El pasado mes de abril se sabía que la Reina Letizia padecía un neuroma de Morton (inflamación de los nervios alrededor de los dedos) un su pie izquierdo. Menos de un mes después, se tropezaba con una mesa y se daba en el otro. Resultado: "fractura en la falange proximal del dedo central del pie derecho” según la Casa del Rey. Otros resultados: ante la imposibilidad cada vez más visible de mantenerse en 'bipedestación estática' (o sea de pie y quieta) la Reina ha tenido que cambiar su habitual taconazo por unas zapas mucho más cómodas pero no menos estilosas. Después de todo, hablamos de la musa definitiva de Victoria Beckham. Bienvenidos al 'barefoot'.
Sobre las zapatillas de la Reina, las que han llamado más la atención son las del modelo Geo Court III de la marca inglesa Vivobarefoot, cuyo precio es de 175 euros. 'Barefoot', que literalmente significa 'pies descalzos', es como se conoce a una tendencia actual en el calzado que usa suelas de muy bajo espesor, entre los 0 y los 3 milímetros, con el objetivo de reproducir las sensaciones de ir sin zapatos. ¿Para qué? Según la Clínica Podológica M.O. de Barcelona, porque este tipo de calzado "permite que los pies se flexionen y se adapten al terreno de manera más natural. También suelen tener una puntera más ancha para permitir que los dedos se extiendan y se agarren al suelo de manera más eficiente."
En el caso de la Reina el uso de estas zapatillas estaría justificado, entonces, por una cuestión de salud podológica, ya que entre los beneficios de del 'barefoot' están, según los especialistas, la 'reducción de lesiones' y la 'alineación de los dedos'. Además, aseguran "es importante destacar que la transición al calzado 'barefoot' debe hacerse gradualmente para permitir que los pies se adapten a esta nueva forma de caminar y correr. Además, no todas las personas experimentarán los mismos beneficios, ya que la respuesta al calzado barefoot puede variar según la anatomía y las necesidades individuales de cada persona".
¿Contradice esta tendencia toda la evolución del calzado que, precisamente, busca mejorar las condiciones naturales con las que se posan nuestros pies sobre el terreno? Hay debate sobre ello. Y en realidad no es un debate nuevo: desde los años 60 grupos de corredores (probablemente alineados con el 'retorno a la naturaleza' del pensamiento hippy) empezaron a hablar de este tipo de calzado, algo que no siempre ha sido bien vista por los médicos especialistas. A pesar de ello , no han dejado de crecer una serie de tendencias como el llamado "grounding, también conocido como 'earthing', que consiste precisamente en entrar "en contacto con la energía de la tierra a través de los pies", como nos explicaba Yolanda Peralta, farmacéutica y terapeuta bioenergética.
El 'barefoot' no es para todos. Por ejemplo, desde la Clínica Podológica, señalan que "las personas que han tenido lesiones en los pies, tobillos o piernas, o que tienen debilidades musculares preexistentes en estas áreas, pueden ser más propensas a sufrir lesiones adicionales al utilizar calzado barefoot. Es importante consultar a un podólogo antes de hacer la transición". Como ha hecho Letizia obligada por las circunstancias.