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Si por algo se caracteriza Apple es por sus diseños simples, aunque mientras tanto el interior de todos y cada uno de sus dispositivos siempre ha buscado ser revolucionario en cuestión de tecnología, siendo todas y cada una de las presentaciones de los aparatos de la marca todo un evento mundial. Detrás de la tecnología más puntera y los diseños más minimalistas hay un nombre: Steve Jobs. El fundador de Apple nunca fue alguien conocido por tener un estilo especialmente marcado, reconocible y único, más bien todo lo contrario. Siempre vistió de manera simple, sin buscar destacar entre los demás, tanto con las prendas de ropa como con los accesorios.
Precisamente en esos accesorios, a priori sin importancia más allá de ser los fieles de Jobs, se encuentran algunas joyas que han sido revalorizadas con el tiempo. Durante mucho tiempo, allá por la década de los años 80 un reloj era su fiel acompañante en cualquier lugar. No era un Rolex, ni un Hublot, ni un Breitling. En su muñeca llevaba uno de los Seiko más sencillos y baratos: el Quartz 6431-6030.
A lo largo de aquellos primeros años en los que Jobs comenzaba, probablemente sin saberlo, su carrera hacia el éxito, su fiel compañero siempre fue ese Seiko, un modelo sencillo sin grandes adornos. Una correa negra a juego con la caja que contaba con una esfera blanca y poco más que destacar. El reloj cumplía su función y parece que Jobs no le pedía nada más a su complemento estrella.
Si hoy en día hay una referencia para este reloj es gracias a la mítica sesión de fotos que Norman Seeff realizó al fundador de Apple junto al Macintosh, aquellas primeras versiones del Mac muchísimo más robustas de lo que conocemos hoy por los ordenadores de la marca.
La importancia de este reloj no es que sea máxima, pero sí una seña de identidad durante mucho tiempo para Jobs. Por eso mismo, en las dos veces que la vida del fundador de Apple se ha llevado al cine, los actores que se han puesto en su piel, Ashton Kutcher en ‘Jobs’, y Michael Fassbender en ‘Steve Jobs’, llevaban relojes muy parecidos a su Seiko Quartz 6431-6030.
Hace solo unos pocos años, en 2016, la fama de este reloj ya era conocida. Fue entonces cuando la casa Heritage Auctions decidió subastarlo por un valor muy superior al original de este Seiko. La subasta por semejante pieza llegó al punto de que fue vendida por un precio final de 42.500 dólares. Un total de 14 pujadores estuvieron en primera línea para hacerse con el reloj de Jobs.
Poco después se ve que Seiko vio un filón para su marca en el reloj insignia de Steve Jobs, lanzando una reedición limitada para la que unió fuerzas con Nano Universe con un precio bastante asequible, sobre todo si se tiene en cuenta el precio final de la subasta. Esta edición limitada costó unos 117 dólares, siendo una réplica casi exacta del reloj de Jobs.
Los relojes casi siempre guardan sentimientos o recuerdos especiales que hacen que sean marca personal de cada uno. Da igual si es más barato o uno de los más top de Rolex. Saber llevarlo acorde con el estilo de cada uno es más que necesario para no desentonar y llevar en la muñeca el complemento perfecto.