El último año nos ha cambiado la forma de vivir por completo, eliminando para parte de la población el trabajo presencial, las cañas de después de la oficina o los viajes por trabajo. En contra, nos ha hecho pasar más tiempo en casa, con la pareja y con los hijos, una situación que no se lo ha puesto fácil a la infidelidad, pero tampoco imposible. Hablamos con Christoph Kraemer, director general de Ashley Madison en Europa, una aplicación para encontrar aventuras entre casados y no vale ir en busca de la media naranja, que nos cuenta el perfil del español infiel en plena pandemia.
El director de la aplicación en Europa lo tiene claro, "la población respetó el confinamiento, al menos el primero", pues durante los meses de marzo y mayo vieron como sus usuarios se estacaban e incluso disminuían, pero desde comienzos de junio el aumento ha sido progresivo, con una subida en torno al 10% mensual con un pico en agosto. El fin del confinamiento supuso para muchos cierta "liberación", lo que ha llevado a que 1 de cada 4 sean nuevos usuarios que llegan a la aplicación en busca de su primera aventura extramatrimonial.
Según los datos que maneja Kraemer, España está junto a Reino Unido a la cabeza de infidelidad en Europa, situándose en el segundo puesto solo por detrás de los británicos, donde la mayoría de sus usuarios se concentran entre los 35 y los 50 años, aunque es precisamente entre los 45 y los 50 años donde más actividad existe. Además, destaca la igualdad que hay entre sexos en la página, pues hay casi el mismo número de usuarios masculinos que de femeninos, aunque ellas los superan por la mínima.
El encargado de la aplicación, a través de los diferentes datos y encuestas que se realizan de forma periódica a los usuarios, ha podido adivinar algunos de los motivos que empujan a que un miembro de la pareja sea infiel. En general, han descubierto que sus usuarios suelen llegar por dos motivos, siendo uno de ellos a los años de contraer matrimonio y otro tiempo después de tener el primer hijo, lo que explicaría que la edad de mayor tráfico se sitúe sobre los 45-50 años.
Aunque estos son dos momentos clave para entender la infidelidad, Kraemer explica lo que lleva a sus usuarios a lanzarse a la infidelidad en esas situaciones. "La queja principal es la falta de actividad sexual con su pareja, pero en los últimos estudios han aumentado los casos en los que cuentan con poco apoyo emocional y no se sienten ni atractivos ni deseados por su pareja, algo que hemos notado especialmente en el último año. Esto es lo que está empujando a la mayoría a buscar ese cariño fuera de la pareja, de hecho, el 90% ve en la aventura una forma de autocuidado".
La felicidad individual es un concepto que se ha establecido en el último año y muchos se han dado cuenta de lo importante que es, a pesar de no lograrla junto a sus parejas por muy enamorados que estén, así que no se plantean el divorcio, solo una aventura con otra persona casada que "no suele durar más de seis meses" porque "parte de los usuarios se han dado cuenta de que la relación de amor de su matrimonio puede existir sin mantener relaciones sexuales", explica Kraemer. Por ello, en la infidelidad se busca "la euforia del principio de una relación, esa sensación de enamoramiento y felicidad inicial que ya no se puede tener en un matrimonio que lleva años junto", termina por puntualizar.
Pese a llevar un año marcado por la pandemia del coronavirus, ha aumentado su flujo de usuarios pero, ¿se están poniendo en práctica medidas para la seguridad? ¿O no existe miedo al contagio que pueda traspasarse al núcleo familiar? Según Kraemer, sí que los usuarios tienen cierto temor, por eso mismo apunta que "casi la mitad de nuestros usuarios quiere ser vacunado por este motivo". Por el momento, el director señala que sí que se ha visto una reducción en el número de amantes o ciberamantes, que no suelen ser más de tres.
Eso sí, apunta a que el grupo más atrevido ha sido el que concentra a la población entre 40 y 50 años, ya que el 38% de los usuarios españoles que se encuentran en esta franja han quedado presencialmente con sus amantes para mantener relaciones sexuales, mientras que la media de todas las edades es solo de un 33%.
Además, Kraemer también ha señalado que un 30% de ellos se ha animado con las ciberaventuras aprovechando las oportunidades tecnológicas y las nuevas excusas surgidas gracias a la covid-19: una videoconferencia o una reunión de trabajo por la que tienes que encerrarte en el despacho.