¿Cuántas veces no hemos visto parejas que no tienen nada que decirse, que no se miran o no se cuidan? Puede haber muchos motivos que justifiquen el desinterés, pero a veces no hay razones importantes, simplemente estar con la otra parte no resulta entretenido. Si aburrirse como una ostra no es buena cosa, cuando se trata de la pareja, el asunto se complica. "Te aburres con tu pareja porque no te ofrece nada. No hay adrenalina, la hormona de la pasión. Sin embargo, no te separas. ¿Por qué? Por dependencia emocional o económica. Porque no sabes cómo contárselo a la familia o cómo vas a arreglarte con tus hijos. Por eso no se quiere romper: por no romper la imagen de familia feliz. Para muchas personas divorciarse es un fracaso, aunque no tiene por qué serlo. No se puede vivir en un círculo de infelicidad". Así de segura y contundente se muestra respecto al aburrimiento en pareja la psicóloga Lara Ferreiro.
Para la experta, el aburrimiento sí puede ser letal en una relación. "Una de las cosas que más me dicen en consulta es 'me aburro con mi pareja'. Eso lleva a un desgaste emocional brutal, a desenamorarte, a que haya una falta de motivación. Hay una desconexión emocional que lleva a la rabia y al resentimiento. Al final, se pierde la satisfacción, el romance, la pasión de la conquista...", asegura.
Ese punto, para la experta, es especialmente sensible. "Ahí, en ese punto de aburrimiento, es cuando se empieza a mirar fuera. Cuando pueden empezar los cuernos. El aburrimiento puede llevar a la infidelidad. La infidelidad lleva a la crisis y la crisis a la separación. El motivo número uno de los divorcios es por infidelidad", señala Ferreiro.
Aburrirse en pareja es mucho más complejo de lo que parece. "Hay muchos tipos de aburrimiento. En primer lugar, está el sexual (hacer siempre sota, caballo y rey), causa de muchas infidelidades", afirma esta terapeuta de pareja. En su opinión, todos necesitamos el efecto novedad en todos los aspectos de la vida, también con nuestra pareja y cuando no lo hay, se desencadenan otros efectos secundarios: "Ni te comunicas con tu pareja ni generas ilusión con nuevas experiencias". El vínculo, por tanto, se debilita.
"El aburrimiento por sí solo no precipita una ruptura, sobre todo si hay niños. Lo que te lleva a esa ruptura son las infidelidades", insiste la experta. Otro de los motivos, aparte del desgaste emocional y falta de comunicación, es la falta de proyecto. "Creemos que el proyecto común en un matrimonio son los hijos, pero cuando los hijos se van aparecen las discrepancias: ese momento en el que ves que no hay nada en común. Aparece el síndrome del nido vacío", asevera la psicóloga.
No es una dinámica infrecuente: las parejas comienzan su vida enamoradas, pero las circuntancias, los intereses diversos; en suma, una evolución personal distinta puede dificultar ese proyecto familiar. "Las señales de que está pasando eso es la falta de confianza mutua y el nivel de satisfacción personal. El problema es que mucha gente no quiere trabajar por su relación", afirma Lara Ferreiro.
Aunque nos gustaría que la buena marcha de una pareja se diera de manera natural, la experta confirma que las relaciones requieren cuidado y mimo. "Para lograr eso, se puede hacer lo que llamo 'horas rosas': pautar una vez a la semana una sorpresa en pareja, ya puede ser una cena, un masaje, un spa, ir a tomar algo... Solos el uno con el otro. Un tiempo de novios, no se puede hablar de nada negativo y cada semana lo debe encargar uno. Si hay niños pequeños, hay que adaptarlo sin perder el objetivo: arreglarse, salir... Al llegar a casa, continuar como se quiera... Lo importante es sentirse vivos y deseados", explica esta terapeuta de pareja.
Ferreiro insiste en la necesidad de alcanzar acuerdos y participar en los intereses de la otra persona, aunque no sean los nuestros. Es una manera de mostrar a la pareja que deseamos compartir tiempo de ocio con ella. Todo eso se puede lograr "en base a una comunicación clara y abierta, con tiempo de calidad", señala la experta.
La autora del best-seller 'Adicta a un gilipollas' explica que aunque parece difícil, tener una relación aburrida puede superarse y dar paso a un vínculo mucho más satisfactorio. ¿Cuáles son sus recomendaciones?