La cosa empezó como esas primeras citas con alguien a quien acabas de conocer. Te peinas, te arreglas y maquillas. El cuerpo huele a perfume fresco. Pero casi un mes de encierro da para mucho y el teletrabajo se ha rendido definitivamente a la descompostura más absoluta. Hay placeres, como dirigir un equipo en picardías de encaje o planificar en gayumbos, que ni habíamos soñado. El teletrabajo nos vuelve más descocados, pero también más libres. Y todo lo que vamos perdiendo en pulcritud lo ganamos en gracia.
Alejandro Sanz decidió ponerse el pantalón del pijama cuando supo que antes que él intervendría Miguel Ángel Revilla, un hombre que no se caracteriza precisamente por el don de la concisión. Desde que las cadenas de radio y televisión enviaron a buena parte de sus plantillas a casa para protegerlas del coronavirus sin dejar de emitir en directo, estas escenas son parte de nuestra cotidianeidad. Juegan con la confianza de saberse amados por siempre jamás, aunque cualquier día de estos acabaremos pidiéndoles un espacio en su ropero y otro en el baño para nuestro cepillo de dientes.
Instagram y otras redes sociales se han convertido en genial escaparate de los looks de andar por casa de muchos personajes populares. Lo que viene a continuación es solo una muestra.
A buena hora se habrían molestado los diseñadores en su colección de primavera de haber sabido que el confinamiento nos reduciría de improviso a simples bustos parlantes. Pero hay vida de cintura para abajo, aunque la cubramos con un simple pijama de cuadros. Damos fe de ello después de ver al periodista de Mediaset Javier Ruiz enseñando uno de los conjuntos más estilosos de la clausura: americana y pijama.
¿Quién dijo que la ropa de cama estuviese hecha solo para dormir? El atuendo del presentador es una de esas mentiras piadosas que nos alegran el día en plena pandemia y aligeran la carga tanto de la franela como de los datos. Antes que él y hace ya tiempo, David Cantero había confesado que más de una vez ha llegado a presentar en pantalón corto. Es evidente que el hábito no hace al monje, a pesar de que el Opus haya advertido a sus feligreses de la conveniencia de no escuchar la misa ni en pijama ni en chándal.
Radio, cazuelas y fútbol. De esta guisa se presenta Carlos Herrera a sus oyentes. Cada día un plato y la camiseta de un equipo de fútbol diferente. Y sin perder señorío. Si hasta Bridget Jones encontró el momento apropiado para sus jerseys con renos estampados, disfraces de conejita de Playboy y la braga faja de abuela, ¿por qué se iba a privar Herrera del capricho de vestir deportivamente? Los datos de audiencia han confirmado que este punto de desvergüenza parece animar a los oyentes.
Acudimos en su auxilio porque los hay que, directamente, han dejado de vestirse y. otros que se han abonado perpetuamente a un mismo pijama (suscripción Netflix incluida). ¿Qué piensa de ellos quien parece abrir los ojos ya de punta en blanco? "Mal. Hay normas que son primarias: limpieza, peinado impecable, maquillaje en su justa medida y un mínimo de corrección desde la cabeza a los pies".
Es de agradecer un punto de exquisitez en estos días de confinamiento en los que el alivio de burlar algunos códigos puede traspasar la raya. "Hay que vestirse -insiste- y hay que hacerlo bien. Por respeto a uno mismo y a los que nos ven y por una cuestión de higiene muy elemental. Estar limpio desde por la mañana y verse bien es muy importante para no tocar definitivamente fondo". ¿Su truco? "Estar siempre lista por si me llaman sin previo aviso por videollamada".
Olga Flórez, productora de Fénix media, enviaba un mensaje a través de su cuenta de Facebook el 27 de marzo compartiendo sus rutinas: intercambio de llamadas y mensajes con sus seres queridos para saber cómo se encuentran y videollamadas de trabajo.
"Personalmente -escribe- paso un rato agradable cuando las hacemos. Hasta pienso en qué me voy a poner por arriba, para tener un aspecto agradable. Por debajo me dejo las mallas. Ja, ja". En otro mensaje confesaba que se pone unas notas de perfume. Como ella dice, "tendremos que seguir buscando pequeñas alegrías en el día a día".
El actor y político nos regala algunas pinceladas de su vida confinada en su casa valenciana. Ordenador en ristre para sus gestiones políticas, videoconferencias a diario, mancuernas, yoga, recetas de la abuela Hortensia y aplausos a eso de las 20:00 h. Sobre todo, mucha disciplina y una ropa para cada ocasión, pero sin dejar la etiqueta deportiva.
Es difícil superar a Sean Connery en '007: Desde Rusia con amor' con su perfecto combinado de camisa y calzoncillos. Quizá por eso, José Coronado nos invitó a dar rienda suelta a nuestra imaginación para adivinar qué llevaba en la parte de abajo durante una aparición en televisión desde casa en la que dejaba ver una camisa. Confesó que, en cuanto a vestimenta, el encierro le estaba dando la libertad de sentirse muy a gusto.
Lo dijo Manolo Lama en Twitter el 5 de abril con una barba que nos descolocó. Junto a su nueva imagen, el siguiente mensaje: "El confinamiento deja huella.... Hoy es un día para esbozar una sonrisa. Baja el número de fallecidos, de ingresos y de contagiados. Cada día más cerca. A por !!!!!!! EL BICHO!!!!!!"
Antes de que cunda el pánico, aclararemos que los hombres barbudos no tienen mayor riesgo de contagio, por más que la búsqueda en Google de "barba coronavirus" siga la curva ascendente que inició el mes pasado. La de Will Smith, más activo que nunca en sus plataformas favoritas, marca su nueva etapa como entrevistador que desvela, desde su aislamiento, los secretos mejor guardados de 16 humoristas veteranos.
Eduardo Inda, Rafa Nadal… Son muchos los que han decidido olvidarse de la maquinilla durante la cuarentena. ¿Qué importan ahora sus lanas si el único beso permitido es del emoticono que, además, viene con corazón? Pero, atentos, cuando las barbas del vecino veas cortar…
La imagen del teletrabajo hace que tiemble la imagen corporativa de muchas firmas. Para tranquilidad de la compañía de vuelos regulares y chárter WestJet, Kristen, una de sus azafatas, ha protagonizado junto a su marido, el cómico canadiense Wes Barker, un divertido vídeo en el que reproducen una jornada en la vida de una tripulante de cabina.
¡No desatemos la locura precipitadamente! Sí, el popular showman presentó su monólogo 'The Late Show' cubierto de espuma, pero lo hizo vestido con impoluto traje y corbata. "Para que os hagáis una idea de cómo sería un programa con una bañera, pero sin invitados, ni público, ni banda de música", escribió en su cuenta de Twitter. El ingenio que no falte, pero con este mundo que se está volviendo tan raro, cada vez empieza a ser más difícil que algo pueda ya sorprendernos.
Y si seguimos con nuestra mirada indiscreta, cualquier día nos vetarán la entrada a las redes como hizo la propietaria de un bar en el barrio malagueño de La Trinidad con los clientes que intentaban colarse en pijama o bata. Lo de entrar en bares, vestido o a medio vestir, nos suena ahora a tiempos de Maricastaña.