Un concepto que rodea el poliamor es que no hay límites que lo sustenten. Sin embargo, las relaciones poliamorosas implican vincularse emocionalmente con otras personas. Y siempre que hay interacción, sentimientos y emociones se suscriben una serie de acuerdos. ¿Cuáles? Depende de cada persona, cada relación y cada pareja o parejas. Pero existen. Lidia Manot, comunicadora especializada en No-Monogamia Ética y Relaciones Libres y autora del libro 'Más allá de la monogamia', habla de todo ello en Uppers.
Es quizá el prejuicio más extendido. Suele asociarse el poliamor a la primacía del individuo, independiente de su pareja o parejas. Pero para Manot, la infidelidad en el poliamor puede darse. "Sí, existe. Y es algo muy importante. Cuando abrimos la relación hacemos unos acuerdos de lo que queremos experimentar o no por ahora. Yo invito siempre a que sean acuerdos que se puedan volver a debatir con el tiempo porque es normal ir creciendo y evolucionando y que más adelante los deseos y necesidades sean otros.
Las líneas rojas son personales e intransferibles entre las parejas. Cada acuerdo va a limitar hasta dónde podemos llegar con las nuevas historias. "Mientras hemos ya decidido unos acuerdos y no se han vuelto a cuestionar, esos definen nuestra línea de fidelidad. Si tú y yo acordamos, por ejemplo, que tendremos siempre relaciones con preservativo con otras personas y un día yo no lo hago, eso es una infidelidad. Si acordamos que no repetiremos más de una noche con nadie y resulta que tú hace un mes que te ves repetidamente con otra persona y no me lo has contado, eso es romper acuerdos, es infidelidad", asegura Lidia Manot.
Más allá de la infidelidad, aunque sea ocasional, lo importante en cualquier pareja, sea o no poliamorosa, es ser leales con las personas a las que amamos. En eso, el poliamor no es muy diferente de las parejas monogámicas. Y la decepción cuando sentimos que esa lealtad se ha quebrado es la misma en cualquier práctica sentimental. Al fin y al cabo, las emociones son universales y no se dan de manera diferente entre las personas que deciden ser monogámicas o poliamorosos. Así lo confirma Lidia Manot: "Para mí la lealtad es saber que puedo confiar en que mis vínculos serán siempre sinceros y que puedo contar con ellos cuando me sienta vulnerable".