Parece que cuando vemos un producto vemos eso, un artículo, un objeto, sin más. Pocas veces nos planteamos qué hay detrás, qué quiere contar la marca con ese diseño, con esos colores que ha utilizado o simplemente qué representa su lanzamiento. Porque sí, hay artículos que cuentan historias y marcas que son historia. De unas conocemos más, de otras algo menos, pero cada cual tiene sus particularidades, eso que las hace tan especiales a los ojos de muchos de sus clientes. Los relojes son objetos que utilizamos diariamente en cualquier formato y a los que no le damos la importancia que tienen. Muchas de sus marcas tienen una gran historia detrás, como Hublot.
Una de las marcas de relojes de lujo más importantes y cotizadas realmente no es muy antigua, pues justo en 2020 cumple sus primeros 40 años y, seguramente, le quedan muchos más por vivir. Fue fundada por el italiano Carlo Crocco, con unos diseños que siempre han sido sencillos, pero con grandes materiales y unas líneas de diseño que le dan ese toque elegante y que la convierte en una de las firmas preferidas de los deportistas.
Si por algo se caracterizó desde un inicio fue por el uso de caucho para su correa, algo que hizo que grandes personalidades se fijasen en esa marca que acababa de nacer de Suiza. Pero como con todo, poco a poco el éxito comenzó a desinflarse un poco a pesar de tener ese diseño deportivo tan innovador, por lo que Crocco tomó una decisión que marcó el rumbo de la firma al convencer a Jean-Claude Biver de convertirse en el CEO de la empresa a partir de 2004, una elección más que acertada que ha llevado a Hublot a estar en primera línea a día de hoy.
En 2005 Biver vive su primer éxito al frente Hublot con el lanzamiento del modelo Big Bang, un reloj complejo en todos los sentidos por la cantidad de componentes que necesitaba. Luego comenzaron a llegar nuevos modelos para terminar de asentar la marca, como el Magic Gold, que une oro y cerámica. La era Biver catapultó a Hublot a una gran exposición, pero en 2008 el grupo LVMH, líder mundial en productos de lujo, adquirió la marca a su catálogo para completar de relojería.
El grupo se hizo con Hublot por unos 470 millones de euros, mucho más de lo que se facturaba cada año, por lo que sin duda LVMH estaba apostando, y muy fuerte, por la marca suiza de relojes. Muchos vieron riesgo de que la identidad o el proyecto que Hublot había conseguido en esos años se echase a perder, pero Biver mantuvo que la senda que se había sembrado durante esos años seguiría vigente y así fue. Hublot no ha parado de crecer, ahora siendo una firma respaldada por uno de los grandes grupos de productos de lujo.
La apuesta fue muy fuerte y en 2012 presentó el reloj más caro de la historia, valorado en cinco millones de dólares al contar con más de 1.200 diamantes, un proyecto que duró 14 meses y en el que un equipo de 17 personas se involucró al 100% para poder sacarlo adelante.
Ya te adelantamos que muchos deportistas pusieron rápidamente sus ojos sobre Hublot, en especial el mundo del fútbol, pues la marca ha sido cronometrador oficial de varios clubes, además de sacar en más de una ocasión una colección de relojes oficiales para el Chelsea o el Benfica, entre otros. También ha tenido sus propios embajadores, como el mítico Pelé, José Mourinho o Kylian Mbappé. Es más, el mundo del atletismo también se convirtió en embajador con el hombre más rápido del mundo, Usaint Bolt, que no dudó en colaborar con la marca.
De lo último que ha sacado Hublot ha sido su apuesta por el smartwatch con Hublot Big Bang E, con pantalla digital pero manteniendo su calidad en materiales y su diseño característico, aunque implementando toda la tecnología que podemos imaginarnos, compatible tanto con Android como con Apple. Eso sí, su precio es de más de 5.000€ en sus diferentes versiones. La calidad, y la historia, hay que pagarla.
Detrás de cada reloj hay una historia, y tras los Hublot se esconde una compleja, en la que poco a poco escaló puestos hasta convertirse a día de hoy en una de las marcas más aclamadas por los amantes de los relojes del pulsera.