Quizá sea lo más difícil de preservar en el mundo de una pareja. La admiración por la persona que nos enamora y a la que enamoramos se da de manera mágica al principio de la relación. Pero no es ilimitada ni crece con los años. Al contratrio que otros sentimientos, como el afecto, puede decrecer con el paso del tiempo. De hecho, lo hace. ¿Cómo afecta esta pérdida a la calidad del vínculo? Si ya nos nos admiramos, ¿podemos seguir siendo felices?
"El rol que desempeña la admiración en una pareja es clave y fundamental. Si no hay admiración, no te puedes enamorar de la pareja. Forma parte del proceso del enamoramiento. Alguien impacta en nosotros de manera profunda y surge la admiración, algo que es básico porque nos lleva a la conexión emocional", asegura Lara Ferreiro, psicóloga, terapeuta de pareja y autora de 'Adicta a un gilipollas'. Para esta experta, el amor de pareja no se explica sin esta variable. "El amor tiene cuatro componentes: la parte mental, emocional, física-sexual y social. La admiración planea sobre todos ellos y ayuda a generar vínculos. Cuando te sientes admirado por tu pareja y tú la admiras a ella, es más fácil apoyarse y tener metas en común. Cuando te enamoras, generas oxitocina y es una especie de anestésico, no te peleas tanto y tienes una comunicación más positiva. Cuando admiras a alguien, le respetas, no le puedes tratar mal. La atracción sexual, además, hace que la admiración crezca. Es ese momento en el que nos encanta todo de la otra persona", explica.
Como parte menos positiva, a veces, esa admiración no está fundada en elementos objetivos. "Es verdad que a veces surge de la idealización, sobre todo en la etapa del enamoramiento, que dura de uno a dos años. Esa es la primera pantalla del amor. Luego se pasa a la segunda, que es la zona de tranquilidad. Y luego está la zona de crisis, que surge en torno a los cinco o siete años. Lo ideal es que la admiración se mantenga con el paso de los años, teniendo en cuenta que a veces creamos cualidades que no existen. Por eso, hay personas que se sienten defraudadas con el paso de los años y se preguntan dónde está la persona que conocieron, pero hay que entender que forma parte de la dinámica del enamoramiento".
La admiración de pareja es proporcional al enamoramiento: cuanto más enamorados estemos, más admiramos a nuestra pareja. Pero así como el enamoramiento de los primeros años va cambiando, ¿también lo hace el sentimiento de admiración? "Al principio, la admiración es efervescente e irracional, ves al otro como un ser perfecto... y luego te das cuenta de que duerme con pijama. El sentimiento de admiración ¡claro que cambia! Nosotros cambiamos porque somos seres dinámicos. Con los años, tendemos a admirar menos. Por eso, siete de cada diez matrimonios se acaban separando porque no cultivan esa admiración", señala Ferreiro.
Para la experta, el sentimiento no cambia solo por el paso del tiempo, sino por la manera en que evoluciona cada miembro de la pareja. "A lo largo de los años pasamos por diferentes desafíos, como puede ser la crianza de los hijos. Puede haber un descenso de admiración cuando ves que como padre es un padre ausente, por ejemplo. El estrés, los conflictos y los hijos son las tres variables que bajan mucho la admiración. Si hay conflictos en la dinámica familiar o problemas financieros es más difícil conectar con el amor. Las tareas domésticas, que siguen recayendo en su mayoría en las mujeres, son otro de los motivos por los que la admiración se va agotando. Tampoco podemos predecir cómo va a cambiar una persona con el paso de los años. Sobre todo, si la teníamos idealizada, es fácil decepcionarse", advierte la psicóloga.
Según explica la terapeuta, la evolución estándar de una pareja es ir perdiendo cotas de admiración mutua o, al menos, la de un miembro de la pareja por el otro. Pero si es tan importante para la relación, ¿no estaría tocada de muerte? ¿Se puede tener una vida de pareja satisfactoria sin admiración? Ferreiro es contundente: "Va a ser muy difícil. Si no hay admiración, no va a haber enamoramiento", asegura.
El amor, por tanto, parece estar en el aire. Las parejas que están juntas es porque están profundamente enamoradas. ¿O no? "Puede darse una pareja instrumental, aquella que funciona bien, son buenos padres, forman un equipo... pero no hay admiración. Hay gente que así es feliz porque no necesita estar enamorada. En esa relación instrumental sí puede haber cariño, comprensión, respeto, compromiso, apoyo, buena comunicación... De alguna forma, la falta de admiración se puede suplir con esas variables", señala la experta.
Pese a todo, la psicóloga ve amenazas importantes para la estabilidad de la pareja cuando en la ecuación del amor falta la admiración. El primero de ellos es que propicia los desacuerdos. Si no se admira a alguien, es fácil que se cuestionen sus decisiones o su postura en ciertos temas. "La falta de admiración tiene muchos riesgos porque implica conflictos en la toma de decisiones, se va a discutir mucho", explica Lara Ferreiro.
Los conflictos externos, la evolución dispar de cada miembro de la pareja y las dicusiones continuas por terreno de abono para el otro gran peligro de las parejas que ya no se admiran: la infidelidad. "Si no hay admiración, veo muchísimas más probabilidades de que se sea infiel. Siempre recomiendo cultivar la admiración mutua", confirma la experta.
Admirar a la pareja con la que llevamos viviendo varios años puede ser un acto de voluntad. Primero, antes de pensar en cualidades concretas, hay que encontrar la motivación interna que nos hace valorar a la otra persona. "La admiración se puede trabajar", afirma Lara Ferreiro, quien también establece nueve pautas para recuperar la admiración perdida: