Aumentar el uso del transporte público y reducir al mínimo la dependencia del coche son dos formas importantes de ayudar a Europa a alcanzar sus ambiciosos objetivos climáticos y de ahorro energético. Los trenes son una de las mejores opciones para moverse y las estaciones se han convertido en lugares con encanto en los que poner el comienzo del viaje. No obstante, no es oro todo lo que reluce y existen estaciones en las que es mejor no parar ni de paso.
Las estaciones de tren suelen son, por lo general un lugar de paso, un espacio donde invertir el menor tiempo posible y, por lo general, no están diseñadas para que los viajeros echen el rato. Pero los inevitables los retrasos, cambios de horarios y transbordos han obligado a la gente a esperar en ellas y a buscar experiencias a la vez auténticas, por lo que las necesidades de las estaciones de tren ha cambiado por completo.
Bares, restaurantes y tiendas colman ahora las estaciones de tren para cubrir las necesidades de los viajeros que pasan por ellas cada día, incluso renovándose algunas estaciones históricas, integrando en el propio diseño los nuevos locales en los que comer, beber y pasar el tiempo.
El European Railway Station Index anual analiza las 50 estaciones ferroviarias más grandes de Europa por volumen de pasajeros y ha sacado importantes conclusiones. Entre ellas se encuentra la peor estación de tren de Europa: Bremen Hauptbahnhof, en Alemania, tiene la puntuación más baja para la comodidad del cliente con solo 39 puntos. Con un tiempo de espera medio de 11 minutos y un retraso del 43% de los trenes, los viajeros pueden esperar un viaje lento cuando llegan o parten de la ciudad del noroeste. La falta de conexiones y de wifi gratuito, y solo 9 tiendas y 15 opciones gastronómicas se suman a su baja puntuación.
La estación Central de Bremen es la estación más importante de la ciudad de Bremen, y de la región del mismo nombre. Está situada al noreste del centro de la ciudad y es un importante nudo ferroviario. A día de hoy todos los trenes que pasan por la ciudad, así como los internacionales, paran en ella, con un promedio de 80 trenes de larga distancia y 450 de corta distancia.
Aproximadamente 120.000 viajeros y visitantes utilizan a diario la estación, que también está conectada a la red de tranvías de la ciudad, y tiene en el primer piso una sala de estar para viajeros de primera Clase. En el exterior, el edificio neorrenacentista está decorado con cuatro altas torres de ladrillo rojo con escudos de armas de ciudades alemanas, mientras que en el interior hay magníficas esculturas y un águila imperial en el centro. Hay 9 andenes bajo un techo de cristal.
El European Railway Station Index anual clasifica 50 estaciones de tren por la experiencia de viaje que proporcionan. Compilado por el grupo de defensa del consumidor, el Centro de Elección del Consumidor asigna puntos para los tiempos de espera, retrasos y conexiones de transporte, tanto a nivel local como para los largos viajes en tren.
También considera las ofertas de billetes, los tiempos de operación de las taquillas y la disponibilidad de información, junto con los servicios en la estación, así como accesibilidad, aplicaciones de teléfonos inteligentes, wifi gratuito y la disponibilidad de servicios de transporte compartido. El análisis se basa en informes de las autoridades nacionales, estadísticas en línea, mapas de estaciones, actualizaciones en tiempo real y su propia investigación sobre las expectativas de los consumidores.