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Muchos son los viajeros que se guardan unos días de las tan ansiadas vacaciones de verano, para disfrutar de una escapada inolvidable en otoño. Viajar en temporada baja tiene sus beneficios, ya que el otoño ofrece alternativas bastante más asequibles que los meses de verano, dentro de Europa. La tendencia durante los meses de otoño es a la baja tanto en los billetes de avión como en los hoteles y en las excursiones en destino. El otoño es el momento perfecto para descubrir destinos nuevos.
Los destinos en Europa son infinitos, ciudades que se tiñen del color de otoño, temperaturas agradables y es que hay ciudades que están hechas para visitar durante octubre, noviembre y diciembre. ¡Aquí nuestro recopilatorio!
Decía George Bernard Shaw, que “Aquellos que buscan el paraíso en la tierra, deben venir a Dubrovnik”. Y es que esta bella ciudad medieval cuyos mágicos rincones han sido escenario del rodaje de Juego de Tronos, es una imponente joya arquitectónica que permanece en la memoria de todo aquel que la descubre.
Protegida por la UNESCO, Dubrovnik es uno de los destinos más impresionantes de toda la costa mediterránea. Empaparse de su esencia marinera desde lo alto de su imponente muralla, ver atardecer desde el encantador Puerto Viejo o visitar la isla Lokrum en kayak, son sólo algunas de las muchas experiencias para disfrutar del balcón del Adriático.
Londres se ve muy bonita en otoño y sus temperaturas en otoño son más llevaderas. Hay muchas cosas que ver y hacer, así como paisajes otoñales impresionantes. Es un momento ideal para vivir experiencias maravillosas de otoño en la ciudad.
La mejor manera de disfrutar del otoño en Londres es al aire libre. La ciudad está repleta de barrios pintorescos como Notting Hill, donde pasar el día recorriendo sus coloridas calles o echando un vistazo a las tiendas vintage en busca de nuevos fichajes para su armario de otoño. Una parada en uno de los muchos cafés de Portobello Road es perfecta para recargar fuerzas y algún plato caliente de comida casera, o una taza de sidra caliente junto al fuego de la chimenea de algún pub tradicional británico es un must.
Descubrir Roma en el otoño brinda la oportunidad de visitar la ciudad coloreada por tonos cálidos que la hacen aún más bella. Los colores de las hojas cambian, los atardeceres son cada vez más rojos y una hermosa luz colorea sus elegantes edificios del centro. La luz dorada le pega muy bien a las ruinas, los castaños de la ribera del Tíber se tiñen con matices del amarillo. La cultura, el arte, la historia y, lo más importante, la gastronomía convierte a esta ciudad en un destino imprescindible y que tiene algo para todos los gustos en esta época del año.
El gris tan típico de la capital, los parisinos con sus jerséis de cuello alto y sus abrigos largos son solo algunos de los detalles que indican que ha llegado el otoño en París. Las orillas del Sena al atardecer o al amanecer son perfectas para disfrutar del reflejo de la luz tenue en el agua. El Jardín de las Tullerías, la Plaza de los Vosgos y los Jardines de Luxemburgo tienen todos ellos un follaje fabuloso, en los que pasear, café en mano respirando el aire fresco de la temporada. El otoño también supone la reentré cultural en la ciudad, se suceden los estrenos de obras de teatro, actuaciones y exposiciones, además de festivales de las artes.
El otoño es una de las épocas en las que la capital de Dinamarca muestra una belleza muy especial. Aunque suele llover y hacer frío, lo cierto es que a Copenhague le sienta fenomenal. Es una ciudad muy grande donde abundan los palacios y castillos, canales que dividen los barrios más importantes, jardines encantadores y edificios icónicos perfecto para visitar con un buen abrigo.