Las temperaturas empiezan a dar tregua en varios puntos de España, pero no por mucho tiempo. el mercurio seguirá rozando los 37 grados en buena parte del país, tres menos que las pasadas semanas en las que la ola de calor ha sido protagonista de numerosos incendios y golpes de calor. El mes de agosto no se espera que sea más fresco, es más, todo lo contrario. Tras más de dos años de pandemia, este enfrentamos el primero de casi normalidad y tenemos muchas ganas de salir, viajar y disfrutar. Si eres de los que no soporta hacer turismo chorreando, te contamos cuáles son los pueblos en los que necesitarás una chaqueta para pasear por sus calles.
Empezamos cerca de Madrid. Para aquellos que buscan una escapada veraniega a pocos kilómetros de la capital, Cercedilla es famoso por ser hogar de vacaciones de cientos de vecinos de la gran ciudad que quieren huir del calor de sus calles. Registra una temperatura media de 11 grados de mínimo y 20 de máxima durante la temporada estival. Todo un lujo a un precio no demasiado elevado. También en el interior peninsular, en León, encontramos Puebla de Lillo. Un pequeño municipio entre montañas con una temperatura media veraniega de 17 grados centígrados y en el que se puede hacer una ruta circular por los Picos de Europa que merece mucho la pena.
Más al norte, en Navarra, encontramos Isaba, un paraíso natural en el Valle del Roncal con una media de 17,5 grados en julio y agosto. Está rodeado por agrestes montañas y muchos saltos de agua ya que es donde nace el río Esca. Si no eres de rutas naturales, también se puede visitar la fortaleza de San Cipriano, la basílica de Nuestra Señora de Idoia y varias ermitas como la de Belén o Arrako.
Nos vamos hasta La Rioja para encontrarnos con Ezcaray. Una preciosa localidad que es destino vacacional por excelencia en verano, gracias a sus temperaturas suaves y a su belleza tanto arquitectónica como natural. Es un pueblo con mucho encanto que en invierno se llena de esquiadores, pero que en agosto se cambia por turistas que recorren sus calles cámara en mano. Además, está muy cerca de Valdegañón y Zaldierna, otros dos municipios con mucho encanto.
En Teruel, encontramos el pueblo más frío del verano y no lo decimos nosotros, sino los registros. Situado a 1.500 metros de altitud, Griegos es un enclave de la Sierra de Albarracín con una importante cultura celta. De ahí que los dólmenes de la necrópolis sean su principal atractivo. Se trata de un enterramiento situado dentro de un círculo de piedras de unos 25 metros de extensión, con un total de 14 tumbas datadas de fechas cercanas al año 300 a. C.
No podemos hablar de los lugares en los que escapar del calor sin acordarnos de Galicia. Las Islas Cíes son el destino perfecto para aquellos que odian el calor, de media hay 14 grados en verano, pero que no se resisten a disfrutar de playas paradisiacas con el agua (muy) fría. Además, tiene unas rutas de senderismo increíbles, tres faros preciosos y unas vistas espectaculares desde el Alto de Príncipe.