Hasta hace unos años se penalizaba cumplir años en el cine y en todos los ámbitos, sobre todo siendo mujer: a los 40 ellas ya se preparaban para hacer papeles irrelevantes o con poco peso en la trama, mientras que ellos seguían siendo sex symbols y grandes protagonistas. Esto sigue sucediendo, pero cada vez menos, gracias a la revolución de las mujeres maduras que juntas han puesto sobre la mesa los problemas a los que se han enfrentado y enfrentan, y de ello han hablado con conocimiento de causa grandes estrellas de más de 50 como Naomi Watts, Sofia Vergara, Jodie Foster, Nicole Kidman o Jennifer Aniston.
Junto a Anna Sawai y Brie Larson, todas estas actrices se han reunido en una mesa redonda organizada por The Hollywood Reporter como las actrices de drama en televisión más destacadas de la temporada para hablar sobre lo complejo que ha sido mantenerse en Hollywood, especialmente siendo mujer y al cumplir años en una industria que generalmente siempre ha sido machista.
Entre los temas, salió la menopausia, de la que Naomi Watts lleva tiempo hablando abiertamente desde que confesó le había llegado de forma temprana cuando los primeros síntomas aparecieron cuando solo tenía 36 años. La actriz confiesa que su periplo en Hollywood empezó tarde, con apenas 30 años, por lo que le habían aconsejado trabajar todo lo posible hasta los 40 y ya luego formar una familia. Es decir, aprovechar al máximo su juventud porque al envejecer el trabajo se iba a esfumar, o eso es lo que querían que creyese. Pero la menopausia llegó antes y durante años lo ocultó.
“Sentí que si alguna vez me atrevía a mencionar esa palabra me tildarían de acabada y obsoleta. Que sería un suicidio profesional poner ese tema sobre la mesa, aunque luego pensé que no tenía sentido. Las mujeres somos la mitad de la población y todas vamos a entrar en la menopausia en algún momento. Así que, ¿por qué no vamos a hablar de ello?”, confesaba liberada a sus compañeras durante la charla.
Sobre ello, Jennifer Aniston apostilló que había pasado por algo similar, especialmente ante la pregunta recurrente de por qué no ha tenido hijos, y sostiene sobre la menopausia que es una etapa en la que se entra “casi a ciegas. Es como si un alienígena invadiera tu cuerpo. Afecta a tu vida y a tu trabajo”.
Y sí que afecta al trabajo, los datos hablan por si solos. Un análisis que profundizó en las 100 películas con mayor recaudación en 2023 en Estados Unidos señalaba que solo el 15% de los papeles femeninos eran para mujeres mayores de 40 años, un 7% si se eleva la cifra a las actrices con 60 años o más.
Durante la conversación, las dos actrices también hablaron sobre sus primeras audiciones cuando no tenían tanta experiencia, especialmente sobre lo incómodas que resultaban las lecturas de guion en las que debían demostrar desde el inicio química y conexión con sus compañeros masculinos. En ese sentido, Watts recuerda que en una prueba no consiguió el papel tras un instante incómodo con un actor muy conocido. “Está claro que no hice un buen beso”, recuerda.
Por su parte, Aniston afirmaba que siempre ha sido bastante mala en ese tipo de audiciones y pone en duda el entorno que se crea en ese tipo de pruebas, que no ayuda a conseguir un mínimo de conexión con quien puede que sea tu compañero de reparto. “Si empiezas nervioso y te dicen que tienes que besarte con un completo extraño acaba siendo algo muy incómodo”, sostiene.
Todas ellas hablaron de la mirada masculina que siempre ha existido en todos y cada uno de los proyectos, desdibujando por completo las realidades de las mujeres. “Me sorprendía ver tantos guiones que mostraban que la única motivación de las mujeres era haber sido traumatizada por una violación. Parecía ser la única motivación emocional que los guionistas masculinos podían imaginarse para que las mujeres hicieran cosas”, recuerda Jodie Foster, que se alegra de ver cómo la irrupción de creadoras, con una mirada real, ha conseguido empezar a cambiar esto.
Una reflexión que apoya Nicole Kidman, resaltando la imperiosa necesidad de que exista una mayor presencia femenina en los equipos creativos de los proyectos cinematográficos y televisivos. “Trabajamos duro para poner a mujeres al mando, porque el punto de vista cambia de manera radical”, admite.
También hablaron de los límites, de saber decir que no, después de que Brie Larson asegurase que siempre lo ha hecho pese a que su respuesta pudiese incomodar a otros. Una actitud que valora en positivo Foster, alegando que es algo positivo “en las nuevas generaciones, que se sientan cómodos diciendo que no y estableciendo límites para decir lo que no les gusta. No sabía que eso era posible”.
Algo similar a eso es lo que aún le cuesta a Kidman, que no siempre ha sabido pronunciar ese ‘no’ y que aún ahora, a los 56, sigue trabajando en ello. “Parte de nuestro trabajo es sumergirnos en cosas que son muy incómodas, así que he tenido que aprender a no decir siempre que no puedo hacer eso”.
A lo largo de la conversación las actrices han asegurado como el apoyo entre ellas ha sido fundamental para poder sobrevivir como mujeres a la montaña rusa que supone una industria tan grande como Hollywood en la que, pese al cambio de paradigma, los cánones de belleza, la juventud o la competencia siguen estando presentes, aunque por suerte en menor medida. Un cambio en la industria que se ve en esa mesa, donde la mayoría de las actrices de drama destacadas de la temporada tienen más de 50, valorando la experiencia y la madurez de sus interpretaciones.