¿Qué es el síndrome de la desconexión emocional?

  • Almudena Sos, mentora y terapeuta persona y de parejas: "Vivir ajeno a tus emociones es sufrir una desconexión emocional"

  • " ¿Lo malo de la desconexión emocional? Que te pierdes la vida"

  • Al desconectarnos emocionalmente podemos desarrollar obsesiones, comportamientos compulsivos e incluso adicciones

Vivir haciendo cosas continuamente sin llegar a disfrutar del proceso. Tener muchas manías que antes no teníamos, no ser conscientes del momento. ¿Te suena? Si respondes de manera afirmativa puede que estés experimentando una desconexión emocional, un trastorno que puede darse en cualquier fase de la vida, pero que puede ser más frecuente a partir de los 50, cuando hay muchos frentes que atender y la agenda siempre está llena. Hablamos con la mentora y terapeuta personal y de parejas Almudena Sos para conocer las claves de este síndrome. 

¿Qué es el síndrome de desconexión emocional?

Dejar de sentir y estar ajeno a tus emociones. Convertirte en un 'cubito de hielo'. En nuestro día a día es habitual que dejemos de sentir. Vivimos en piloto automático. Pero podemos hablar de distintos grados de desconexión emocional: desconectarnos en algunos o muchos momentos del día, o vivir desconectados desde hace años y a nivel profundo.

¿Cuándo “deja una persona de sentir”?

Explicado de una manera muy simple, cuando lo que vive le supera. En esos casos una reacción inconsciente es “dejo de sentir y ni siento ni padezco”. ¿Lo malo? Que te pierdes la vida. Genera muchos problemas en tus relaciones. La otra persona lo percibe como que no la quieres, pero la persona que lo padece tampoco percibe el cariño de los demás. Esa frialdad acaba haciendo daño a todo su entorno pero, sobre todo, a uno mismo.

En mi experiencia personal y tras haberlo comprobado con miles de personas con las que he trabajado, un 90% de los casos, esa desconexión emocional ocurre de forma automática e inconsciente. Y en un 90 % de los casos, ese volver a reconectarse emocionalmente ocurre de forma consciente. Solo en un 10% de los casos la recuperación de la conexión emocional es inconsciente.

¿En qué situaciones concretas ocurre?

Cuando somos niños es una de ellas. Suelen venirme personas a hacerse terapia que no pueden recordar nada de su infancia. Es como si tuvieran toda esa época bloqueada.

En la mayoría de los casos han vivido situaciones que les superaban, que no sabían afrontar y han hecho un 'clic' y se han desconectado: problemas en la familia, enfermedades, peleas de los padres… Situaciones para las que el niño no tiene recursos.

A veces percibimos la desconexión de nuestros progenitores, padres o madres que están ahí de cuerpo presente pero emocionalmente no están, ya que permanecen ausentes. Igual se desconectaron hace muchos años de sus emociones también.

Es realmente fácil desconectarte de tus emociones. En el caso de una madre que he tratado recientemente, me comentaba que estaba en la comunión de su hijo y se la perdió; se trataba de uno de los acontecimientos más importantes de su vida, y se la perdió porque, aunque estuvo en toda la ceremonia, estaba pendiente de su marido, qué hacía y qué no hacía.

Hay padres que te dicen: “Estoy todo el día haciendo cosas por mi hijo, es el centro de mi vida”. Y aunque crean que es así, se mantienen en el hacer y están profundamente desconectados de sí mismos. Y esta desconexión la percibe la criatura.

¿Y en la relación de pareja?

En la relación de pareja, la otra persona nos toca heridas muy profundas. Hay un punto de la relación en la que empiezan a aparecer los problemas. A veces, es lo que hace el otro que nos hace daño. Otras veces, es algo que esperamos que haga el otro y no hace que nos produce un dolor tremendo.

El no saber gestionarlo y no pedir ayuda profesional en ese momento va a contribuir a que la herida se haga cada vez mayor. ¿Por qué? Porque muchas veces, ante ese dolor tan grande vamos a reaccionar desconectándonos emocionalmente. Y en el otro va a generar que su herida se agrande más todavía.

¿Puede darse también en la relación con nuestros padres, ya sea de niños o adultos?

Creo firmemente que venimos a este mundo a trabajarnos dos o tres temas muy potentes en nuestra trayectoria terrenal. Y nuestras relaciones más íntimas van a propiciar que hagamos ese aprendizaje. Pareja, padre y, sobre todo, madre. Nuestros progenitores o cuidadores nos van a improntar indefectiblemente.

Muchas de las cosas que nos ocurren en nuestra relación con nuestros progenitores nos van a activar heridas o, en muchos casos, producirlas. Eso va a marcar por dónde va a ir nuestro aprendizaje el resto de nuestra vida.

¿Cuánto influyen en esta desconexión el trabajo y el estilo de vida? 

Muchas veces usamos el trabajo y otras parcelas de nuestra vida para desconectarnos. Muchas de las personas que vienen a trabajar conmigo son empresarios y empresarias, grandes ejecutivos muy brillantes en su profesión pero con muchos problemas en su vida personal. Sobre todo de pareja y con la familia.

Les gustaría tener una vida en familia y con su pareja “como en las películas o como las parejas que ven por la calle”, pero no saben cómo hacerlo. Frases recurrentes en estos casos serían las siguientes: “Me gustaría sentirme apoyado por mi pareja…”: o “Mi pareja me echa en cara continuamente que no estoy por la familia tanto como por mi trabajo”… Son personas que se desconectan a través del éxito profesional. Es como una droga. Conseguir logros y más logros.

¿Has conocido muchos casos así?

Por ejemplo el caso de un CEO con el que trabajo que gana muchos millones pero es incapaz de sentir el cariño de su familia. También tengo el caso de una persona que en su casa está continuamente cuidando de los niños, de la familia, haciendo, haciendo y haciendo… No para de hacer cosas pero no tiene la sensación de sentir el amor de su familia. En mi experiencia con todos los casos en los que he trabajado, esa persona experimenta un cambio de vida total cuando vuelve a conectarse emocionalmente y eso repercute en todas las parcelas de su vida, familia, trabajo… y sobre todo la forma de vivir y percibir la vida uno mismo.

He conocido muchos casos de personas que en ese hacer y hacer eran muy buenos en su profesión, pero tras hacer un proceso de transformación personal profundo en terapia, han comenzado a conseguir su máximo potencial y realización, y con toda su consciencia.

¿Podrías comentar algunos mecanismos de desconexión emocional?

Con la mente: pensando y pensando, analizando… A las personas con las que trabajo les hago sentir. Muchas veces no es fácil, pero sé que en la mayoría de los casos se puede. Es distinto pensar que vives que vivir… a esto me refiero: haciendo y manteniéndote en el hacer, corriendo por la vida sin estar presente. O bien empezar a obsesionarnos, a tener comportamientos compulsivos o a desarrollar adicciones.

Podemos vivir más de 80 años, ¿no es normal que en algún momento desconectemos emocionalmente?

Me gustaría señalar que es habitual desconectarse de uno mismo en mayor o menor grado. Es un mecanismo automático de supervivencia. Pero, a la larga, hace que en el mejor de los casos vivas como un 'zombi', pasando por la vida sin pena ni dolor.

Si lo detectas porque no eres feliz en tu vida, busca ayuda profesional. Alguien que haya pasado por eso y te pueda ayudar. El desconectarte emocionalmente de ti y dejar de sentir, te va a ayudar a no sentir dolor pero vas a perderte muchas cosas por vivir. Cuando tomas la decisión de plantar cara a la vida y empiezas a hacerte terapia, por fin afrontas muchas cosas de las que llevabas quizás toda la vida huyendo. Y por fin encuentras la paz.