Las redes sociales están repletas de consejeros y consejos para llevar una vida saludable y ponerse en forma, sin embargo, la mayoría de los autores de los mensajes rondan los 30 años de media de modo que ciertas afirmaciones chirrían cuando quien escucha supera los 50. A veces la distancia es inmensa, pues hay grandes diferencias entre la educación recibida y las costumbres.
En Uppers te presentamos a cinco influencers hombres de más de 50 años que arrasan por sus post saludables, que son plenamente conscientes de la realidad actual de su generación y defienden que nunca es tarde para empezar a cuidarse.
Ciertamente, en un momento de su vida cada uno de estos cinco influencers decidió cambiar sus hábitos y redireccionar su camino. Todos ellos han centrado su proyecto de vida en el cuidado de su cuerpo y para ello también se miman psicológicamente, comen muy bien, duermen horas suficientes y hacen vida social. Tienen el convencimiento de que cumplir años no es una traba para su salud ni para su felicidad.
A la vista está, entre otros cometidos, trabajan como entrenadores personales de particulares y de profesionales, investigan la ciencia del ejercicio físico y predican con el ejemplo. Igualmente son conscientes de las limitaciones de cada persona o de su inexperiencia con píldoras que siempre animan y consejos inspiradores, lo mismo que en el bando contrario, están acostumbrados a lidiar con los mejores de su campo para que sigan demostrándose a sí mismos que son capaces de mucho más.
Colin Daring acaba de cumplir 54 años y hace auténticos malabares con una kettlebell, también conocida como pesa rusa, una bola de hierro, igual que una bala de un cañón que se ha fundido a un asa. No es un malabarista, es un deportista y un entrenador personal con tal fuerza en sus brazos que con una mano lanza al aire su pesa para cogerla al vuelo con la otra como si se tratase de una ligera pelota de tenis.
Sus seguidores se sorprenden de su increíble fuerza y le gastan bromas preguntándole si alguna vez se le ha caído la kettlebell en un dedo del pie. Colin Daring no deja nada al azar y le contesta que “si te sientes cansado o distraído... Es hora de tomar un descanso”. También le sigue la broma y le aconseja que no tenga miedo, “eso es parte de subir de nivel”.
El entrenamiento de Colin Daring empezó pronto, ya que su padre le enseñó siendo un niño cómo fortalecer su musculatura utilizando un simple banco en el sótano de su casa. También iban juntos a un parque cercano a su domicilio para hacer calistenia. Además de usar el propio peso de su cuerpo ha incorporado a su rutina kettlebells, piedras atlas, sacos de arena, mancuernas y mazas. La fuerza forma parte de su día a día, pero también el equilibrio con el que maneja el material. Actualmente se dedica a impartir talleres de kettlebell en gimnasios de Brooklyn al igual que al entrenamiento y a la formación a distancia.
A sus seguidores les anima a encontrar una rutina de entrenamiento que no solo les ayude a mantener su físico sino que sea “mentalmente comprometido”. Es decir, Daring defiende que ver una serie subido a la cinta de correr no sirve de nada; es imprescindible “pensar en tenis, voleibol o baloncesto. Ejercicios que comprometan la mente y el cuerpo al mismo tiempo”.
En cada post, Bill Maeda informa del material que está utilizando, por ejemplo, una banda elástica de resistencia, y el ejercicio que está practicando junto a su edad y la fecha y la hora exactas. Así se recuerda así mismo y a sus seguidores que haber cumplido 55 años no significa nada.
En este caso, Bill Maeda, que nació en Hawái, también empezó a dedicarse al deporte y al entrenamiento muy joven, en 1987. Cuenta que distintas experiencias de su pasado, entre ellas un trastorno de estrés postraumático o una adicción, le ayudaron a entender la importancia de conocer profundamente el cuerpo y también la mente. Bill Maeda explica que le gusta dedicarse al entrenamiento personal porque cada cliente, aunque tenga el mismo objetivo “requiere un enfoque flexible y adaptable que amplia mi perspectiva sobre cómo enfocar el trabajo”.
Tras diversos reveses como un cáncer de colon del que se ha recuperado y el fallecimiento de su madre, empezó a salir de la crisis en la que se encontraba cuando en el confinamiento grabó un vídeo mostrando cuántas flexiones era capaz de hacer en 10 minutos. El vídeo se viralizó y le empezaron a llegar comentarios muy positivos. Con todo ello decidió dejar de compadecerse “redirigir esa energía a servir, enseñar y, como mínimo, entretener a cualquiera que me concediera unos momentos de su tiempo para ver mis vídeos."
El consejo de Bill Maeda es esperanzador para cualquiera que quiera iniciarse en el deporte. Según sus palabras hay que empezar por unos ejercicios muy breves, fáciles y que no impliquen un gran esfuerzo para no cansarse. El objetivo es que se puedan repetir para crear poco a poco el hábito. Es mejor incluso hacerlo en casa para que no obligue a desplazarse ni a quedar con nadie. Al principio recomienda dedicar cinco minutos exclusivamente e ir ampliando el tiempo minuto a minuto, avanzando lentamente, hasta que la actividad se transforme en una costumbre que se desea llevar a cabo.
Bryan Krahn tiene 50 años y desde los 30 se dedica a estudiar la ciencia del ejercicio y el entrenamiento pero no participa en competiciones. En comparación con los anteriores su cifra de seguidores es mínima, sin embargo, acumula éxitos cada día gracias a que se apoya tanto en una base científica como en diversas iniciativas que ha comprobado que funcionan como su programa Max Muscle en 50.
Bryan Krahn asegura que los entrenamientos han de llevarse a cabo pensando en el día siguiente, es decir, en evitar lesiones con vistas a la longevidad. Defiende ante todo no realizar un ejercicio que cause dolor porque hay multitud de alternativas; que sea seguro, lo que evita hacerse daño; y hacer más repeticiones con un peso ligero en vez de apostar por grandes pesos.
Durante años Brad Schoenfeld compitió como culturista. Ahora, a sus 61 años, es profesor en el Departamento de Ciencias del Ejercicio y Recreación del Lehman College en Nueva York e investiga el desarrollo muscular y la pérdida de grasa. Se define como “destructor de mitos sobre el fitness” y ha escrito dos libros: El plan muscular MAX y Ciencia y desarrollo de la hipertrofia muscular.
Principalmente ofrece alternativas para el entrenamiento teniendo en cuenta que una persona de 50 años no se recupera de la misma forma ni igual de bien que otra de 20 años. Con ello deja claro que se debe ser consciente de las capacidades y limitaciones físicas individuales adaptando pesos y frecuencias.
Hace unas décadas Cameron Shayne, que se define como entrenador profesional de movimiento y longevidad de atletas, fundó la Universidad de Budokon. Se trata de un concepto que engloba un conjunto de movimientos mixtos que se inician en el yoga y en las artes marciales, para incorporar movilidad, locomoción animal, meditación y ciencias de la vida.
Igualmente, Shayne se ha especializado en el entrenamiento de jiu-jitsu brasileño, lucha, judo, sambo, shoot wrestling y artes marciales mixtas, entre otras. A sus 52 años es cinturón negro en taekwondo estilo olímpico, en Yoshukai japonés Karate-do y en Jiu-Jitsu brasileño.
Según sus palabras, “la longevidad deportiva depende en gran medida de la movilidad de las articulaciones”, es decir, se mantendrán saludables siempre que tengan “movilidad, flexibilidad y fuerza".