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Quizá es la pregunta más íntima que se plantea la medicina: ¿hasta cuándo podemos mantener relaciones sexuales?
Depende de muchos factores, tal y como explica la ginecóloga Ana Ezquerra en El País. Como todos los impulsos básicos de supervivencia, entra en juego lo físico y lo emocional. Pero algo ha cambiado con el aumento de la esperanza de vida. Si ahora vamos a vivir al menos hasta los 85 años y el paso de la juventud a la madurez empieza a los 55, ¿qué hacemos durante esos 30 años? En el caso de las mujeres, la llegada a los 50 significa la entrada en la menopausia, prácticamente un tercio de la vida femenina.
En esta etapa tienen lugar algunos cambios hormonales: se produce una disminución de las hormonas llamadas estrógenos y testosterona, que estimulan el deseo sexual y hacen que los tejidos del aparato genital, tanto externos como internos, estén en estado óptimo; es decir, flexibles e hidratados.
Los cambios de la menopausia influyen tanto en el deseo como las propias relaciones sexuales en esa etapa de la vida de las mujeres. Desde el punto de vista médico, la edad hasta la que se mantienen las relaciones sexuales es adaptativa y multifactorial. Depende de la relación que se mantiene con la pareja, de las propias vivencias de cada mujer, de las distintas fases hormonales que está atravesando y de si toma o no tratamiento hormonal sustitutivo.
La menopausia también puede complicarse con patologías que asoman en esa etapa: cáncer de mama o de otro tipo, incontinencia urinaria y todos los trastornos asociados al síndrome genitourinario. Todo esto influye, y mucho, a la hora de querer tener o no relaciones sexuales.
Entre los hombres, el nivel de testosterona es lo que manda. Los niveles de esta hormona se mantienen constantes a lo largo de la vida. De ahí, que haya padres de 80 o más años.
Sin embargo, aunque las hormonas masculinas no decaen con la edad, los varones también pueden tener problemas orgánicos; en su caso: cáncer de próstata o cualquier otra patología prostática, hipertensión o diabetes. Todos estos trastornos dificultan la erección. De hecho, los problemas de erección pueden ser síntoma de otra enfermedad subyacente.
Pero, además de todos los factores hormonales y orgánicos, el deseo sexual depende en gran parte de factores ambientales y del estado emocional de cada miembro de la pareja. El desgaste de la convivencia también es importante. El deseo que acompaña al estado de enamoramiento dura apenas unos años y la convivencia (volvemos al aumento de la esperanza de vida) puede ser de hasta 50 años.
En este contexto, no es raro que el mayor pico de divorcios se produzca entre los 40 y los 59 años, según la web divorcios.me. Si a los 50 aun tenemos 30 años de vida por delante, ¿vamos a seguir manteniendo una convivencia que no nos satisface?
Volvemos a la pregunta del principio: ¿hay límite de edad para mantener relaciones sexuales? Depende de cada persona y de su estado físico y emocional.
Cuando aparecen los problemas que dificultan las relaciones, hay que ponerse en manos profesionales. En el caso de las mujeres, existen terapias hormonales sustitutivas que incluyen tratamientos orales y tópicos que ayudan a resolver problemas de falta de libido y de sequedad vulvar y vaginal, facilitando mucho las relaciones sexuales. Además, en los últimos diez años se ha desarrollado la cirugía por láser vaginal, un tratamiento que devuelve tersura e hidratación a la zona y que ayuda a resolver tanto los aspectos físicos, haciendo las relaciones de nuevo placenteras, como los anímicos.