Es considerado el único hotel de siete estrellas en el mundo. Pero ahí no acaban las peculiaridades: está construido sobre una isla artificial, el Burj Al Arab, y atrae tanto a jeques capaces de pagar sumas millonarias por una sola noche como a mochileros que quieren hacerse la foto del 'yo estuve allí'.
Nos referimos al hotel Burj Al Arab, en árabe 'la torre de los árabes', símbolo de Dubai, país del Golfo Pérsico y uno de los estados más ricos del mundo.
El hotel cuenta con 99 habitaciones de dos pisos. Como en cualquier alojamiento, el precio varía por temporada, según sea alta, baja o media. Las habitaciones más baratas cuestan 1.200 dólares americanos por noche, y las más caras, más de 6.000 dólares por noche. Todas son dobles e incluyen un completo y exquisito desayuno buffet.
Para entrar al famoso hotel de Dubai, diseñado en forma de vela por el arquitecto inglés Tom Wright, se tiene que tener una reserva, ya sea como huésped, cliente de alguno de sus restaurantes o del spa. Además, desde 2021, existe un tour para conocer el hotel y poder entrar en una de sus habitaciones.
Propiedad del grupo Jumeirah y construido en 1999 con un coste de 1.000 millones de dólares en una isla artificial con playas privadas dispuestas en tres zonas distintas, el Burj ofrece servicios inéditos en el resto de cadenas hoteleras. Para empezar, los huéspedes deben pasar por un puente vigilado para acceder a la propiedad. Pero no es el único rasgo que lo hace distinto.
Con un servicio de mayordomo privado las 24 horas para cada suite, los servicios de habitaciones estándar se cubren fácilmente. Lo más significativo es el número de empleados por huésped: seis trabajadores por cada persona alojada. Tienen más empleados que clientes; de esta manera, el hotel puede satisfacer todas las necesidades sin escatimar en el servicio.
Los clientes que lo deseen disponen de un servicio de recogida en el aeropuerto en Dubái. Aunque muchos hoteles de lujo ofrecen esta opción, pocos tienen una flota de coches Rolls-Royce a su disposición. Eso sí: el servicio hay que pagarlo. Los precios mínimos son de 1.000 dirham o 272 dólares por viaje.
El hotel tiene un helipuerto privado que puede transformarse en un campo de golf, y que se usó como pista de carreras en 2013. Con el paso de los años, la superficie se ha transformado en algunas ocasiones en campo de golf. Por sus pistas han pasado Tiger Woods y Rory McIlroy, mientras que estrellas del tenis como André Agassi y Roger Federer también han jugado en Burj Al Arab.
En 2013, el helipuerto se usó temporalmente como pista de carreras para una carrera de Fórmula 1, además de ser sede de arriesgadas exhibiciones de kitesurfing. Para los más vanguardistas, ha sido el enclave perfecto donde celebrar su boda.
El hotel está cubierto por unos 1.850 metros cuadrados de pan de oro y alberga el 'lobby' más alto del mundo: 180 metros. La habitación más barata dispone de una suite dúplex, con sofisticados mecanismos hidrotermales en el baño y selecta ropa de cama. Los colchones de las suites pueden costar hasta 15.000 dólares y están hechos por la marca sueca de lujo Duxiana.
Por su parte, la ropa de cama está rellena de plumas de pato. Los huéspedes pueden elegir entre 17 tipos de almohadas, que varían en tamaño y firmeza.
Pero el mayor lujo se encuentra en los productos de tocador. Los que pueden alojarse en el hotel reciben un juego de artículos de aseo personal de Hermès como cortesía. El set de 14 piezas incluye jabón, champú y perfume para él y para ella.
Los clientes reciben un iPad de oro de 14 quilates para usar durante su estancia. Los iPad están programados para reservar tratamientos de spa y servicios de mayordomo, además de proporcionar a los clientes acceso avanzado a los menús del restaurante del hotel, así como cualquier otra propuesta que el cliente pueda desear.
El hotel dispone de varios restaurantes, como El Olivo, dedicado a la cocina mediterránea. Sin embargo, el establecimiento principal está especializado en marisco y se llama Al Mahara. Dirigido por el chef Nathan Outlaw, galardonado con una estrella Michelin, ofrece desde centollos a 115 dólares hasta lubinas a las sala por 266 dólares.
La carta de vinos es otro canto al lujo. Los botelleros de Al Mahara cuentan con revestimientos de oro. Por último, el menú degustación con maridaje de vinos está disponible a partir de 475 dólares por persona.