Suena a medida moralista de otros tiempos, pero está pasando en plena pandemia. En momentos de confinamiento ya sabemos que no se puede salir de casa y se tiene que asumir. Pero en el país británico ha saltado la polémica porque su 'nueva normalidad' suena a viejo. Y mucho.
En plena fase de desescalada en el país británico, con más de 280.000 contagiados y rozando los 40.000 fallecidos, se ha dictado que ninguna persona pueda visitar la casa de otra en ningún momento. No solo en grupos sino tampoco en pareja. Una medida del gobierno de Boris Johnson que ha generado un boom de críticas y mofas en la red.
La enmienda explica que, para frenar las posibilidades de contagio entre la ciudadanía, estará prohibido reunirse con una o más personas de otra familia en una casa. Ello conlleva, por tanto, la prohibición de tener sexo con personas que residan en hogares distintos, pese a que este último apéndice no aparece así explicitado en la ley. La medida ha provocado un vendaval de mofas en la sociedad, que la han percibido como una "prohibición sexual" implícita.
La novedad es que, si bien la anterior enmienda sancionaba solo a la persona que se desplaza a un hogar que no es el suyo, esta también considera como infractor al dueño de la casa. Desde la sociedad se pensó que hecha la ley, hecha la trampa, pero el gabinete de Johnson también ha prohibido las relaciones sexuales al aire libre.
Debido al aluvión de dudas y críticas acerca de la nueva ley británica, un portavoz del gobierno aclaró que la policía no tendrá potestad de entrar en los hogares y que actuará con "discreción" y "sentido común", a menos que existan sospechas de una actividad delictiva grave (no será el caso del sexo). El gobierno también aclaró que, pese a no estar explicitado el tema del sexo, también se incluye en la nueva ley.
La infracción no será considerada grave, aunque comportará multas de 100 libras. Aunque bien es cierto que, al pagarla antes de catorce días, el importe se reducirá a la mitad. Ahora bien; las personas que reincidan en el delito deberán abonar una cantidad marcadamente superior: 3200 libras.
Estaba claro que la medida no iba a dejar indiferente a nadie en Reino Unido. En Twitter, "sexban" fue tendencia. Muchos usuarios criticaron de forma humorística la vida personal de Boris Johnson o el incumplimiento del confinamiento por parte del primer asesor del presidente, Dominic Cummings.
Además, también ha habido críticas desde dentro del propio partido. El diputado conservador y legislador Tobias Ellwood comentó en televisión que la medida le parecía "absurda".
Simon Clarke, el secretario de Vivienda del gobierno, defendió la medida en la radio LBC. Al ser preguntado acerca de la prohibición, dijo que "de lo que se trata es de asegurarnos de que la gente no pase la noche fuera de sus casas".
La medida ya se ha puesto en marcha y se revisará en el marco de revisión de todas las medidas acerca del Coronavirus, previsto para el próximo 15 de junio.