Difícil escapar a esta dinámica: parejas muy enamoradas que con los años van perdiendo la admiración que sentían el uno por el otro. La deriva más habitual es que la pareja se rompa o se meta de lleno en una convivencia obligada e incómoda. De hecho, las demandas de disolución matrimonial presentadas durante el primer trimestre de 2021 aumentaron un 5,7 por ciento respecto al año anterior, según un informe del Consejo General del Poder Judicial.
Pero no todo son malas noticias. La admiración se puede recuperar. La psicóloga y terapeuta de pareja Lara Ferreiro nos cuenta cómo. Antes, empecemos por el principio: ¿por qué es tan importante la admiración en una relación de pareja?
"Para mí, la admiración es la variable psicológica más importante que hay en una relación sentimental. De hecho, el enamoramiento es admiración porque si admiras a tu pareja le conviertes en un ser irreemplazable. Significa que reconozco a mi pareja como único, especial y digno de mi amor, mi tiempo y mi atención", afirma esta experta, quien distingue dos tipos de admiración: "Hay que diferenciar entre la admiración sana y la tóxica. Podemos pensar que nuestra pareja es un crack porque es cariñoso, es una buena persona y tiene cualidades que yo valoro. La idealización tóxica es cuando me trata mal, me siento mal y me invento cualidades que ni siquiera existen y los demás tampoco ven. A veces, el entorno nos da un feed-back muy bueno sobre quién es realmente nuestra pareja".
En cualquier relación importan los años. Lo ideal sería que la primera admiración que sentíamos por nuestra pareja haya crecido. Pero la realidad muestra que en las convivencias más largas ese 'capital admirativo' ha ido perdiéndose. "En las parejas de larga duración la admiración fluctúa. De hecho, hay cuatro fases, en función de las cuatro pantallas del amor", señala Ferreiro. "Si vemos el amor como un vídeo juego, la primera pantalla es el enamoramiento. La segunda, la zona de confort; la tercera pantalla es la crisis y la cuarta, el amor incondicional", explica la psicóloga.
Según la terapeuta, "en el enamoramiento hay una admiración absoluta porque crees que tu pareja es insuperable. El enamoramiento dura de uno a dos años. En la segunda pantalla, en la zona de confort, se van esas mariposas en el estómago, entras en una fase de rutina y la admiración suele bajar. Si en el enamoramiento admiramos de 10; en la segunda fase, nos vamos a un 6 o 7".
¿Y en el resto de pantallas? "En la tercera pantalla, entramos en la zona de crisis, bajaríamos a un 5 porque ya no suele haber admiración, sino decepción y dolor. Las parejas que sobreviven a la crisis pasan a la pantalla cuatro, el amor incondicional: lo quieres por encima de todo, empujarías su silla de ruedas, si hiciera falta, y estarías con esa persona para siempre. Ahí, la admiración subiría de nuevo al 8, 9 o incluso 10", asegura Ferreiro.
Existen circunstancias que pueden propiciar un desencanto en la pareja. "Cuando, por ejemplo, se pierde el trabajo o se atraviesa una crisis vital por la que ya no es una persona cariñosa, la admiración también se resiente. La gestión social también es importante. Hay personas que prefieren pasar más tiempo con sus amigos que con su pareja", explica esta psicóloga.
La paternidad también hace mella. "Hay personas que como novios o novias son fantásticos, pero cuando adquieren el rol de padres pueden decepcionar. Es el momento en el que surge la pregunta '¿Cómo puede hacerle esto a nuestro hijo?'. La admiración también puede verse mermada si no pone límites en la familia de origen o si no tiene una buena relación con nuestra propia familia", señala la experta.
Por último, el atractivo físico también juega una baza importante, sobre todo cuando ha sido una parte básica de la relación. "Si te enamoraste de tu pareja porque te parecía muy atractiva y se ha ido descuidando con los años, esa expectativa fallada también merma la relación. Curiosamente, esto se da más en hombres porque los hombres admiran a las mujeres guapas", asegura Lara Ferreiro.
Pero si algo realmente letal es, en opinión de esta psicóloga, es la infidelidad. "Es lo que rompe cualquier clase de admiración. En terapia es lo que más lágrimas arranca. 'Creía que era otra persona', 'creía que me quería' son las frases más habituales. Es como si algo se rompiera, se puede recomponer, como si lo pegaras, pero siempre verás por dónde está roto", explica.
Otros aspectos menos dramáticas pero que también pueden acabar con la admiración es que un miembro de la pareja siempre critique al otro hablando de sus defectos o de que no cumple sus promesas. "Pero lo peor, sin duda, la infidelidad", insiste la psicóloga.
Parece difícil, pero no es imposible. Aunque parezca una perogrullada, la primera condición es el enamoramiento previo: haberse enamorado realmente. Solo así merece la pena ir al rescate de la admiración perdida. "Quien quiera recuperar la admiración por su pareja tiene que empezar a conocerle de nuevo porque lo más probable es que esa persona haya cambiado y ya no sea la de hace unos años", señala la psicóloga, que aboga por terapias lúdicas en las que de manera amable se puede descubrir aspectos desconocidos de la pareja. "Jugar, por ejemplo, al juego de preguntas y respuestas es una manera de descubrirse y también de empezar a comunicarse".
Como en toda relación humana, la comunicación es fundamental porque "hay que redefinir la situación de pareja y expresar los sentimientos: 'te quiero', 'te amo' o 'qué buen compañero de vida eres' son frases de refuerzo importantes que hay que intercambiar", asegura esta terapeuta.
Recuperar la admiración es una tarea activa para los dos miembros de la pareja. No es solo que uno de ellos haga algo admirable para el otro. Cuando hay algún conflicto o expectativa no cumplida, las dos partes tienen que hacer un ejercicio de aceptación, comprensión y perdón. "Comprender desde la empatía cómo es ahora tu pareja porque quizá ha cambiado. Hay que aceptar a la nueva persona que es y perdonar lo que creas que puedes perdonar. Si es una infidelidad y se han roto todos los valores, no se puede recomponer. En este punto, también hay que replantear los valores de pareja", afirma Ferreiro.
Mostrar apoyo ante los nuevos proyectos y compartir planes de futuro son otros recursos para ser admirados. "Todos admiramos a las personas emprendedoras", asegura la psicóloga. Y también a las que muestran pasión por la vida y ganas de vivirla.
Para Lara Ferreiro es quizá el recurso más importante: "fomentar la parte de erótica y de intimidad es fundamental porque eso también fomenta el cariño y el amor". La psicóloga aconseja aquí aplicar lo que llama las 'horas rojas': "dedicarle un mínimo de dos horas a la semana a un plan sorpresa que cada miembro de la pareja prepara para el otro. En ese tiempo no se puede hablar de problemas ni de nada negativo y se tiene que reconquistar como al principio de la relación".
Besarse cada día, dormir juntos abrazados, ofrecerse tiempo de calidad y agradecer que nuestra pareja esté en nuestra vida por todo lo que aporta son otros recursos infalibles. En recuperar o no la admiración por el otro nos va la convivencia. ¿O no? ¿Las parejas en las que ya no hay admiración están heridas de muerte? "Por supuesto. El enamoramiento es admiración y si se no siente eso, uno se replantea la relación. Muchas parejas en esa tesitura rompen", asegura la terapeuta.