Prácticamente todos los países cuentan con fronteras con otros territorios y, los que no las tienen como tal por tierra, sí que cuentan con una frontera marítima. Estas divisiones entre países han cambiado, y mucho, a lo largo de la historia según han ido ocurriendo diferentes eventos que cambiaban la geopolítica del mundo. Así se han formado todos los países que existen en el planeta, cada uno con un tamaño y extensión diferente, al igual que las fronteras. Precisamente sobre esto la frontera más pequeña del mundo está en España y cuenta con la protección del Ejército de Tierra de nuestro país.
España tiene frontera con diferentes países: al norte con Andorra y Francia, al oeste con Portugal, y al sur con Reino Unido (por Gibraltar) y con Marruecos. Ahí, en el sur, es donde se encuentra la frontera más pequeña del mundo que separa un pequeño trozo de tierra español de Marruecos, la contra parte de la frontera terrestre más larga del mundo, que se sitúa entre Estados Unidos y Canadá.
Lo cierto es que España se encuentra entre los países que más frontera comparte con otros países, especialmente en Europa, donde muchos de ellos, como Portugal, Dinamarca, Irlanda, Ciudad del Vaticano, Mónaco o San Marino tan solo tienen frontera con un país.
En el caso de la más pequeña del mundo es el Peñón de Vélez de la Gomera, en el norte de África y situado entre Ceuta y Melilla, frente a la costa malagueña. Ese pequeño peñón pertenece a España desde 1564 y cuenta con la peculiaridad de que en su origen se trataba de una isla.
Sin embargo, tras un movimiento de tierra surgió una lengua que lo unió a la costa africana perteneciente a Marruecos, creando una pequeña frontera terrestre, la más pequeña del mundo, ante una porción de tierra que apenas llega a los 250 metros de largo por 100 metros de ancho.
En la actualidad tan solo viven allí unidades del Ejército de Tierra que se van rotando en turnos de un mes de duración con la única misión de proteger y mantener ese pequeño pedazo de España que se separa de Marruecos por unos 85 metros de un cordel azul. Un lugar tan pequeño que, de tanto en tanto, la Armada debe acercarse en barcos para suministrarles agua, combustibles y cualquier otra cosa que puedan necesitar.