es habitual en Italia, su índice glucémico es más bajo.

En cualquier caso, Belluci admite que sí cuida la alimentación de manera más estricta cuando trabaja. En cuanto a ejercicio, le basta con hacer pilates.

En el interior: la edad de la empatía

En la campaña de Cartier, la actriz afirma que "Con la edad se despierta aún un deseo más intenso de cuidar al otro, de protegerlo". Belluci alude así a su capacidad para ser empática y, más aún, compasiva. Si la empatía consiste en conectar con las necesidades de los demás, la compasión da un paso más: entra en acción para ayudar si es preciso.

Frente a los demás: pasión y desapego

Parece una contradicción, pero no lo es. En la misma sesión, afirma lo siguiente: "Siento pasión por lo que hago. Pero cuanto más adulto te haces, más distancia tomas hacia ciertas cosas". Belluci ha encontrado en este equilibrio la clave de su serenidad. Se mantiene en activo con los proyectos que más le ilusionan, pero sabe que en la vida realmente no tenemos control cierto de nada. No podemos intervenir en todo, aunque tenga que ver con nuestra carrera profesional o nuestros seres queridos. Tomar distancia frente a lo que no está en nuestra mano solucionar es la clave de muchos hombres y mujeres sabios.

Cumplir con nuestro ikigai

"En la vida se nos dan dones. Cada uno tiene los suyos y es un deber cultivarlos". La actriz habla así de una de las claves fundamentales para tener una vida feliz: conocer nuestros dones y nuestro propósito, algo que suele estar conectado. No cultivar estos dones y no desarrollarlos en su máxima expresión es un desperdicio que impacta en cada uno de nosotros. Buscar cumplir con nuestro ikigai u objetivo vital nos llena de alegría, el combustible de la energía. Esa es una de las razones de que las personas contentas con su vida, como la propia Bellucci, logren resplandecer.

Asumir riesgos, también en el amor

Para Belluci, el amor de pareja lo es todo. En alguna ocasión ha declarado que el sexo es el ejercicio que le mantiene más en forma. En su vida personal, la actriz no ha dudado en asumir riesgos. Casada en primeras nupcias con el fotógrafo de moda Claudio Carlos Basso, contrajo matrimonio por segunda vez con el actor francés Vincent Cassel, padre de su hija Ava. La pareja se divorció hace unos años y rehizo su vida. Mónica Belluci comparte ahora su tiempo con Tim Burton. Con el director, que antes fue pareja de la actriz Helena Bonham-Carter, pasea feliz y sonriente por las alfombras rojas de medio mundo.

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