¿Qué amante del terror no se ha preguntado alguna vez si sería capaz de sobrevivir a un apocalipsis zombi? Después de superar un desafío mundial como la pandemia de covid-19, ya no nos parecería tan inverosímil tener que enfrentarnos a otro desastre natural protagonizado por los muertos vivientes. Tan convincente parece la amenaza que desde la agencia de salud pública de EEUU se ha desarrollado una guía práctica para poder sobrevivir a una situación extrema de esta magnitud. En este sentido la web inmobiliaria Rentola ha realizado un estudio para determinar cuál sería la provincia española con más posibilidades de sobrevivir a un alzamiento de los come-cerebros.
El informe se ha tomado totalmente en serio el asunto y para alcanzar sus conclusiones se ha basado en cinco aspectos que podrían influir en la supervivencia ante una amenaza zombi: vulnerabilidad, escondites, suministros, seguridad y movilidad. Así, la vulnerabilidad tiene en cuenta el riesgo de contagio, la densidad de población, el nivel de emigración y la calidad de la atención médica. Por escondites se refiere a lugares en los que podríamos ocultarnos o protegernos, como cuevas, castillos o búnkeres.
Los suministros son los recursos esenciales para la vida, como alimentos, agua y medicamentos. La seguridad prioriza el nivel de protección que ofrece la provincia, como el número de policías, militares o armas. Y, por último, la movilidad está referida a la facilidad para escapar o desplazarse por la provincia, teniendo en cuenta factores como el número de aeropuertos, puertos o carreteras.
Teniendo en cuenta todas estas variables, la provincia más segura para sobrevivir en España a un apocalipsis zombi es Teruel. Obtiene puntuaciones altas en todas las categorías, excepto en vulnerabilidad, donde queda en el puesto 11. La provincia aragonesa destaca por su alta seguridad (1ª), sus numerosos escondites (4ª) y sus abundantes suministros (5ª). Efectivamente, Teruel existe y es perfecto para pertrecharse ante una insurrección de muertos vivientes. Y, en su defecto, también son opciones preferentes Segovia (2ª), Huesca (3ª) y Burgos (4ª).
De la misma forma que Teruel es la plaza más segura, hay otras provincias que habría que evitar a toda costa en caso de invasión zombi. Vizcaya e Islas Baleares son los lugares más inseguros. La provincia vasca ocupa el último puesto en movilidad y seguridad, estando escasa también en cuanto a escondites (46ª). Y aunque vivir en una isla en teoría sería una ventaja para enfrentarse a los zombis, lo cierto es que también puede convertirse en una trampa sin salida, lo que deja en mal lugar a las Baleares, que tienen alta vulnerabilidad (46ª) y una baja seguridad (46ª).
¿Y qué pasa con Madrid y Barcelona, que al fin y al cabo son las dos ciudades más grandes y pobladas de España? Pues que tampoco salen muy bien paradas en el estudio de Rentola. Ninguna de las dos va bien surtida de escondites (42ª y 50ª respectivamente). Barcelona puntúa bajo en suministros (35ª) y Madrid tiene mucha vulnerabilidad (41ª), lo que reduce sus posibilidades de supervivencia a largo plazo. Así, que ya saben dónde tienen que ir si los muertos empiezan a alzarse.