Feng Shui: cómo aplicarlo en la habitación de un directivo, un adolescente y un mayor de 65 para hacer de su entorno su paraíso

  • Astrid Izquierdo, autora de 'El pequeño libro del Feng Shui': "antes de un proceso de armonización hay que hacer un vaciado para sentirnos ligeros"

  • "El Feng Shui ayuda a crear el espacio para que entren nuevas oportunidades a nuestra vida"

  • "Los temas pendientes o que vamos posponiendo nos roban energía"

Astrid Izquierdo se dedicó durante años al negocio editorial. Su escritorio estaba lleno de papeles y la agenda, rebosante de tareas. Estar hasta arriba era lo que en aquella época de ejecutivos agresivos acreditaba a los trabajadores como empleados modélicos. Un día Izquierdo decidió dar un paso adelante, optar por el autocuidado y ayudar a los demás a mirar hacia su entorno y hacia adentro. Y en esa tesitura encontró el Feng Shui, la disciplina milenaria que nos ayuda a reconciliarnos con nuestro hábitat y transformar nuestro hogar en nuestro paraíso. 15 años después de ese paso, en aquel momento arriesgado, Astrid Izquierdo ha publicado 'El pequeño libro del Feng Shui' (Alienta Editorial), una guía completa para acercar de manera práctica y cercana los fundamentos de este modo de vida y las implicaciones en nuestro día a día.

¿Por qué te decidiste a estudiar Feng Shui?

Me decidí cuando aún trabajaba en el sector editorial. Era una época de mucho estrés, y me sentía muy incómoda en las oficinas. Siempre he tenido una sensibilidad y un interés por los espacios y fue en esa época cuando cayó en mis manos el primer libro de Feng Shui. Esa lectura revolucionó literalmente mi vida, confirmándome lo que sentía, el desgaste que puede generar un espacio inarmónico y una mala ubicación.

Y quisiste seguir formándote de manera autodidacta

A partir de ese momento seguí leyendo e investigando sobre el efecto de los espacios en el ser humano, hasta el punto que decidí salir de mi zona de confort con un trabajo bien remunerado y donde me sentía reconocida para dar un giro a mi vida.

Con cada lectura crecía más y más mi necesidad de difundir este arte que bien aplicado mejora el bienestar de las personas. Me invadió un fuerte deseo de inspirar a cuantas más personas mejor a transformar sus espacios y sus vidas, impulsarles a crear espacios armónicos, creativos y estimulantes.

¿Qué te atrajo del Feng Shui?

Lo que me atrajo más de este arte fueron sus principios básicos, basados en la profunda observación de la naturaleza y sus ciclos. Me fascinó la profundidad y la sabiduría que encierra.

¿Qué objetivos persigue?

El primer objetivo es ayudar a las personas a que tomen conciencia del efecto que genera en sus vidas el espacio que habitan. La toma de conciencia es el motor ilusionante para pasar a la acción. El objetivo final es la conquista de la armonía en nuestros espacios y en nuestras vidas.

¿Hay algunas pautas generales que sirvan para todo el mundo?

No me gusta generalizar porque cada caso es único y el Feng Shui bien aplicado (si se desea profundizar) tiene muy en cuenta la singularidad de cada persona y de cada familia. Pero sí hay unas pautas generales que puedo recomendar sin miedo a equivocarme como son eliminar de tu hogar todo aquello que no te sea útil o no te guste. Es importante hacer un trabajo de vaciado antes de iniciar un proceso de armonización. Cuando vaciamos nos sentimos al momento más ligeros y con la energía renovada, además de crear el espacio para que entren nuevas oportunidades en nuestra vida.

¿Qué otras pautas son también importantes?

Evita tener objetos y aparatos estropeados, repáralos o tíralos. Los temas pendientes que vamos posponiendo nos roban energía. Por último, es importante evitar la mezcla de funciones, como por ejemplo teletrabajar o tener aparatos como bicicletas estáticas o cintas de correr en el dormitorio. La mezcla de energías dificulta un descanso reparador.

Pensando en casos concretos, por ejemplo, un directivo, un adolescente y un mayor de 65 años, ¿cómo tendrían que situar el sofá, el escritorio, la cama o el armario para favorecer la armonía?

En los tres casos la mejor ubicación del sofá, la mesa o la cama para un mayor bienestar y armonía es la que genera sensación de seguridad y protección. Esto significa evitar situar estos tres elementos en medio de una fuga energética; es decir, en medio del recorrido entre una puerta y una ventana (o entre dos puertas). Es importante tener un buen respaldo.

En el caso de la mesa del directivo, evitar trabajar de espaldas a la puerta. Es importante situarse en el lugar de mayor visión del espacio y con una pared detrás que proteja la espalda, esta ubicación es la que en Feng Shui se conoce como la zona de poder porque tienes el control del espacio y no te roba energía y, como consecuencia, eres más productivo.

Respecto a la cama siempre recomiendo un buen cabecero de madera y evitar tener estanterías o cuadros pesados encima.