Lograr que la relación de pareja siga teniendo un componente romántico cuando hay muchos años de convivencia parece más que complicado. Una estrategia clásica es comprar algo que sabemos que le hace ilusión a nuestro compañero de vida. Pero, a veces, se da la circunstancia de que no siempre tenemos claro qué le ilusiona. Eso, en sí mismo, sería una pista valiosa de la que tirar, la que podría explicar también por qué desde hace tiempo no hay muchos momentos románticos en el horizonte.
Tirando un poco más de ese hilo, es posible que, junto a la falta de romance, haya una carencia de reconocimiento. ¿A qué nos referimos? Una muestra típica de falta de reconocimiento es cuando alguien cuenta algo y que su pareja le interrumpa diciendo que la historia no es así o que (aún peor) él o ella sí saben contarla. Esas faltas de curiosidad, cariño y admiración dicen a gritos que la pareja está desconectada de sí misma. Ese sería el diagnóstico de los psicólogos John and Julie Gottman, artífices del Instituto Gottman, dedicado desde hace más de 20 años a la salud de la vida de pareja, además de autores del libro 'El secreto de las ocho citas', un manual sobre cómo saber que una pareja funcionará recién publicado en España.
Para los Gottman, recuperar la conexión de pareja no es tarea imposible, pero sí hay que emplear tiempo y dedicación. Según explican, lo primero que hay que hacer para reconectar, incluso en momentos que parece imposible, es buscar micro-momentos de amor.
La sociedad de consumo ha identificado lo romántico de una relación con cierto tipo de regalos. Sin embargo, son las experiencias significativas las que permanecen en el corazón de la pareja. Estas experiencias no siempre están ligadas a momentos inolvidables. A veces, basta una cena sencilla con una buena conversación o algunas muestras de cariño en actividades tan cotidianas como hacer la cena o colocar la compra del supermercado. "El amor se cultiva en el día a día", explican estos terapeutas en su web. "Son los momentos aparentemente más intrascendentes lo que pueden ser más relevantes en una relación".
En las relaciones de pareja, las personas lanzan eso que John Gottman llama una 'puja' para obtener la atención, el cariño o el apoyo del otro. Hay que saber detectar esos momentos. A veces, pedir ayuda en la cocina no es solo eso, sino la llamada de atención que busca la ayuda de la otra parte. En ese momento, las opciones son atender el requerimiento o hacer oídos sordos. Si la elección es mostrar apoyo, estaremos construyendo una conexión de confianza. Y eso tiene beneficios tangibles: mayor conexión emocional y una probable armonía sexual. En opinión de estos expertos, y por raro que pueda parecer, las relaciones románticas se construyen en la vida doméstica (paradójicamente, lo menos romántico del mundo). Para este experto, la mayoría de las relaciones naufragan no por las discusiones sobre dinero, parientes o sexo. Fallan por falta de conexión emocional.
Para estos expertos, las relaciones de pareja pueden medirse en términos de pérdidas y ganancias. Cada vez que hay una muestra de respeto, admiración y cariño se está haciendo un ingreso emocional en la relación. Como si fuera una cuenta de ahorros, cuando se vive una crisis, también se puede tirar de esas reservas. Pero si no hay efectivo, la confianza, la atracción y el sentido de intimidad desaparecen.
Para los terapeutas, hay maneras de reconectar invirtiendo en la cuenta de las emociones de cada pareja. Estas, en opinión de los expertos, serían las tres principales: