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Cómo es formar parte de una trieja al borde de los 50: "Todo debe estar consensuado"

“El amor no consiste en mirarse el uno al otro, sino en mirar hacia afuera en la misma dirección”, dice el escritor Antoine de Saint-Exupéry, en ‘Vuelo nocturno’. Hada, que se encuentra en una relación consensuada con dos personas, destaca en nuestra conversación la generosidad que existe entre ellos. Seguidamente, abordamos más en profundidad, además con una experta, el término 'trieja.

El estudio 'La sexualidad recreativa de las europeas', elaborado por Ifop (Institut français d'opinion publique) para Wyylde, red social de encuentros sexuales liberales, evidencia que la sexualidad en España, en 2023, trasciende hacia una igualdad considerable entre ambos sexos. También muestra que, cada vez más, las mujeres alcanzan a afrontar su sexualidad más libremente y con menos juicios.

Los datos señalan que a la hora de tener citas online el 52% de las mujeres europeas de entre 50 y 59 años han tenido relaciones sexuales en la primera noche y en esa misma franja de edad, un 16% ha tenido sexo con un amigo o amiga.

Amar libremente

La trieja se incluye dentro del poliamor y consiste en una relación sexoafectiva consensuada entre tres personas independientemente del género o tendencia sexual. 

Hada Mantium (42 años) es una coach y terapeuta emocional que se dedica profesionalmente a orientar a quienes se inician en la no monogamia; asimismo, es usuaria de Wyylde. Se encuentra en una relación con otros dos hombres: con el primero convive y llevan 21 años casados, y con el segundo, año y medio. Están todo el tiempo posible juntos, aunque sin opción de formalizar su estado legalmente.

Tienen hijos, pero es un tema del que prefiere no dar datos. "Los tres nos entendemos como personas libres que deciden estar juntas porque así suman. Yo soy el vértice de la relación y los dos chicos se relacionan conmigo, pero no hay vínculo entre ellos. Con mi primera pareja no nos hemos sentido atados jamás, y fruto de este concepto hemos encontrado en nuestro camino otras personas de las que nos hemos enamorado", comenta.

Explica que sus relaciones parten de la idea de que la pareja es el mejor amigo y si uno quiere que sea feliz, le apoya en todo aquello que le haga estar bien. "Cuando alguien te trata con esa generosidad es presumible que le quieras en tu vida, pero solemos tener la idea de controlar para que alguien no se vaya”, asegura.

Expone que sus dos parejas son amigos entre sí, la quieren y cuidan de que todo sea cordial. Sin embargo, añade que otras triejas están continuamente negociando límites, algo que entiende "normal" al principio cuando algo es novedoso. "Para mi segunda relación es su primera vez y nosotros al ser veteranos entendemos sus necesidades y somos flexibles", revela.

"Hay un número ingente de parejas maduras que exploran la posibilidad de tríos y realizar aventuras sexuales, porque entran en una etapa de su vida en que ya les importa bien poco el qué dirán y tienen sus vidas resueltas", señala la coach.

Hada sostiene tajante que "No somos obsesos sexuales y tenemos responsabilidades. Yo me responsabilizo del bienestar emocional de más de una persona". Aprovecha para desear a todas las personas monógamas el nivel de complicidad "tan bestia y tan hermoso" que han hallado.

Unidad de sostén para lo bueno y menos bueno

Mariló Gómez Sánchez, psicóloga sanitaria, sexóloga y terapeuta de parejas, subraya que, pese a que las relaciones poliamorosas están ganando más visibilidad y aceptación, no sucede así con las triejas que todavía enfrentan críticas y miradas de desaprobación por parte de amigos, familiares o la sociedad en general. Para ella, ofrece ventajas, aunque también, desafíos.

“En la sexualidad no existen reglas preestablecidas, pero siempre han de ser consensuadas por todos los integrantes de la relación. Además, sobresale la importancia de tener confidentes y compartir amor y afecto con más de una persona, algo que se convierte en una red de apoyo para momentos difíciles", aclara.

La profesional afirma que la empatía y la comunicación se fortalecen, algo que favorece un ambiente de contención y solidaridad donde cada integrante se siente acompañado y comprendido.

"Con tres personas contribuyendo, la carga de trabajo en el hogar se reduce significativamente y los costos se reparten, haciendo que la vida en común sea más eficiente y menos estresante. No obstante, coordinar tres horarios y agendas diferentes es uno de los obstáculos más evidentes", añade.

Gómez manifiesta que el equilibrio y la confianza son esenciales para sentirse valorados y prevenir los celos y las inseguridades que pueden generar tensiones: “Si uno de los miembros se siente relegado o menospreciado, la relación podría sufrir desequilibrios que afecten la armonía del grupo”.

La sexóloga cuenta que, en ocasiones, uno de los integrantes puede tomar el papel de mediador (que puede rotar), brindando una perspectiva imparcial que ayude a encontrar soluciones. "Algunas triejas deciden mantenerse cerradas y enfocarse solo en los tres integrantes, mientras que otras optan por incluir a más personas, siempre y cuando exista conformidad y se respeten los límites de todos", expresa.

Barreras legales

En España, las triejas no pueden formalizarse con el matrimonios o uniones de hecho. Como destaca el abogado Gonzalo Del Castillo, nuestro Código Civil regula el matrimonio en los artículos 44 y siguientes. El artículo 44, proclama, en concordancia con el artículo 32 de la Constitución Española, el derecho de contraer matrimonio tanto el hombre como la mujer.

Añade, de acuerdo con la Ley 13/2005, de 1 de julio, por la que se modifica el Código civil en materia de derecho a contraer matrimonio que "el matrimonio tendrá los mismos requisitos y efectos cuando ambos contrayentes sean del mismo o de diferente sexo". “Nuestro ordenamiento jurídico contempla la unión matrimonial de dos personas, sean o no del mismo sexo, pero no contempla la opción legal que agrupe a más de dos personas", explica.

Del Castillo confirma que la trieja no es legalmente válida en la actualidad en nuestro país y que no podría celebrarse un matrimonio a tres reconocido por el registro civil correspondiente, ni tendría, consecuentemente, efectos frente a terceros.

En cuanto a las adopciones de menores, el letrado manifiesta que, la regulación procede también del Código Civil, que en su artículo 175, establece unos requisitos básicos, que, cada comunidad autónoma puede desarrollar. Entre estos:

  • Ser mayor de 25 años.
  • La diferencia de edad entre adoptante y adoptado será de 16-45 años, como regla general.
  • No podrá adoptar quien no pueda ser tutor de acuerdo a las normas del Código Civil.
  • Obtener un certificado de idoneidad.
  • Artículo 175.4: "Nadie podrá ser adoptado por más de una persona, salvo que la adopción se realice conjunta o sucesivamente por ambos cónyuges o por una pareja unida por análoga relación de afectividad a la conyugal. El matrimonio celebrado con posterioridad a la adopción permitirá al cónyuge la adopción de los hijos de su consorte".

"No se contempla legalmente la adopción por un grupo de personas, que es lo que sería a todos los efectos una trieja, ya que como hemos visto anteriormente, no pueden ser considerados un matrimonio ni pareja de hecho legalmente reconocidos", concluye.