El deporte es uno de los grandes pilares de la vida de cualquier persona para mantener una buena salud. No todo es ir al gimnasio, sino mantener una vida activa que mantenga el cuerpo en forma evitando el deterioro físico. Aunque no lo parezca, evitar una vida sedentaria tiene una gran repercusión en el futuro, pudiendo llegar a los 70 con más o menos dolencias o con un físico y unas funciones similares a un joven de 30.
Sobre esto se centró una investigación publicada en el Journal of Applied Physiology, donde los expertos incidieron en la importancia que tiene el deporte y el ejercicio hecho durante toda la vida y su impacto en la mediana edad y la vejez, pudiendo tener grandes beneficios en la forma física de las personas.
El estudio se basa en la investigación de los expertos de la Ball State University de Muncie que se centraron en comparar a un grupo de hombres y mujeres de edad avanzada para comparar el estado físico de quienes habían tenido una vida más activa frente a los más sedentarios.
Los datos muestran que el envejecimiento es un proceso por el que pasan todos los cuerpos. Sin embargo, aquellas personas que habían hecho deporte a lo largo de los años mantenían una capacidad aeróbica superior a la media de su edad, como si biológicamente tuvieran unos 30 años menos.
Cierto es que la muestra se recogió en personas que habían vivido el boom del deporte o de correr que surgió a partir de la década de los 70, una primera generación que empezó a incluir el deporte en su rutina diaria.
De esta manera, pudieron comprobar que los músculos de las personas de 70 años que habían hecho deporte regularmente durante su vida podían llegar a compararse con los de algún joven de 25 o 30 años. Por tanto, no solo tenían unos músculos más preparados que quienes habían llevado una vida más pasiva o sedentaria, sino que su sistema inmune, corazón y cerebro también era más sano.
Aquellos que eran más activos tenían una capacidad aeróbica por debajo de personas jóvenes, pero era un 40% superior a personas de su misma generación que no habían hecho deporte regularmente. No obstante, los propios encargados del estudio sostienen que son necesarias más investigaciones debido a que en este caso no se han tenido en cuenta otros factores que podrían ser determinantes en los resultados, como puede ser la genética, la dieta e incluso la posición social.