¿Hay que admirar a la pareja para tener una relación feliz como siempre se dice?

  • La admiración por la persona que nos enamora y a la que enamoramos se da de manera mágica al principio de la relación, pero decrece con el paso de los años: ¿cómo afecta esta pérdida a la calidad del vínculo?

  • Lara Ferreiro, psicóloga y autora de 'Adicta a un gilipollas': "En las relaciones instrumentales puede haber cariño, comprensión, respeto, compromiso, apoyo, buena comunicación... La falta de admiración se puede suplir con esas variables"

  • Nueve recomendaciones de experta para recuperar la admiración perdida

Quizá sea lo más difícil de preservar en el mundo de una pareja. La admiración por la persona que nos enamora y a la que enamoramos se da de manera mágica al principio de la relación. Pero no es ilimitada ni crece con los años. Al contratrio que otros sentimientos, como el afecto, puede decrecer con el paso del tiempo. De hecho, lo hace. ¿Cómo afecta esta pérdida a la calidad del vínculo? Si ya nos nos admiramos, ¿podemos seguir siendo felices?

Admirar o no admirar

"El rol que desempeña la admiración en una pareja es clave y fundamental. Si no hay admiración, no te puedes enamorar de la pareja. Forma parte del proceso del enamoramiento. Alguien impacta en nosotros de manera profunda y surge la admiración, algo que es básico porque nos lleva a la conexión emocional", asegura Lara Ferreiro, psicóloga, terapeuta de pareja y autora de 'Adicta a un gilipollas'. Para esta experta, el amor de pareja no se explica sin esta variable. "El amor tiene cuatro componentes: la parte mental, emocional, física-sexual y social. La admiración planea sobre todos ellos y ayuda a generar vínculos. Cuando te sientes admirado por tu pareja y tú la admiras a ella, es más fácil apoyarse y tener metas en común. Cuando te enamoras, generas oxitocina y es una especie de anestésico, no te peleas tanto y tienes una comunicación más positiva. Cuando admiras a alguien, le respetas, no le puedes tratar mal. La atracción sexual, además, hace que la admiración crezca. Es ese momento en el que nos encanta todo de la otra persona", explica.

Como parte menos positiva, a veces, esa admiración no está fundada en elementos objetivos. "Es verdad que a veces surge de la idealización, sobre todo en la etapa del enamoramiento, que dura de uno a dos años. Esa es la primera pantalla del amor. Luego se pasa a la segunda, que es la zona de tranquilidad. Y luego está la zona de crisis, que surge en torno a los cinco o siete años. Lo ideal es que la admiración se mantenga con el paso de los años, teniendo en cuenta que a veces creamos cualidades que no existen. Por eso, hay personas que se sienten defraudadas con el paso de los años y se preguntan dónde está la persona que conocieron, pero hay que entender que forma parte de la dinámica del enamoramiento".

Ladrones de admiración

La admiración de pareja es proporcional al enamoramiento: cuanto más enamorados estemos, más admiramos a nuestra pareja. Pero así como el enamoramiento de los primeros años va cambiando, ¿también lo hace el sentimiento de admiración? "Al principio, la admiración es efervescente e irracional, ves al otro como un ser perfecto... y luego te das cuenta de que duerme con pijama. El sentimiento de admiración ¡claro que cambia! Nosotros cambiamos porque somos seres dinámicos. Con los años, tendemos a admirar menos. Por eso, siete de cada diez matrimonios se acaban separando porque no cultivan esa admiración", señala Ferreiro.

Para la experta, el sentimiento no cambia solo por el paso del tiempo, sino por la manera en que evoluciona cada miembro de la pareja. "A lo largo de los años pasamos por diferentes desafíos, como puede ser la crianza de los hijos. Puede haber un descenso de admiración cuando ves que como padre es un padre ausente, por ejemplo. El estrés, los conflictos y los hijos son las tres variables que bajan mucho la admiración. Si hay conflictos en la dinámica familiar o problemas financieros es más difícil conectar con el amor. Las tareas domésticas, que siguen recayendo en su mayoría en las mujeres, son otro de los motivos por los que la admiración se va agotando. Tampoco podemos predecir cómo va a cambiar una persona con el paso de los años. Sobre todo, si la teníamos idealizada, es fácil decepcionarse", advierte la psicóloga.

¿Satisfacción sin admiración?

Según explica la terapeuta, la evolución estándar de una pareja es ir perdiendo cotas de admiración mutua o, al menos, la de un miembro de la pareja por el otro. Pero si es tan importante para la relación, ¿no estaría tocada de muerte? ¿Se puede tener una vida de pareja satisfactoria sin admiración? Ferreiro es contundente: "Va a ser muy difícil. Si no hay admiración, no va a haber enamoramiento", asegura.

El amor, por tanto, parece estar en el aire. Las parejas que están juntas es porque están profundamente enamoradas. ¿O no? "Puede darse una pareja instrumental, aquella que funciona bien, son buenos padres, forman un equipo... pero no hay admiración. Hay gente que así es feliz porque no necesita estar enamorada. En esa relación instrumental sí puede haber cariño, comprensión, respeto, compromiso, apoyo, buena comunicación... De alguna forma, la falta de admiración se puede suplir con esas variables", señala la experta.

Riesgos

Pese a todo, la psicóloga ve amenazas importantes para la estabilidad de la pareja cuando en la ecuación del amor falta la admiración. El primero de ellos es que propicia los desacuerdos. Si no se admira a alguien, es fácil que se cuestionen sus decisiones o su postura en ciertos temas. "La falta de admiración tiene muchos riesgos porque implica conflictos en la toma de decisiones, se va a discutir mucho", explica Lara Ferreiro.

Los conflictos externos, la evolución dispar de cada miembro de la pareja y las dicusiones continuas por terreno de abono para el otro gran peligro de las parejas que ya no se admiran: la infidelidad. "Si no hay admiración, veo muchísimas más probabilidades de que se sea infiel. Siempre recomiendo cultivar la admiración mutua", confirma la experta.

Cultivar el deseo

Admirar a la pareja con la que llevamos viviendo varios años puede ser un acto de voluntad. Primero, antes de pensar en cualidades concretas, hay que encontrar la motivación interna que nos hace valorar a la otra persona. "La admiración se puede trabajar", afirma Lara Ferreiro, quien también establece nueve pautas para recuperar la admiración perdida:

  • Valorar lo que se tiene. "Debemos ver las fortalezas de la pareja, no solo las debilidades. Si nuestra pareja hace algo bien o destaca por algo, hay que expresarlo". Para ello, la psicóloga recomienda hacer un listado de las cualidades positivas de la pareja.
  • Tener proyectos. Plantearse un objetivo común nos hace ponernos en valor. "Las parejas que tienen proyectos comunes viven más felices", asegura Ferreiro.
  • Proteger el tiempo en común. "Hay que mantener un espacio para la pareja sola, sin hijos. Yo lo llamo en consulta 'horas rosas' para hablar no de cosas conflictivas, sino de temas agradables que puedan fomentar el romanticismo".
  • Mantener la sorpresa. "En las primeras etapas del enamoramiento sorprendemos y nos dejamos sorprender. Hay que seguir haciéndolo con una escapada inesperada, algo no planificado.
  • Comunicación positiva. "Debemos escuchar con atención a nuestra pareja, preguntar, mostrar interés por sus asuntos".
  • Resguardar el propio espacio. "Hay que intentar mantener nuestro propio ámbito, tener espacios profesionales individuales y tener deseos de seguir cultivándose"
  • Brindarse apoyo: "Mostrar que estamos disponibles para nuestra pareja, dando todo nuestro apoyo, es importante".
  • Agradecer: A veces por el hecho de vivir con alguien se nos olvida algo tan elemental como dar las gracias por su ayuda. "Por supuesto, hay que agradecer", señala Ferreiro.
  • No idealizar. La admiración no consiste en idealizar a la otra parte. "Si idealizamos, podemos caer en la dependencia emocional y caer en una relación tóxica.