España es uno de los países que más riqueza paisajística tiene en todo el mundo, por eso es importante que se valoren todos y cada uno de los pueblos del país. Los pueblos más pequeños y bonitos de España se están convirtiendo en el refugio de muchos turistas nacionales y también internacionales, que encuentran en ellos su encanto y todos los atractivos que pueden ofrecer.
En España hay más de 8.000 municipios diferentes, cada uno tiene su historia, identidad o peculiaridad que lo hacen único, y por supuesto, su propia extensión. Hasta noviembre del 2022, el pueblo más pequeño de España era Emperador, valenciano, pero una nueva medición cartográfica cambio el curso de la historia y desde entonces el pueblo más pequeño de España es Llocnou de la Corona, también en Valencia. Tal y como apunta el Instituto Cartográfico de Valencia (ICV), en la antigüedad, las mediciones cartográficas se hacían por aproximaciones, mientras que, en la actualidad, se hacen con precisión milimétrica.
Llocnou de la Corona, en castellano Lugar Nuevo de la Corona, y popularmente conocido como Pueblo Nuevo de la Corona (en valenciano, Poblenou de la Corona), está a unos 15 minutos en coche de la ciudad de Valencia y a tan solo una hora y media de Teruel capital.
Rodeado por Sedaví y Alfafar, la extensión de este municipio es la de poco más que un campo de fútbol. Con 130 metros de ancho y 250 de largo, en Llocnou de la Corona todo está a escasos minutos andando, pues tiene solo seis calles y 109 habitantes.
El pueblo es tan pequeño que todos los servicios básicos dependen de Sedaví, municipio aledaño con el que llegó a un acuerdo hace años. No obstante, el principal activo económico de Llocnou de la Corona son las tiendas de muebles y los talleres de coches.
La alcaldesa, Paqui Llopis, explicó en una entrevista en un medio de comunicación que el espacio es tan limitado que solamente disponen de “una farmacia y una iglesia” en su localidad. Esto no sorprende, ya que, si se dividen los escasos 12.000 metros cuadrados de superficie entre los habitantes, corresponde a un promedio de unos 97 metros cuadrados por persona.
Llocnou de la Corona nace como una residencia religiosa filial del Convento de la Corona de Jesús de Recoletos de San Francisco. Cuando el edificio fue abandonado por los religiosos, algunos campesinos fueron construyendo viviendas a su alrededor y, a comienzos del siglo XIX, consiguieron formar un municipio que únicamente incluía unas pocas casas y una iglesia, aunque desde el siglo XVII siempre ha contado con un equipo de gobierno propio. De hecho, su nombre aparece en el Diccionario de Madoz, una de las publicaciones de referencia que agrupa todas las poblaciones de España, así como términos de la historia de España, escrita entre 1845 y 1850.
Su monumento más importante es la iglesia neogótica de la Virgen del Rosario. Se empezó a construir el 17 de diciembre de 1899 sobre la antigua ermita y se inauguró en 1904. De estilo neogótico, se trata de un edificio exento de unos 12x20 m, a cuyo lado izquierdo se abre la plaza Mayor. Es obra de mampuesto y ladrillo, siendo sus líneas tan clásicas como lo permite el material. La fachada está coronada en la línea superior, con óculo debajo y un nicho vacío, entre pilastras. La cubierta, a dos aguas, es de teja árabe, incluso en lo alto de los tres contrafuertes de cada banda. En los flancos existen nichos ciegos y alargados, que se corresponden con los espacios de las capillas interiores. El templo es de una nave, con arcos de medio punto y bóveda de medio cañón. A los pies se halla el coro, y en el presbiterio existe un retablo neoclásico con la imagen de Nuestra Señora del Rosario.