Quien tiene un súper deportivo sabe que tiene una gran oferta en cuestión de personalización en sus acabados y servicios para dejarlo completamente al gusto de cada uno. Pero Porsche parece que va más allá. Desde el día 1 de julio Porsche Design ofrece a los clientes, por ahora solo alemanes, la opción de personalizar su reloj como el quiera, pudiendo llevarlo a conjunto con el acabado de su propio Porsche. Si tener uno ya era algo exclusivo, tenerlo combinado con algo tan personal como un reloj elevará la elegancia de tu coche y de ti a unos niveles que nunca habías imaginado.
Desde la división de personalización de Porsche llevan más de 30 años adaptando cada uno de sus coches en las joyas de la carretera que sus clientes desean tener en sus manos gracias a la infinidad de acabados interiores y exteriores con los que cuentan, pudiendo personalizar cada uno a los gustos personales de cada conductor y creando piezas prácticamente únicas. Ahora también se puede personalizar el reloj. Por el momento solo está disponible en Alemania, pero se espera que en septiembre esta opción llegue a Gran Bretaña y Estados Unidos y a partir de ahí continúe su expansión por el mundo.
La posibilidad de contar con un diseño de reloj propio es algo innovador en el mundo del motor, pues poder llevar coche y reloj conjuntados es algo que prácticamente ningún fabricante ha conseguido, o por lo menos no con la cantidad de opciones de customización que ofrece Porsche. Entre las elecciones de personalización está la posibilidad de escoger el color de la caja, que está hecha de titanio, de la esfera, el color y el material de la correa o de otros detalles del cronógrafo.
Lo quieran hacer a su gusto o totalmente combinado con su Porsche, los clientes por ahora cuentan con la opción de hacerlo mediante la web de Porsche Design, en los centros Porsche o también de forma presencial con el asesoramiento de los expertos de Porsche Exclusive Manufaktur en la ciudad de Zuffenhausen.
Ya te hemos adelantado que la caja del reloj es de titanio, pero está hecho a medida y se puede elegir entre dos acabados distintos: uno en vidrio arenoso y otro en carburo de titanio de color negro. Mientras, para la correa parece que hay aún más opciones, ya que también puede ser de titanio o de cuero tintado en prácticamente cualquier color de los que Porsche cuenta en su gama. Por su parte, la correa puede contar con costuras que contrasten en las que se utiliza exactamente el mismo hilo que se usa para el acabado del interior de los coches de la marca.
Además, el cronógrafo del reloj es WERK 01.100 y ha sido desarrollado internamente. El rotor del reloj puede ser un diseño propio de Porsche Design, pero también puede tener la forma de las llantas de aleación con las que la firma automovilística cuenta en la actualidad en su catálogo del 911. A juego, el rotor incluye una cerradura en la que se encuentra el emblema de Porsche, aunque para rematar la personalización, se puede grabar cualquier mensaje en la parte inferior del reloj, lo que hará de él una pieza única.
Con los relojes de Porsche es como con sus coches, no hay que preocuparse porque la calidad siempre está más que asegurada, cuidando cada uno de los detalles de cada pieza que se fabrica. Desde que Porsche Design se fundó en Suiza en 2014, todos y cada uno de sus relojes se han desarrollado y fabricado de forma interna. Eso sí, Porsche creó su primer reloj en 1972, cuando la marca buscaba un regalo para sus empleados más longevos.
Quien le iba a decir a Porsche hace casi 50 años que en pleno 2020 tendrían la opción de personalizar sus relojes al gusto de cada cliente o incluso para llevarlo totalmente combinado con su vehículo. Realmente son simples detalles que marcan por completo la diferencia y dan un toque más que elegante a la conducción. La compañía tiene relojes que, sin personalizar superan los 7.000€, así que quien lo quiera a su propio gusto parece que tendrá que desembolsar una buena cantidad de dinero.