Dependiendo de la ocasiones y el nivel de formalismo nos vestimos de una forma u otra, llevamos unos complementos e incluso nos peinamos de forma distinta. En los hombres a veces son simples detalles los que marcan la diferencia entre un look y otro. Porque claro, con traje se puede ir informal o llevarlo de una forma más elegante según requiera el momento, y en eso tiene que ver mucho el calzado. El material, el color o su costura definen muy bien para qué ocasión se utiliza cada uno o a qué tipo de traje le sienta mejor. ¿Quieres descubrir un poco más?
Cada zapato es capaz de darle un toque distinto al look, jugar con sus tonalidades para resaltar el color del traje, optar por unos más informales para acudir a la oficina, otros más elegantes pero cómodos para grandes eventos… El mundo del calzado es más grande de lo que crees y saber combinar zapato y traje te permitirá marcar la diferencia en todo momento mientras guardas tu propia personalidad.
Ir a la tienda y hacerte con los que más te gustaban era tu forma de elegir zapato hasta hoy. Porque cada zapato representa un momento. El más elegante es el de costura prusiana, que ahora veremos sus distintas variables. El estilo Oxford es el más básico, pero dentro de ese formalismo es un zapato capaz de quedar bien tanto en cualquier día en la oficina como en una ocasión especial con un traje normal o un chaqué. Existen otras variaciones de zapatos con costura prusiana como el Legate o el Semi-Brogue, que incorporan a sus costuras punteados y formas distintas que lo hacen más informal, para el día a día, pero tampoco llegan a desentonar en una vestimenta más formal.
Por su parte, los zapatos de costura inglesa son algo más básicos, con una horma más ancha y con menos costuras. Sí que es verdad que más allá de la versión clásica hay otras más modernas, pero por lo general este tipo de zapato está destinado al uso diario y no solo para el traje, sino que también para ropa más sport, por lo que quedan fantásticos con un vaquero y una camisa.
Estos son los modelos más utilizados, pero no podemos olvidar los zapatos con hebilla, muy elegantes y perfectos para acudir a la oficina. Aunque con ellos no todo pantalón de traje vale, debe ser uno con poca caída, que quede por encima del zapato para que no se enganche. Luego están los mocasines, que se pueden llevar con traje perfectamente, pero siempre que sea de día, o con un vaquero o pantalón de vestir, a los que les da un toque más selecto.
Hay una forma de acudir a la oficina con un look más casual que últimamente está muy de moda, en especial durante el verano. Al optar por trajes más informales, frescos, claros y ligeros las zapatillas pueden ser el complemento que te haga marcar la diferencia. En trajes azul marino una zapatilla blanca es ideal, mientras que en otros trajes, como los azules claros, la zapatilla azul marina da ese toque de fuerza que el look necesita.
Sin duda la zapatilla se ha convertido en los últimos años en un complemento para hacer de los trajes un look más informal, juvenil y deportivo que queda genial a cualquier edad, siempre que se sepa combinar bien el traje con el tipo de zapatilla y su color.
Precisamente los colores tienen mucho que ver con el resultado final de cada look. En trajes negros lo mejor siempre es optar por un zapato del mismo color o, en el día a día, se puede usar un zapato rojo intenso con unas tonalidades entre el granate y el marrón que pueden convertirte en tendencia en tu oficina. Por su parte, para los trajes grises lo mejor es un calzado negro.
Para los trajes azul marinos hay dos opciones dependiendo de lo que busques. Si quieres algo elegante sin duda debes decantarte por un zapato negro, pero si quieres algo más informal, para la oficina o una cena con amigos los tonos marrones son perfectos, en especial el color coñac, que consigue realzar perfectamente el azul del traje y da un aspecto profesional y moderno.
El mundo del zapato es toda una odisea hasta conseguir el perfecto para cada ocasión. Si bien todos son maravillosos, su forma y color determinan la ocasión para la que es mejor utilizarlo. Saber jugar con ellos también es importante para resaltar tu personalidad y arriesgar con formas o estilos que no se suelen ver ni en la oficina ni en los eventos más selectos.