Terrazas y jardines perfectos: cómo preparar tus muebles de exterior y evitar que se desgasten
Andrea de VivarMadrid
Los muebles de jardín están preparados para su uso en exterior.Albrecht Fietz from Pixabay
Una limpieza periódica, adecuada para cada material, mantendrá los muebles de exterior en óptimas condiciones.
Los muebles de jardín están preparados para su uso en exterior.
Ya llegan los días de luz y calor y con ellos los jardines, terrazas y balcones, el decorado idóneo de comidas familiares y entre amigos, durante largas horas de ocio y de relax. De madera, de hierro, de fibras o de resina sintética, los muebles de exterior se convierten en el decorado protagonista. Pero, para que duren más y se conserven en buenas condiciones, es necesaria una limpieza periódica, adecuada según su material.
Tras un largo invierno guardados en condiciones que no siempre son óptimas, o sometidos a una climatología adversa, es momento de que luzcan en perfecto estado. Una limpieza regular evitará su deterioro que, cuando sea visible, requerirá un tratamiento de renovación. Aunque el mobiliario de exterior de calidad tiene un mantenimiento bastante sencillo, la lluvia, el sol y la suciedad pueden llegar a estropearlo si no le das ningún cuidado. Vemos su mantenimiento por materiales:
Muebles de rattan artificial: Limpiar la estructura y el ratán con agua jabonosa y un paño y enjuague. Las esquinas y pequeñas zonas de difícil acceso se pueden limpiar suavemente con un cepillo de cerdas de plástico blando.
Muebles de rattan natural: Este tipo de mobiliario se puede limpiar con agua jabonosa y un paño, pero asegúrese de que el paño está sólo húmedo, nunca empapado.
Muebles teca: Se puede limpiar la madera usando cepillo de cerdas de plástico suave y agua jabonosa. Para las manchas más fuertes, arena muy ligera. Esto revela el color de la teca natural, pero no pasará mucho tiempo antes de que vuelva otra vez su tono más oscuro, no obstante, se puede lijar ligeramente y aplicar un aceite claro.
Maderas duras: La madera de keruing, eucalipto y acacia puede se pueden tratar de la misma manera como la teca, sin embargo no tienen aceites naturales en su interior, por lo que pueden degradarse con el tiempo. Para mantener y preservar este tipo de madera al exterior, simplemente lijar y volver a aplicar aceite cada año.
Aluminio: Limpiar con agua jabonosa, aclarar y dejar secar al aire. También se puede limpiar con un cepillo de plástico de cerdas suaves también se puede utilizar para las zonas difíciles.
Plástico: Agua con jabón, un paño y un cepillo suave es todo lo que necesitas.
Una limpieza periódica, adecuada para cada material, mantendrá los muebles de exterior en óptimas condicionesPixabay
Algunos trucos imprescindibles
La ventaja de los muebles de bambú, de ratán y otras fibras vegetales es que son ligeros y resistentes, pero acumulan polvo. Para eliminarlo, utiliza un aspirador y lávalos con agua salada.
Cuando la fibra ha perdido color o está muy deteriorada, lo mejor es pintar los muebles con un aerosol, que penetra mejor en la trama.
Elimina las manchas de las telas con una mezcla de vinagre y bicarbonato frotando suavemente.
Dos veces al año aplica a los muebles de madera una protección extra con aceite de teca, aceite de linaza o lasur.
Restaura los muebles de hierro aplicando una capa de imprimación antes de pintarlo nuevamente. Empieza por la parte interior para terminar con la exterior.
Las manchas de óxido se pueden eliminar con una lija o un cepillo de alambre rígido. Lava, seca y aplica un antioxidante.
Da una capa de pintura o barniz antioxidante cada dos o tres años a los muebles de forja.
La pintura antihumedad es un básico para los muebles de obra.
Lo más práctico será tapar el desperfecto con un poco de cemento y una vez se haya secado.
¿Mancha en una lona? Dale con un paño humedecido en amoníaco y agua.
Lo mejor para eliminar las manchas de los cojines y colchonetas textiles es desenfundarlas y lavarlas en el momento. ¡Viva la lavadora!
Utiliza fundas protectoras para los muebles y las sombrillas.
En los períodos en que no usas el mobiliario de exterior conviene mantener las distintas piezas cubiertas con fundas protectoras para resguardarlas del polvo, la lluvia y otras inclemencias meteorológicas. Para que queden perfectamente cubiertas, las fundas disponen de cuerdas, ojales e incluso tiras de velcro, con los que se consigue fácilmente una correcta sujeción. Lo mejor es colocar los muebles sobre pavimento, ya que sobre el césped o tierra están más expuestos a la humedad.
Las fundas deben ser acordes a los diferentes tipos de muebles y elementos del jardín: sillas apiladas, tumbonas, mesas de distintos formatos y medidas, juegos completos de sillas y mesa de comedor, redonda, cuadrada, rectangular u oval, adecuadas para todos los tamaños y formatos. La transpirabilidad de las fundas también es importante si los muebles se guardan en un cobertizo, trastero o caseta de jardín. Existen varios tipos de materiales en función al tipo de protección que ofrecen.
- Poliéster resinado, altamente resistente a las condiciones meteorológicas desfavorables.
- Poliéster recubierto de poliuretano, un material transpirable, resistente a la lluvia, el sol y el frío.
- Poliéster transpirable con revestimiento impermeable, de alta resistencia en exteriores.
- Rafia de polipropileno con revestimiento impermeable y tratamiento anti rayos UV.
- PVC traslúcido, que protege de la lluvia y del polvo, aunque no es transpirable ni resguarda de los rayos UV del sol. Las fundas más económicas son de este material.